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Desarrollando líderes para América Latina
Jue, 02/04/2015 - 14:47

Michel Hermans

Desarrollando líderes para América Latina
Michel Hermans

Michel Hermans es Director de Estudios del One-Year Full Time MBA del IAE Business School.

Una de las principales preocupaciones de los CEO de las empresas que operan en la región es el déficit de liderazgo que anticipan para el futuro. Según un informe reciente de la consultora Towers Watson, la falta de sucesores para las posiciones directivas es una de las tres principales preocupaciones de cara al futuro en el 57% de las empresas multinacionales con origen en la región. Emilio Lozoya, CEO de Petróleos de México (Pemex), observó recientemente: “Yo percibo la disponibilidad de talento como uno de los principales desafíos para nuestra compañía”. Ante esta preocupación surgen varias preguntas. ¿Los retos que encaran los líderes en América Latina son iguales que los de otros mercados? ¿Podemos adoptar soluciones globales de desarrollo de liderazgo, o hay rasgos distintivos del liderazgo en nuestra región? ¿Qué rol pueden jugar las escuelas de negocio en el proceso de desarrollo de liderazgo?

Desafíos del liderazgo en América Latina. Al introducir la palabra ‘liderazgo’ en el sitio Amazon.com suelen aparecer más de 25.000 títulos sugeridos, lo que no sólo ilustra el interés creciente en el desarrollo del liderazgo, sino también la inexistencia de una definición inequívoca sobre este concepto. Sin embargo, como observa Dave Ulrich en su libro El código del líder, existen cinco dimensiones en las que se define el liderazgo: la estrategia, la ejecución, la dirección de otros, el desarrollo de capital humano, y el desarrollo de uno mismo. Uno puede posicionarse de distintas maneras en estas dimensiones, enfatizando más una que otra, de acuerdo a las características personales o la situación que uno enfrenta, pero tiene que superar los desafíos correspondientes para ser exitoso.

En América Latina, la dimensión estratégica –o el desarrollo de una visión del futuro– suele dificultarse en el mediano y largo plazo. Si bien muchos directivos tienen articuladas sus ideas con respecto a dónde quieren llevar sus organizaciones, la incertidumbre y la volatilidad que caracterizan el contexto de negocios de la región hacen que las prioridades del corto plazo opaquen la agenda a futuro.

En comparación con economías desarrolladas, la ejecución requiere de una mayor cuota de flexibilidad y creatividad. Limitaciones en la disponibilidad de recursos, disponibilidad de tecnología, cambios en la regulación y lagunas institucionales obstruyen la implementación de las estrategias en América Latina.

En la dirección de otras personas encontramos que el ejercicio de un liderazgo efectivo en América Latina requiere del desarrollo de vínculos interpersonales significativos. Esto no sólo requiere de inversiones de tiempo en generar relaciones y descifrar lo que el otro valora, sino también que el directivo líder se exponga como persona humana con valores y pasión.

El desarrollo de capital humano para la organización es una tarea compleja en América Latina. A pesar de mejoras puntuales, las mediciones internacionales muestran déficit en la formación de base. La organización sindical por sectores y la rigidez en las descripciones de puestos dentro de convenio colectivo obstaculizan los intentos de diferenciación basada en desarrollo de capacidades. Finalmente, si un líder logra desarrollar capital humano, corre el riesgo de que empresas que no hayan hecho inversiones en desarrollo busquen quedarse con los recursos formados.

Los desafíos de contexto y trato interpersonal requieren en los líderes en América Latina un mayor grado de auto-conocimiento. Entender lo que motiva a uno y tener conciencia de las propias fortalezas y limitaciones no sólo permiten la efectividad en el día a día. También sostienen el desarrollo del líder como profesional y como persona, y el ejercicio de un rol de ejemplo hacia los integrantes de la organización.

Desarrollo del liderazgo. La gama de opciones para impulsar el desarrollo del liderazgo se ha ampliado exponencialmente durante los últimos veinte años. Desde un enfoque pasivo basado en que ‘los pingos se ven en la cancha’, hasta subir a altas montañas acompañado por coaches, existen diferentes métodos para desarrollar al futuro líder. Partiendo de la base de que cada persona tiene que definir su estilo de liderazgo, se puede deducir que las soluciones globales de desarrollo de liderazgo tienen validez siempre que respondan a las necesidades concretas de la persona.

Sin embargo, al ejercer el liderazgo en un contexto particular como el latinoamericano surge la necesidad de entender características locales para ser efectivo. Más allá de la experiencia del día a día, se recomienda que por lo menos una parte del proceso de desarrollo permita la vinculación con el contexto.

El rol de las escuelas de negocios. Las escuelas de negocios  ofrecen programas de desarrollo del liderazgo enfocados en distintas necesidades. Para algunos puede alcanzar un programa corto orientado a entender el contexto de negocios. Otros optan por programas largos que permiten acompañar al participante en un desarrollo integral. La clave está en descubrir las necesidades, posibilidades y aspiraciones individuales.

Como escuela de negocios basada en América Latina, el IAE Business School busca contribuir a la reducción del déficit de liderazgo. Colaboramos con empresas en sus iniciativas generales de desarrollo. Sin embargo, es en los programas largos como el Master full-time (MBA) que logramos un mayor impacto en la persona, acompañándola en el desarrollo de un estilo propio de liderazgo. Aportamos una base  conceptual y experiencias de aprendizaje congruentes con las mejores prácticas globales pero enfocadas en nuestra región, enfatizando los valores que destacan a la persona que cumple el rol directivo.

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