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El mercado no está preparado y no puede ignorar los atentados en Paris
Mié, 18/11/2015 - 08:50

Steen Jakobsen

España, la nueva Grecia del mañana
Steen Jakobsen

Steen Jakobsen es Economista Jefe en Saxo Bank.

Nunca me ha gustado comentar sobre acciones del terrorismo como las que golpearon a París el viernes pasado, pero por desgracia he tenido que hacerlo demasiado a menudo desde el 11S. No hay palabras que puedan consolar la pérdida que el pueblo de Francia ha experimentado durante este fin de semana. No tiene sentido y nunca lo tendrá.

Francia es fuerte y se recuperará, pero la pérdida se quedará para siempre, pérdida injusta a través de actos de crueldad y cobardía.

El impacto en el mercado será limitado. Por supuesto, se trata de un acontecimiento que no beneficiará al mercado, pero tampoco va a frenar a Francia, a París o a los mercados.

Ignoramos riesgo geopolítico en los mercados por la razón estadística que rara vez, en la reciente historia, haya afectado la capacidad del mercado para ir viento en popa. Si esto tiene que ver con una respuesta política que en todo momento ha sido unas tasas de interés más bajas o una tendencia fundamental de una prima de riesgo muy elevada, es muy prematuro decirlo, pero cada vez estoy más convencido de que se trata de las tasas más bajas, que es el conductor clave.

Desde 1990, cuando estuve en el mercado, sólo he visto tres ciclos de alza de tasas por parte de la Fed: 1994, 1998 y 2004. Muchos de los traders y los analistas de hoy nunca han visto un repunte de tasas rara. Vamos a hablar del "tráfico" de un solo sentido.

El mundo está cambiando de varias maneras, algo que está siendo ignorado por los mercados, ya que lo percibo en cada uno de mis viajes alrededor del mundo. Puedo constatarlo ahora rumbo a Tokio, donde Abenomics falló. El PIB de Japón acaba de aterrizar en otra recesión con un PIB intertrimestral de -0,2%.

La Reserva Federal de Estados Unidos subirá las tasas a menos que el S&P rompa los 1.900 puntos antes de Navidad y estamos a punto de sentir el verdadero dolor de la elevada deuda y sin reformas.

En otras palabras, como ha mostrado el aumento de capital en los últimos 18 meses, los vientos en contra desde las tasas están aumentando y, por lo tanto, el soporte para los riesgos geopolíticos ha caído. Asimismo, temo que París pueda ser sólo el primer episodio de una lucha de civilizaciones.

Lo que ha ocurrido en París este fin de semana podría ser el comienzo para dejar de ignorar los acontecimientos geopolíticos. El hecho de que Estado Islámico asumiera la responsabilidad es un cambio importante de su modus operandi, ya que tradicionalmente su terrorismo ha sido limitado a la zona que controla en Siria y Afganistán, pero ahora se ha vuelto global en su lucha.

Un amigo mío de Paris me dijo que el sábado que la situación, lejos de mejorar, va a empeorar. La caja de Pandora abierta por la guerra de Irak no se cerrará pronto. La capacidad de ejecutar seis ataques simultáneos muestra la poca capacidad que tenemos para controlar la comunicación a pesar de la intrusión de las autoridades cada vez mayor en la privacidad de los habitantes.

James Comey, director del FBI, vaticinó que esto podría suceder al hablar sobre cómo la encriptación puede significar que los servicios de inteligencia se "vuelvan oscuros". Nunca hemos estado más vigilados y nunca hemos perdido más privacidad que ahora, sin embargo, la capacidad de adelantarse al terrorismo parece baja.

¿Quizá la tecnología no sea la respuesta? ¿Más empleos, menos deuda, menos desigualdad, más, mucho más educación, más fe en la gente y tal vez menos en las máquinas es la respuesta? Vivimos una época donde las personas más exitosas y las empresas crean una realidad virtual social, donde la actualización de su estatus en las redes sociales es más importante que los modales, el respeto y el pensamiento.

El caso de París todavía es otra llamada de atención para los mercados sobre el riesgo geopolítico por la falta de inversión en la educación y la investigación básica, pero lo más importante, para darnos cuenta de cómo seguimos ignorando los hechos. La guerra de Irak, Siria, Líbano, los refugiados, la desigualdad, la falta de reformas, las sociedades impulsadas por la deuda y una falta de educación y la productividad.

Sigo siendo optimista sobre nuestra capacidad para enfrentar esta crisis, pero mi amigo de París tiene razón. La situación va a empeorar... simplemente no estamos preparados para el riesgo geopolítico en materia para los mercados ni estamos todavía dispuestos a ello.

*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.com.

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