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El desafío de los lagos artificiales de centrales hidroeléctricas
Mié, 16/09/2015 - 09:15

Maximiliano Morales Sepúlveda

Las redes sociales y el vino
Maximiliano Morales Sepúlveda

Maximiliano Morales Sepúlveda es ingeniero agrónomo de la Universidad de Concepción (Chile), gerente general de Andes Wines Communications y consultor en marketing de vinos, productos agropecuarios, turismo e inversiones. Se ha especializado en el desarrollo de estrategias de comunicación para empresas chilenas y extranjeras.

La alta judicialización de proyectos de energía y la interacción con la comunidad es un tema importante al momento de proyectar y construir un nuevo emprendimiento energético.

En Chile, la generación de electricidad a través de centrales hídricas cada vez toma más fuerza de norte a sur. Eso nos lleva a tener embalses en zonas con estrés hídrico como el reciente proyecto que pretende construir una central y embalse que utilizará agua de mar que se bombeará a 600 metros de altura.

El impacto de estos espejos de agua en las zonas aledañas entrega una oportunidad única para implementar un desarrollo turístico y agro-vitivinícola que está en ciernes en diversos lagos artificiales, pero que se verá reactivado con este impulso en la construcción de centrales hidroeléctricas.

Hablamos de replantar especies nativas que se están extinguiendo o recuperar la agricultura ancestral que se expresa, por ejemplo, en la vitivinicultura a partir de cepas tradicionales que están quedando en segundo plano y que podría ser una actividad económica importante.

Actualmente, en muchos de estos lagos artificiales existe una desarticulación de actividades turísticas y productivas propias del bajo posicionamiento de los sectores, lo que entrega una gran oportunidad para profesionalizar y articular la oferta para atraer nuevos flujos de visitantes e inversionistas interesados en construir emprendimientos, tanto hoteleros como nuevas plantaciones, no tan sólo de viñedos como ocurre en el Lago Colbún, sino también, por ejemplo, plantas cerveceras.

En los actuales embalses artificiales donde se ha creado una laguna artificial, ha existido un desarrollado acotado de parte de los empresarios locales en torno al turismo con cabañas, restaurantes, y en algunos casos, viñedos experimentales que han tenido excelentes resultados en cuanto al establecimiento de la viña misma.

En este contexto, el desarrollo vitivinícola debe ser potenciado en estas riberas, ya que el tipo de suelo que se encuentra en las riberas posee alto contenido de minerales de diversos tipos que ayudan a que la parras de uvas como Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Merlot, Syrah o Cabernet Sauvignon, expresen notas, aromas y sabores totalmente diferente a lo que encontramos en vinos del valle central.

En el caso de zonas aledañas al lago Ralco y Santa Bárbara, pese a la gran oferta turística y productiva como pesca deportiva, trekking, montañismo, turismo cultural, fotografía y camping, la alta estacionalidad de la zona ha producido un lento posicionamiento de las propuestas turísticas que deben ser mejor articuladas, además de acelerar el proceso de comercialización de los mismos. No basta con generar la oferta sin tener demanda, porque eso genera frustración  en los emprendedores del sector.

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