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Cómo las mujeres deben manejar el tema de las finanzas
Vie, 19/06/2015 - 11:27

Mercedes Fajardo Ortiz

Cómo las mujeres deben manejar el tema de las finanzas
Mercedes Fajardo Ortiz

Mercedes Fajardo Ortiz es directora del programa de Contaduría Pública y Finanzas Internacionales de la Universidad Icesi (Colombia). Además es Ph.D. (c) en Dirección de Empresas, Estrategia y Organización, y Máster en Finanzas.

Desde la época de nuestras abuelas hemos evidenciado el rol de la mujer como administradora del dinero en el hogar. Nuestras madres siempre se las ingeniaron para brindar soluciones sencillas y económicas a nuestras demandas de gastos en la época de crecimiento y permanencia en casa; lograban estirar los recursos para hacer frente a los requerimientos de los gastos familiares, educativos y de diversión. Eran unas verdaderas magas financieras.

En la actualidad, nosotras a cargo de las responsabilidades de casa podemos retomar las lecciones familiares aprendidas y combinarlas con el conocimiento inmerso en internet para administrar las finanzas personales, respetando siempre algunos principios financieros fundamentales:

-Un peso hoy vale más que un peso mañana

El dinero es un bien limitado y por efectos de la inflación pierde valor a medida que pasa el tiempo; mañana necesitarás más dinero para comprar los mismos víveres que puedes comprar hoy. El valor del dinero en el tiempo debe considerarse a la hora de planificar el gasto y tomar decisiones de inversión y el endeudamiento personal.

-Las inversiones de largo plazo deben financiarse con recursos de largo plazo

El gasto mensual personal y familiar deben cubrirse con los ingresos de cada mes, así que el uso de la tarjeta de crédito para el pago de estos gastos sólo tiene sentido si se financian a una cuota para aprovechar el no pago de intereses y acumular millas o puntos, permitiéndonos organizar y controlar el dinero familiar.

Las adquisiciones de bienes duraderos para la familia deben planificarse con anticipación, de acuerdo a nuestras metas y sueños. Pero antes, debemos realizar una pequeña investigación de precios, de características básicas, garantías, gastos adicionales y formas de pago. La selección del bien debe basarse en las reales necesidades de la familia en el corto y largo plazo.

-El inversionista prudente diversifica su inversión total

A la hora de tomar decisiones de compra de activos financieros (acciones, bonos, etc.) es indispensable analizar las variables de rentabilidad y riesgo; invertir en diversas fuentes de inversión permite compensar las pérdidas de unas con las ganancias de otras, reduciendo el riesgo y confirmando el refrán "no poner todos los huevos en la misma canasta".

Basados en estos principios podemos implementar una estrategia sencilla para administrar nuestras finanzas personales que nos permitan satisfacer nuestros deseos y necesidades en nuestros diferentes roles como mujer, madre, compañera y trabajadora; que nos brinden tranquilidad y equilibrio económico sin exagerar y asfixiarnos ante la rigidez del control del gasto.

Una herramienta poderosa, básica y sencilla que nos permite controlar nuestras finanzas personales es el "Flujo de Caja". ¿Cómo? Primero relacionamos detalladamente las entradas de dinero y luego las salidas de dinero. Por último, sumamos las entradas y restamos las salidas para determinar el saldo neto de caja.

Saldo final de caja =  Entradas de dinero - salidas de dinero

Para la construcción de nuestro flujo de caja es necesario realizar las siguientes tareas: inicialmente debemos identificar los pagos mensuales básicos y conocer en detalle en qué nos gastamos el dinero diariamente, de esta forma podremos definir nuestro “perfil de gasto actual” que tenemos.

Para ello destine un cuaderno o una hoja de Excel para anotar lo siguiente:

a. Los gastos mensuales de la casa, como el alquiler, los servicios públicos, la cuota del colegio, la medicina prepagada, la consulta al veterinario, "el mercado o la remesa", etc. Y abra un espacio para "varios", que debe contener el resultado de la sumatoria de los gastos diarios que realizamos sin darnos cuenta y que no están planificados mensualmente. Éstos se registrarán en una hoja diferente, como sigue:

b. En esa otra hoja, registre por un mes, y de forma diaria los “varios”, esos gastos de dinero sin ninguna planeación. Por ejemplo, comestibles en la cafetería, medicina, ropa en oferta, transporte o gasolina, regalos, gastos personales, las salidas del fin de semana, la pizza de domingo, el cine familiar, imprevistos, etc. Este ejercicio le permitirá conocer su "perfil de gasto", evidenciar los despilfarros de dinero y cerrar la llave al goteo diario de dinero, que en muchas ocasiones llega a sumar una cifra impactante.

c. Una vez conozca su perfil de gasto, usted puede tomar decisiones al respecto. Como por ejemplo, definir un presupuesto mensual para las salidas de fin de semana y planear cuándo realizarlas; de igual forma para las llamadas a pedir pizza y comidas rápidas en el mes; la compra de ropa en oferta, los gastos de peluquería, etc.

d. Defina una cuota de ahorro mensual, en una cuenta de ahorros, en una cooperativa, en un fondo. Como mínimo entre 3% al 10% de sus ingresos. Lo ideal es el 30% de sus ingresos.

Finalmente, podemos definir cuánto cuesta en pesos un mes de gastos familiares en condiciones normales, sin despilfarros ni asfixias, más la cuota de ahorro. Ahora pasemos a los ingresos:

En una hoja detallamos los ingresos por salarios y sus deducciones para lograr el salario neto recibido, los ingresos extras por concepto de venta de productos, alquileres, intereses, etc.

Sume los ingresos y  reste los gastos para determinar el "neto a favor" o el valor "faltante de cada mes".

Si mis entradas netas mensuales suman $20 y mis salidas netas suman $18, mi excedente es $2. Debo incrementar mi cuota de ahorro para imprevistos y dejar en 0 mi flujo de caja.

Si mis entradas netas mensuales suman $20 y mis salidas netas suman $25, mi faltante es $5. Debo revisar cuidadosamente mis gastos mensuales para eliminar, compensar, bajar la frecuencia, distanciar el gasto, nunca el ahorro.

Siguiendo estos pasos sencillos podremos lograr ser mujeres organizadas, conocedoras de nuestro perfil de gasto y administradoras de nuestras finanzas personales.