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Compartir es la nueva forma de comprar
Vie, 20/11/2015 - 08:51

Ashley Kindergan

Ashley Kindergan
Ashley Kindergan

Ashley Kindergan es Editora en The Financialist de Credit Suisse.

La economía basada en compartir no es en sí una nueva idea. En la Edad Media los monasterios prestaban libros al público, los agricultores han compartido herramientas y mano de obra por siglos, y el primer servicio de arriendo de automóviles apareció en 1904. En cambio, lo que sí es una nueva idea es el crecimiento rápido de un grupo de empresas extremadamente variadas, que se basan en compartir, arrendar, colaborar y acceder a ítems altamente demandados, lo que se debe gran parte a la masificación de los smartphones.

Existen 44 empresas privadas en este sector que califican como Unicornios, con valoraciones de un billón de dólares o más. En conjunto, representan el 35% de todos los unicornios, con una valoración total de US$219 billones. Credit Suisse cree que sus ingresos totales aumentarán de US$15 billones en 2013, a US$335 billones el 2025.

Credit Suisse ha identificado tres tipos de negocios compartidos: individuos vendiendo o arrendando sus propios bienes y/o servicios (Airbnb, TaskRabbit), plataformas con membresía que permiten a sus miembros acceder fácilmente al arriendo de bienes o servicios (Zipcar, eLance), y sitios colaborativos en los cuales las personas intercambian servicios intangibles tales como opiniones acerca de productos (TripAdvisor, Yelp) o conocimiento (Wikipedia) y además, cosas más tangibles como fondos (Kickstarter, Lending Club).

Sería fácil creer que compartir invoca solamente a los jóvenes o a personas de presupuestos más apretados, y que esto podría hacer desaparecer completamente a una economía vibrante. Sin embargo, Credit Suisse cree que aquello sería un error. Los millennials (personas entre 18 y 35 años) conforman el 60% de los participes voluntarios en los mercados emergentes, pero solo el 40% en el mundo desarrollado. Los resultados de una encuesta global realizada el 2014 por la empresa de marketing Havas indican que el 43% de los individuos entre las edades de 35 y 54 años dice que planean usar servicios para compartir -no muy detrás del 50% de aquellos entre 18 y 34. Una encuesta Nielsen realizada el 2014, señala que 68% de los encuestados a nivel global estarían dispuestos a compartir o arrendar ítems que poseen,  mientras que 66% manifestó que arrendarían de otros.

Hay datos que sugieren que compartir posee una creciente postura filosófica. Mientras que guardar -o hacer- dinero era la razón más popular para usar estos servicios, según la encuesta Havas, sentirse útil y reducir nuestra huella de carbono también son motivos importantes. El 70% de los encuestados están de acuerdo que el sobreconsumo pone en riesgo el planeta y la sociedad y mientras que no quieren dejar de lado los placeres de la vida, quieren consumir de manera más inteligente. Empresas de Venture Capital han tomado nota: las empresas de compartición recibieron un 24% del Venture Capital recaudado en el segundo trimestre del 2015.

Cuatro sectores --servicios de negocios, financieros, transporte y viajes y ocio- han demostrado ser los más amigables para aplicar nuevos modelos de negocios basados en compartir.  

La pertenencia a los servicios de automóviles compartidos (“car-sharing”), como Zipcar, aumentó un 65% anual entre el 2012 y 2014, y las empresas de comunidades online para compartir transporte entre personas, también están creciendo rápidamente. Credit Suisse destaca que la creciente preocupación de parte de los consumidores por el cambio climático y la sustentabilidad, además del costo de poseer un automóvil, debieran mantener el crecimiento de los negocios basados en este servicio relativamente alto. La urbanización, mejoras en el transporte público, el comercio electrónico y el hecho de que la gente trabaje desde sus casas también ayuda a que el “car-sharing” se convierta en una alternativa atractiva a comprar un auto. El día de hoy, el número de jóvenes que obtienen licencias de conducir en el Reino Unido y Estados Unidos está disminuyendo, e investigaciones en Londres sugieren que ser parte de un club de car-sharing - como por ejemplo, Zipcar – hace más probable que la gente venda sus autos y descarte la idea de comprar uno más adelante. Mientras que Credit Suisse cree que el “car-sharing” eventualmente se volverá un fenómeno global, los analistas del banco indican que probablemente este se limitará a los países desarrollados durante los próximos años. Los autos aún son vistos como símbolos de estatus por los consumidores de clase alta y clase media, en los mercados emergentes.

En cuanto al sector de viajes y ocio, Credit Suisse espera que el porcentaje del mercado hotelero controlado por Airbnb suba de 1% a 5% para el 2020, sin tomar en cuenta competidores como HomeAway y Couchsurfing. Las grandes cadenas hoteleras no están subestimando la potencial amenaza. Hyatt participó recientemente en una ronda de financiamiento de US$40 millones para Onefinestay - la versión de lujo de Airbnb – y Credit Suirsse ve la posibilidad de que otros grupos hoteleros realicen inversiones similares. Los analistas del banco creen que las propiedades de estadías prolongadas parecidas a departamentos son las más expuestas a ser compartidas, ya que compiten directamente con servicios como Airbnb.

Con el aumento del número de personas que trabajan de forma independiente en EE.UU., las plataformas que conectan a estos trabajadores independientes (eLance y Freelancer) y los espacios de trabajo colaborativos que actúan como arrendatarios de estaciones de trabajo y oficinas (WeWork, Workspace) debieran crecer rápidamente. El número de espacios de co-working en EE.UU se ha duplicado cada año durante los últimos cinco años, y corresponde actualmente a 4.000 espacios en todo el país. Las plataformas de trabajo independiente eventualmente con el tiempo representaran una mayor parte del mercado que las empresas convencionales, lo que afectará los ingresos y presencia de mercado de las empresas más tradicionales, pero por ahora, los negocios pequeños y medianos son sus mayores clientes. En cambio, las empresas convencionales tienden a enfocarse en clientes corporativos más grandes, y para ese segmento del mercado, empresas como LinkedIn y otras tecnologías de reclutamiento representan la mayor amenaza inmediata.

En las finanzas, en los préstamos entre particulares y a través de crowdfunding, representan solo entre el 1 y 2% del total de préstamos, pero los préstamos entre particulares han crecido 30% anual en EE.UU. y Europa. Si siguen creciendo a este paso, estas corresponderán a más de 25% de los préstamos totales para pequeñas y medianas empresas en el 2025. El hecho de que los bancos europeos y americanos estén limitando el otorgar préstamos a pequeñas y medianas empresas como efecto  de la crisis financiera, también ha influido en el crecimiento de los préstamos entre particulares, que tienden a enfocarse en préstamos relativamente más pequeños para personas y negocios. Estas plataformas de fondos a menudo disponen de dinero más rápidamente que los bancos, y tienen menores gastos generales ya que operan enteramente en línea. Hay preguntas respecto a si estas fuentes alternativas de financiamiento pueden seguir creciendo a las tasas actuales, cuando el ambiente del dinero fácil de los últimos ocho años comience a complicarse. Muchos prestamistas han sido atraídos a estos programas porque pueden ganar retornos de entre 6 y 8% en un mercado caracterizado por retornos bajos. Mientras que el aumento de las tasas de interés puede ralentizar los prestamos entre personas, el crecimiento del intercambio y el financiamiento directo es una innovación que es probable que llegó para quedarse y debería competir con los bancos regionales que tienden a otorgar préstamos más pequeños.