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Crisis en la Península de Corea: ¿un acuerdo de seis puntos?
Jue, 03/09/2015 - 17:35

Rodrigo Álvarez

La ONU y Lula Da Silva: ¿modernización o crisis?
Rodrigo Álvarez

Rodrigo Álvarez es Académico-Investigador Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor, Coordinador e Investigador del Programa-Centro de Estudios Coreanos Chile de IDEA y Profesor de la Carrera de Periodismo de las Universidad de Santiago de Chile. Es Doctor en Estudios Latino Americanos, mención Relaciones Internacionales; Master of Arts en Economía Política Internacional por la Universidad de Tsukuba (Japón) y IVLP por el The United States Department of State Bureau of Educational and Culture Affairs. Además, es Periodista y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Diego Portales (Chile). Es miembro del Nuclear Security Governance Expert Group (NSGEG), del Fissile material Working Gruop (FMWG) y de la Red de Seguridad de América Latina (Resdal).

Solo hace unos días atrás la situación en la península de Corea estaba en punto "rojo". Esta tensión entre ambas naciones confirma que este lugar del mundo es uno de los más complejos y tensos en el sistema internacional. 

Sin embargo, desde 1953, el actual momento entre las dos Corea no es nuevo. En 1967, el hundimiento del barco Dangpo; en 1968, el intento de asesinato por parte de Corea del Norte del presidente Park Chung Hee, de Corea del Sur; en 1976, lo que se conoce como el "axe murder incident"; en 1983, el intento de asesinato por parte de Corea del Norte del presidente Chun Doo-hwan, de Corea del Sur; en 1987, el acto terrorista contra el vuelo de Korean Ari 858; en 1996, el caso del espionaje del submarino norcoreano en Gangneung; en 1999, el enfrentamiento naval de Yeonpyeong; en 2002, el segundo enfrentamiento naval de Yeonpyeong, y en 2010, el hundimiento de la corveta Cheonan y el mismo año el bombardeo de Corea del Norte a la isla Yeonpyeong. Estos antecedentes hacían presagiar que la tensión no escalaría hasta un conflicto armado, como el que el sistema internacional teme que pueda desatarse desde 1953. 

Pero el actual momento tiene implicas más profundas que la sola cuestión militar. Primero, demuestra que las políticas para resolver la reunificación en la península (Nordpolitick, Sunshine Policy y Trustpolik) no han permitido a las coreas alcanzar su objetivo de una profundización y el de un avance significativo en las relaciones intercoreanas. Al parecer, Corea del Norte entiende que las acciones de Corea del Sur apuntan a evitar su reconocimiento con el estatus de Estado independiente. En otras palabras, el Norte critica al Sur por proyectar una supremacía que, según ellos, promueve la presión internacional y el de la ONU. 

Otra demostración, para los norcoreanos, luego de las sanciones por el hundimiento en 2010 de la corveta surcoreana Cheonan, ha sido el mantenimiento hasta el día de hoy de lo que se conoce como las "Medidas del 24 de Mayo". Estas apuntaron a la prohibición de que barcos de Corea de Norte navegaran por aguas jurisdiccionales de Corea del Sur, a la suspensión del comercio entre las dos coreas, a la prohibición de que surcoreanos visiten Corea del Norte, la prohibición de inversión surcoreana en Corea del Norte e, inicialmente, la suspensión del envío de ayuda humanitaria.  

Segundo, el rol de los actores globales en la seguridad y defensa del Este Asiático: Estados Unidos y China. Con el primero, Corea del Sur realiza ejercicios militares que desde la perspectiva de Corea del Norte son una provocación y que para Estados Unidos permite proyecta su presencia regional. Con el segundo, Corea del Norte ha pasado por etapas de acercamiento y enfriamiento, pero donde China no ha dejado de tener un interés y claro objetivo en su política exterior bilateral y regional. 

Hoy, aun teniendo claro que China no tiene interés en ser parte o permitir un conflicto regional, sí haría ver a través de Corea del Norte su molestia por lo que ellos observan como un incremento de la presencia militar de Estados Unidos en la región, así como el despliegue parcial del sistema de misiles anti-balístico  THAAD (Terminal High Altitude Area Defense).

Tercero, la cuestión nuclear. Esta tensión, deriva de los primeros pasos dado en 1956 por Corea del Norte, en lo que se conoce como los albores de su programa nuclear fue apoyado por la entonces Unión Soviética. Hoy este programa, el cual no ha podido ser detenido por el sistema internacional,  representa un serio peligro para la península, la región y el mundo. Se cree que Corea del Norte posee alrededor de diez bombas nucleares y que ha dado pasos significativos en el proceso de miniaturización de esta tecnología.  

La tensión, como ha ocurrido antes, ha logrado ser disipada y gracias a las conversaciones de alto nivel entre el Sur y el Norte han resuelto avanzar sobre la base de seis puntos: (1) el norte y el sur acuerdan para tener conversaciones entre sus autoridades en Pyongyang o Seúl, lo antes posible, para mejorar los lazos entre ellos y tener un diálogo en múltiples niveles y negociaciones en el futuro; (2) Corea del Norte expresa su pesar por la reciente explosión de una mina que se produjo en el lado Corea del sur, en la Zona Desmilitarizada que se encuentra en la Línea de Demarcación Militar, la cual hirió a soldados de Corea del Sur; (3) Corea del Sur detendrá todas las transmisiones de propaganda por alta voz  a lo largo de la Línea de demarcación Militar desde las 12:00 hrs. del 25 de Agosto, situación que puede ser modificada sólo por que ocurra un caso anormal; (4) Corea del Norte levantará el estado de semi guerra, desde el momento en que el punto 3 sea cumplido; (5) Corea del Norte y Corea del Sur acuerdan organizar reuniones de las familias y parientes separadas y mantenerlas en el futuro y, para comienzos de septiembre, permitir el contacto de sus respectivas organizaciones de la Cruz Roja, y (6) Corea del Norte y Corea del Sur acuerdan vitalizar el intercambio de ONG en diferentes áreas. 

Sin duda, que estos seis puntos son una manera de distender la actual situación. Sin embargo, estos no resuelven la cuestión central de la problemática que, desde 1953, se vive en la Península de Corea: alcanzar la reunificación. 

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