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Código Rojo en México: la mala noticia que trae el Cártel de Jalisco Nueva Generación
Mié, 06/05/2015 - 14:45

Pascal Beltrán del Río

Elección 2012: el qué y el cómo
Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río Martin es periodista mexicano, ha ganado dos veces el Premio Nacional de Periodismo de México en la categoría de entrevista, en las ediciones 2003 y 2007. En 1986 ingresó en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se licenció en Periodismo y Comunicación Colectiva. De 1988 a 2003 trabajó en la revista Proceso; durante este tiempo publicó el libro Michoacán, ni un paso atrás (1993) y fue corresponsal en la ciudad de Washington, D.C. (1994-99), además de Subdirector de Información (2001-2003). Fue dos veces enviado especial en Asia Central y Medio Oriente, donde cubrió las repercusiones de los atentados terroristas de septiembre de 2001 y la invasión de Irak.

El 12 de mayo de 2014, un camión militar fue emboscado a la entrada de la cabecera de Guachinango, un municipio de la Sierra Madre Occidental, colindante con Nayarit.

Justo debajo del arco que da la bienvenida al pueblo -"Tierra de oro y amistad", dice- una camioneta se atravesó en el camino que viene de Ameca. Al instante, hombres armados que venían en varios vehículos comenzaron a disparar ráfagas contra el camión, que no tardó en incendiarse.

El tiroteo duró entre cinco y diez minutos. La carretera quedó regada de casquillos de bala. Cuatro militares murieron y dos más resultaron heridos en la emboscada, perpetrada por presuntos integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Diez meses después, sobre la carretera libre Guadalajara-Manzanillo, elementos de la Fuerza Única Jalisco dieron con Heriberto Acevedo Cárdenas, alias El Gringo, a quien las autoridades señalaban como cabecilla del CJNG en la región Valles.

Durante la persecución, uno de los acompañantes de Acevedo intentó lanzar una granada, pero ésta explotó en la misma camioneta en la que viajaba, matando a los tres ocupantes.

Acevedo había sido detenido en 2012, pero había recuperado su libertad y se reincorporó a las actividades delictivas.

La muerte de El Gringo -a quien la Fiscalía General de Jalisco responsabilizó de la emboscada contra soldados en Guachinango- tuvo consecuencias. Una semana después, Alejandro Solorio Aréchiga, comisionado de Seguridad de Jalisco, fue emboscado en Zapopan.

En el intento de asesinato, integrantes del CJNG le cerraron el paso al vehículo del funcionario con un camión de tres toneladas y dos camionetas. Tras de un intercambio de disparos, las autoridades pudieron asegurar un lanzagranadas y un scanner para inhibir llamadas de celulares.

Eso fue el 30 de marzo. El 6 de abril, un convoy de la Fuerza Única Jalisco fue emboscado en el municipio de San Sebastián del Oeste, en la carretera Mascota-Puerto Vallarta. Nuevamente se usaron vehículos para obstruir el camino. Quince policías murieron. Tanto esa emboscada como el atentado contra Solorio fueron atribuidos por la Fiscalía estatal a actos de venganza por la muerte de El Gringo.

Ese es el contexto en el que ocurrieron los narcobloqueos y otros hechos de violencia, viernes y sábado, en Jalisco, Colima, Michoacán y Guanajuato. Otra acción policiaca, la llamada Operación Jalisco, se topó con otro acto de represalia de los criminales, esta vez a gran escala, que obligó a las autoridades a activar el Código Rojo.

El CJNG se ha convertido en la organización delictiva con mayor capacidad de violencia en el país.

De ser un grupo de choque al servicio del desmembrado cártel de los Beltrán Leyva, el CJNG ha adquirido, en pocos años, el tamaño y la preparación suficientes para retar al Estado en una amplia franja del occidente del país, reemplazando en sus áreas de influencia a los también desarticulados Caballeros Templarios.

No en vano, la organización liderada por Nemesio Oseguera Cervantes ha sido señalada por la DEA y otras instituciones de procuración de justicia como el mayor peligro criminal que enfrenta México.

Con sus socios Los Cuinis, el CJNG ya controla la región de Tierra Caliente, que hasta hace año y medio era feudo de los Templarios, y ha incursionado lo mismo en la producción de mariguana y amapola que de drogas sintéticas como el crystal.

El viernes y el sábado mostraron una gran capacidad de coordinación, actuando simultáneamente en una veintena de municipios de Jalisco, así como en zonas de Colima, Michoacán y Guanajuato. También exhibieron armamento pesado y capacidad de manejarlo, como en el ataque contra un helicóptero Cougar del Ejército Mexicano, una aeronave con valor de US$20 millones.

Personas que padecieron los bloqueos realizados en las carreteras que confluyen en Guadalajara dieron cuenta de la juventud de quienes atravesaron autobuses en los caminos y los incendiaron.

Y esa es, sin duda, una de las peores noticias: yo aún no llegaría a afirmar, como algunos, que el CJNG tiene "base social", pero sí una reserva de jóvenes dispuestos a dedicar su vida al crimen organizado.

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