A sus 15 años, Trisha Prabhu entiende el poder de la pausa. Como hija de ingenieros computacionales, Prabhu ha estudiado programación desde pequeña. Sin embargo, en 2012, luego de conocerse el suicidio de una niña de once años por causa de un incesante y cruel bullying por internet, Prabhu decidió utilizar su conocimiento para combatir uno de los flagelos sociales más grandes de su generación.

Prabhu creó Rethink, una aplicación que busca detener el cyber-bullying. Utilizando una tecnología patentada que filtra posteos, emails o mensajes, detecta si éstos son ofensivos generando una advertencia que dice: "¿Estás seguro(a) que deseas postear esto?".

Esta simple intervención, esta pequeña pausa, resulta increíblemente efectiva tanto en términos de influir en el comportamiento inmediato, como respecto del largo plazo. El 93% de los usuarios optaron por no postear el contenido ofensivo, y su intención de incurrir en bullying bajó de 71% a 4%.

En una reciente charla TED, Prabhu señaló: "En este mundo conectado rara vez recordamos la necesidad de reducir la velocidad, parar, y pensar en lo que estamos haciendo". Prabhu entiende la nueva realidad en la que vivimos. Es tan interconectado e interdependiente nuestro mundo que los actos de una persona pueden tener repercusiones para un hijo, un padre, un profesor, una empresa, o toda una región.

Un verdulero en Tunez puede detonar una revolución en todo el Medio Oriente; un banquero en su escritorio en Londres puede generar volatilidad financiera global. Un adolescente con un celular puede alterar significativamente la dirección de la vida de una persona sólo con el contenido de un mensaje.

En este mundo sin distancias, el acto de parar para entender cómo nuestras acciones repercuten en los demás es fundamental. Todas nuestras interacciones, hasta las más intrascendentes, y el cómo nos comportamos importa más que nunca. Nuestras decisiones y reacciones cotidianas contienen mensajes sobre quiénes somos y en qué creemos. Sin embargo, ¿cuándo nos tomamos el tiempo para escuchar y analizar en profundidad dichos mensajes? ¿Cuándo nos tomamos el tiempo para hacer una pausa?

El psicólogo existencialista Rollo May decía ya en 1975: "La libertad humana involucra la capacidad de hacer una pausa entre el estímulo y la respuesta". En el mudo actual es fácil caer en la idea de que la vida es tan sólo algo que nos sucede, en lugar de algo que podemos guiar con el compás de nuestros valores. Entre emails, mensajes de texto, redes sociales y las demandas de nuestro trabajo, se confunden reacciones reflejas con expresiones reales de nuestra libertad de decidir. Por el temor a quedarse atrás, preferimos seguir en movimiento y perdernos en un laberinto infinito de estímulos.

Sin embargo, como humanos, una de las herramientas más simples y poderosas que tenemos es la capacidad de hacer una pausa. Esto crea un espacio en el que uno puede ver claramente a través de los estímulos cotidianos y tomar decisiones acerca de cómo seguir adelante. Hay mucho poder en dar un paso atrás. Es un paso hacia el libre albedrío y la moral. Otorga el espacio para preguntarse "¿cómo puedo ser mejor?", y permite pasar de hacer las cosas bien, a hacer lo correcto.

Incluso el sólo preguntarnos: "¿Me he tomado el tiempo de hacer una pausa?", sirve como punto de partida. El objetivo es reconectarnos con nuestros valores para que, una vez que hayamos restablecido la comunicación con nuestra consciencia, podamos actuar en base a dichos principios, entendiendo no sólo lo que podemos y no podemos hacer, sino lo que debemos y no debemos hacer.   

En esa pausa profunda, junto con tomar un respiro, debemos reconectarnos con lo que creemos y determinar si estamos viviendo nuestra vida de la mejor forma para nosotros como individuos, así como para la sociedad en que nos desenvolvemos.

Ralph Waldo Emerson escribió "en cada pausa, escucho el llamado".

¿Qué llamado escuchas al hacer tu pausa?