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EE.UU., Rusia y China: ¿construyendo juntos un nuevo paradigma de orden global?
Jue, 13/11/2014 - 09:52

Rodrigo Álvarez

La ONU y Lula Da Silva: ¿modernización o crisis?
Rodrigo Álvarez

Rodrigo Álvarez es Académico-Investigador Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor, Coordinador e Investigador del Programa-Centro de Estudios Coreanos Chile de IDEA y Profesor de la Carrera de Periodismo de las Universidad de Santiago de Chile. Es Doctor en Estudios Latino Americanos, mención Relaciones Internacionales; Master of Arts en Economía Política Internacional por la Universidad de Tsukuba (Japón) y IVLP por el The United States Department of State Bureau of Educational and Culture Affairs. Además, es Periodista y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Diego Portales (Chile). Es miembro del Nuclear Security Governance Expert Group (NSGEG), del Fissile material Working Gruop (FMWG) y de la Red de Seguridad de América Latina (Resdal).

Parafraseando a Thomas Kuhn, en su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas, hoy pareciera que estamos en medio de una revolución en el sistema internacional. Kuhn sostiene que un paradigma, a lo largo de su reinado, enfrenta “anomalías”. Estás “anomalías”, si no pueden ser resueltas por el paradigma, tienden a socavar la confianza del mismo. El punto es que este proceso no solo debilita al paradigma dominante, sino que cuestiona su validez e inicia una búsqueda de soluciones “ad-hoc” que, por lo general, solo confirman que el paradigma dominante está en crisis.  

Hoy pareciera que no hay dudas sobre las “fracturas” que el paradigma unipolar está enfrentando. Mi posición es que ya no existe la posibilidad de preguntarse sobre si esto está o no sucediendo. Así lo deja ver la tensión entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN producto de los acontecimientos en Ucrania. Del mismo modo, reforzando la idea central, lo deja ver los hechos y el manejo que las potencias han hecho de la crisis en Siria.    

Efectivamente,  el sistema unipolar se “fractura” frente al resurgimiento y reposicionamiento de Rusia, así como a la consolidación del incipiente, pero ascendente y sostenido, poder chino en el sistema internacional del Siglo XXI.  

El caso ruso es, comparado con China, más abierto y directo.  Así lo deja ver el discurso del Presidente Vladimir Putin del 24 de Octubre de 2014 titulado: “El Orden Mundial: ¿Nuevas Reglas o un Juego sin reglas?” (Link del discurso en inglés: http://eng.kremlin.ru/transcripts/23137). Para el gobierno ruso lo importante es reflexionar sobre la necesidad de entender por qué el mundo está llegando a ser menos seguro y más impredecible y, en un mundo lleno de contradicciones, observa que no hay garantías y no hay certeza de que el sistema global y regional imperante sea capaz de proteger a las naciones de lo que define como “trastornos”. La razón de esto, sostiene Putin es que “el sistema ha llegado a ser seriamente dañado, fragmentado y deformado”. Hoy, lo esencial para Rusia, sería mantener la idea del “balance”. Sin embargo, en oposición a esto y sobre la idea de la inexistencia de un tratado formal de paz luego de terminada la guerra fría, lo central del discurso es la tensión que ha generado la “concentración del poder” en manos de Estados Unidos. Para Putin, “la dominación unipolar ha demostrado convincentemente que tener un solo poder central no hace los procesos globales más manejables”.  

En la misma vereda, pero de manera más sigilosa, parecieran estar el análisis que China hace del rol global de los Estados Unidos. El país asiático, desde 1978, ha tenido una evolución sistemática en su mirada del sistema internacional. Para comienzo de los 90s, la “estrategia de los 24 caracteres” de Den Xiaoping, promovió la idea de “nunca llegar a ser el líder (mundial)”. En el periodo de Jian Zemin, desafiando de alguna forma la visión de Den Xiaoping, se  desarrolló del concepto estratégico de posicionamiento global enmarcado en el “Ascenso Pacífico Chino”. Con Hu Jintao, bajo la premisa de una “Diplomacia de Gran Poder responsable” se hizo visible la idea del “Desarrollo Pacífico Chino”. Hoy, en un ambiente global enrarecido por las “fracturas del paradigma unipolar”, China se ve más activa.  Así lo deja ver la preocupación que Xi Jimping demuestra por las nuevas tensiones geopolíticas que se producen en las áreas de los mares chinos meridional y oriental. Es precisamente esta tensión la que ha llevado al gobierno chino a hablar del “Nuevo Concepto Asiático de Seguridad”. La cuestión central, a diferencia de lo que ya ocurre entre Estados Unidos y Rusia, es si para la relación Sino-Estados Unidos existe o no lo que se conoce como una “amenaza estratégica mutua”.

La forma en que Rusia y China ven el rol global de los Estados Unidos y la amenaza potencial, más allá de la interdependencia económica que pueden tener entre ellos, que éste representa para ambas naciones, han generado un entendimiento Sino-Ruso que solo debería hacer más estable el sistema internacional. Efectivamente, los últimos acontecimientos en el sistema internacional han impulsado un fuerte acercamiento entre Rusia y China.  

Así la cuestión, no es si el actual paradigma del sistema internacional será o no reemplazado, el tema es cuándo, cómo y por cuál paradigma será reemplazado.