Pasar al contenido principal

ES / EN

El impacto de la crisis petrolera en África
Lun, 09/03/2015 - 10:57

José E. Mosquera

La interconexión eléctrica Colombia-Centroamérica
José E. Mosquera

José E. Mosquera es periodista y escritor colombiano. Es columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador, Portafolio, El Colombiano, El Mundo, La República, La Patria, El Liberal, El Universal y La Tarde (Colombia), La Nación (Costa Rica), La Prensa, La Estrella de Panamá y El Panamá América (Panamá), El Heraldo (Honduras), Tal Cual (Venezuela) y El Nuevo Diario (República Dominicana), entre otras publicaciones nacionales y extranjera.

África, la del continente de las dictaduras, de las endémicas guerras civiles, de la pobreza, las epidemias y las hambrunas, ha pasado a ser un territorio con perspectivas de prosperidad económica y social por los altos índices de crecimiento que han alcanzando países como Nigeria, Sudáfrica, Angola, Guinea Ecuatorial, Chad, Ruanda, Mozambique, Uganda, Botswana, Kenia, Gabón, Namibia y Ghana, entre otros.

El gran motor del boom económico de los países africanos es la demanda de materias primas de China e India. Por esas demandas, las economías africanas han crecido a un ritmo sin antecedentes en su historia. El petróleo, el gas, la minería y el turismo estaban marcando el nuevo rumbo en el desarrollo de los africanos, sin embargo, la caída de los precios del petróleo y en freno del ritmo en el crecimiento de China, están generando apuros en las economías africanas.

Países productores de petróleo como Nigeria, Angola, Guinea Ecuatorial, Sudan del Sur, Sudán del Norte, Argelia, Libia, Gabón Egipto y La República Democrática del Congo afrontan graves problemas económicos. Una producción petrolera que en la mayoría de los casos va al mercado chino.

El impacto sobre las economía africanas es enorme, en virtud de que China desde el 2009 superó a Estados Unidos como principal socio comercial de África. El comercio bilateral de China con África pasó de US$10.000 mil millones en el año 2000, a US$215.000 mil millones en 2014.

Un total de 2.650 empresas chinas operan en 50 de los 54 países africanos y sus inversiones directas superan los US$27.000 mil millones, cifra superior a las reservas bancarias de varios países latinoamericanos, para que tengamos un referente sobre la magnitud de los negocios de China en África.

De acuerdo con el Banco de Desarrollo de África, desde 1980 la clase media africana se ha duplicado hasta alcanzar 326 millones de personas. El año pasado más de 36 millones de turistas visitaron a África, y ese flujo de turismo ha contribuido al incremento de los ingresos públicos, del sector privado y a la generación de nuevas fuentes de trabajo.

La inversión extranjera directa neta en África creció 16%, y en 2013 fue de US$43.000 millones, impulsada por las nuevas reservas de petróleo y gas descubiertas en países como Guinea Ecuatorial, Angola, Mozambique y Tanzania.

Pero actualmente esos niveles de crecimiento se han estancado por la caída de los precios internacionales del crudo, baja que está obligando a los países a hacer drásticos recortes en el gasto público. Antes de la crisis petrolera mundial los indicadores del Banco Mundial señalaban que el crecimiento económico del África Subsahariana era firme debido a las demandas interna y los precios de los productos básicos.

En efecto, los expertos del BM esperaban que estos factores, junto con el fortalecimiento de la demanda externa, sostuvieran el repunte del crecimiento en el 2015, de alrededor de 4,7%. Sin embargo, la realidad ahora es otra y el desbarajuste económico es de marca mayor.

El norte de África, en el 2014, fue la región que registro la tasa de crecimiento más baja, 2,3%, cifra que tuvo una relación con los problemas políticas que desencadenaron las revueltas de la primavera árabe.

Los países de Africa Occidental fueron los que más crecieron con una tasa de crecimiento del 6,7%. África Oriental creció 6% y las proyecciones indican que este año su crecimiento será del orden del 6,4%, mientras que el de África central fue del 4,8%. Esos guarimos demostraban que los países africanos experimentaban cambios profundos en materia de desarrollo, crecimiento económico y estabilidad democrática.

Las cifras del Banco Mundial señalaban que el crecimiento económico del África subsahariana continuaría aumentando, sin embargo, la realidad es otra desde finales del año pasado. El impacto de la crisis petrolera mundial en África y del frenazo del crecimiento de China en la economía de los países africanos es supremamente preocupante, debido a que África había crecido en los últimos años a un ritmo superior a Europa y a América Latina. La dependencia de ese crecimiento, casi exclusiva en las exportaciones de materias primas, le está pasando una cuenta de cobros muy pesada a las economías africanas.

Países