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Derribando barreras para que las empresas accedan a financiamiento
Vie, 14/11/2014 - 09:41

Irene Arias

Derribando barreras para que las empresas accedan a financiamiento
Irene Arias

Irene Arias es Directora para América Latina y el Caribe en la Corporación Financiera Internacional (IFC).

Las pequeñas y medianas empresas son la base de la economía de América Latina. Representan más del 90% de las empresas de la región, donde generan más de la mitad de los empleos y una cuarta parte del producto interno bruto. Sin embargo, a menudo se enfrentan con un difícil obstáculo  que les impide crecer: la falta de crédito. Una encuesta reciente mostró que casi la tercera parte de las empresas de la región consideraba la falta de acceso al crédito como una de sus principales limitaciones.

Tomemos el caso de Sonia Arias, propietaria de una pequeña empresa textil en Medellín, Colombia. Cuando abrió su taller, hace siete años, tomó un préstamo informal que le dejó tasas de interés altísimas y muy poco dinero en efectivo para reinvertir. "Cuando estaba pagando estos préstamos", dijo, "era como si nos estuvieran pegando con un garrote".

Una herramienta financiera poco conocida está generando un gran cambio en la situación de Sonia y de otros miles de empresarios que tenían dificultades para obtener préstamos porque carecían de una garantía adecuada. Los bancos latinoamericanos, por lo general, prefieren usar los terrenos y los edificios como garantía para otorgar préstamos. Sin embargo, en muchos mercados emergentes, más de tres cuartas partes del capital de las empresas está formado por bienes muebles, como maquinarias, ganado o cultivos.

Las leyes sobre transacciones con garantía y los registros electrónicos de garantías están transformando la cultura crediticia en la región, permitiendo a los prestatarios que no poseen terrenos ni edificios presentar otros tipos de garantías para obtener un préstamo.

Dado que en los próximos días banqueros de toda América Latina se reunirán en Medellín para asistir al encuentro anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), es esencial que los registros de garantías ocupen un lugar destacado en los debates sobre cómo ampliar el acceso al crédito en la región.

Con la puesta en marcha de un nuevo registro en Colombia, los empresarios como Sonia ahora pueden aprovechar activos tan pequeños como una máquina de coser para obtener un préstamo. Desde que comenzó a funcionar el mecanismo en marzo de este año, se efectuaron más de un millón de registros de garantías por un valor que supera los US$93.000 millones. Si bien solo el 10% de estos registros representan créditos nuevos, las posibilidades  para ampliar el acceso al financiamiento son claras. Más de 100 instituciones financieras, incluidos algunos de los bancos más importantes de Colombia, ya participan en el registro en calidad de prestamistas. Las reformas legislativas se lograron a través de un proceso de colaboración que se extendió durante tres años entre el gobierno colombiano, la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras) y la Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad del Grupo del Banco Mundial de apoyo al sector privado.

En el informe Doing Business 2015, publicado recientemente, por primera vez Colombia se aseguró el primer lugar entre los países de América Latina en la facilidad de hacer negocios, en parte gracias a la creación de este nuevo registro.

IFC ha trabajado con varias entidades en más de 30 países en proyectos de esta naturaleza. Los registros de garantías están derribando las barreras que limitan el acceso a los préstamos, en especial para las mujeres y los empresarios jóvenes, que no suelen tener historial crediticio ni relaciones bancarias.

Según encuestas realizadas por el Banco Mundial en 73 países, las reformas de los registros han ampliado el acceso al financiamiento bancario en casi 8 puntos porcentuales y el acceso a préstamos en 7 puntos porcentuales. Además, han permitido una reducción del 3%, en promedio, en el costo de los créditos.

En muchos países de América Latina y el Caribe se están logrando resultados notables. México ha creado un registro electrónico de garantías mobiliarias y el 97% de los registros corresponden a préstamos otorgados a pequeñas y medianas empresas. En mayo de este año, en Costa Rica se promulgó una nueva ley sobre transacciones con garantía, y se espera que su nuevo registro electrónico de garantías mobiliarias esté en funcionamiento en un plazo de un año. IFC está trabajando con República Dominicana, Trinidad y Tabago, Belice y Santa Lucía para desarrollar iniciativas similares.

Para Sonia, la pequeña empresaria en Medellín, el registro representa una oportunidad sin precedentes. Recibió un préstamo de US$15.000 que ha ayudado a que su empresa creciera y pasara de tres a ocho empleados. También tiene previsto comprar el local que actualmente alquila para su pequeña fábrica y adquirir también nuevas máquinas de bordar. "En cinco años, ya no se referirán a mi compañía como una microempresa", afirmó. "Tengo confianza en que creceremos con rapidez".

Estoy convencida de que este tipo de impulso empresarial es crucial para crear oportunidades y lograr un crecimiento económico sostenible en América Latina y el Caribe.

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