Una de los programas de visas más populares para inversores que quieren inmigrar a Estados Unidas ha sido recientemente extendida hasta septiembre 30 de 2016. En ese momento, el Congreso volverá a considerar si extender o no una visa que está ayudando a redefinir el horizonte urbano de ciudades como Miami, New York y Los Ángeles. 

La visa EB-5, la cual permite a inversores extranjeros y sus familiares obtener la residencia permanente en Estados Unidos en aproximadamente dos años, requiere una inversión en proyectos que creen trabajos y tiene como meta fomentar el ingreso de capitales extranjeros a la economía nacional. Por eso mismo, el inversionista debe contribuir con un mínimo de capital que cree o  preserve al menos diez empleos de tiempo completo.

La inversión puede ser de US$500.000 o US$1 millón, dependiendo de si la inversión se hace en una zona de alto desempleo o una área rural con escasa población. A fines de enero, el Congreso debatió el futuro del programa de EB-5 -el cual fue temporalmente extendido en diciembre 2015- y envió señales indicando de que ese monto pueda aumentar cuando el programa de EB-5 se renueve en septiembre 2016. El Congreso también pudiese decidir cerrar este programa de visa de inmigración en aquel momento.

Otro cambio muy posible va a ser una redefinición de las áreas donde uno pueda invertir US$500.000 versus US$1 millón. Hoy día, muchos de los inversores pueden invertir US$500.000 en proyectos inmobiliarios en centros urbanos grandes como Miami, New York City, Los Ángeles y Chicago. Sin embargo, el Congreso está jugando con la idea de cambiar estos requisitos. 

Es importante clarificar que las personas que aplican para una visa EB-5 no están requeridas a vivir en la misma ciudad donde han hecho la inversión. Por ejemplo, un inversionista puede invertir en un proyecto en New York City para poder obtener la visa EB-5, pero puede residir en Miami.

Como en todo inversión, es importante que el inversionista se informe antes de confiar su dinero a un proyecto. Estar bien asesorado es tan importante como cuando alguien invierte en bonos o en el stock market. Si uno no hace su tarea de investigación antes de invertir, el resultado puede ser negativo. En el peor de los casos, el inversionista puede perder el dinero y la oportunidad a la residencia americana. La mejor forma de mitigar este riesgo es investigando el desarrollador detrás de un proyecto y confirmar varios elementos claves, como: 

(i) la experiencia del desarrollador 

(ii) el monto de capital que está invirtiendo el desarrollador en el proyecto 

(iii) analizar la proyección laboral del proyecto. 

El inversionistas también debe chequear si el desarrollador tiene un buen historial construyendo proyectos similares.

El proyecto en el que se invierte en Estados Unidos puede ser un proyecto independiente, o puede estar afiliado con un "centro regional". Además del beneficio migratorio, la mayoría de proyectos indican que el inversionista recuperará su inversión -más los intereses ganados anualmente- al completarse el proyecto. Generalmente los intereses son de 0,5% a 1%. Las ganancias no son muy altas, pero el objetivo principal del extranjero no es tanto hacer dinero, sino la green card. 

Muchos proyectos inmobiliarios en el Sur de la Florida, y especialmente en Miami, se están parcialmente financiando con capital proveniente de inversionistas con las visas EB-5. La cantidad de dinero que se pueda juntar para ayudar a pagar la construcción de un desarrollo está directamente relacionada a la cantidad de empleos que éste va a crear. Generalmente, desarrollos comerciales -como complejos de uso mixto, centros comerciales, hoteles, etc.- crean más empleos, y por ende, pueden recaudar más capital proveniente de la visa EB-5.

Si bien se cree que el Congreso va a renovar el programa de EB-5 en septiembre 2016, esperemos que no se hagan demasiados cambios ya que esta visa pudiese volverse menos accesible y menos práctica para muchos inversionistas de Latinoamérica.