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El proyecto "Synco" y la posibilidad de otro ''futuro posible'' para Chile
Mié, 04/05/2016 - 10:37

David Maulén

El proyecto "Synco" y la posibilidad de otro ''futuro posible'' para Chile
David Maulén

David Maulén es desde 1999 investigador de las interfaces y prospectivas entre arte, ciencia tecnología y sociedad, con principal interés en Sudamérica. Fue colaborador de la exposición www.cybersyn.cl 2007 (ZKM y CCPLM), ex investigador del área de Nuevos Medios del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes de Chile, entre 2011 y 2013, y colaborador del proyecto SEAD, Enabling New Forms of Collaboration among Sciences, Engineering, Arts, and Design, disponible de forma gratuita como MIT Press ebook. Actualmente profesor Asistente de la Escuela de Diseño UTEM (Chile).

¿Qué era el proyecto Cybersyn, o proyecto Synco de 1972? Fue una iniciativa de la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo) de Chile, supervisada por el cibernético de segunda generación Stafford Beer, para poder coordinar en tiempo real las diferentes áreas productivas del país controladas por el Estado, a través de un sistema de transmisión de información en tiempo real (on line).

Antes de este proyecto cualquier ministro de Economía sólo contaba con informes de cosas ya pasadas, haciendo muy difícil predecir y tomar decisiones. A la fecha sólo el proyecto norteamericano Arpa Net (de uso militar) tenía estas características. Y en este caso fue aplicado en el Tercer Mundo, dentro de las políticas de sustitución de importaciones, con el concepto cibernético de “heterarquía“, es decir, Independencia Colaborativa Descentralizada (ICD) o modelos de gestión alternativos a jerarquía. Es por eso que este proyecto más de una vez ha sido recordado como la "internet socialista", pero es necesario explicar mejor lo que fue.

Hoy en día la metodología utilizada en el Cybersyn se enseña en Escuelas de Negocios como Harvard, por el simple hecho que en un modelo centralizado de gestión siempre será más ineficiente (no debe confundirse con la tercerización, eso es otra cosa). En caso de que un gerente encargado de las decisiones no pueda actuar, un equipo de trabajadores, capaces de tomar decisiones evitarán pérdidas de tiempo, recursos y resultados.

De manera más compleja el proyecto está basado en Modelos de Sistemas Viables (VSM), esto significa que cada organización se puede resumir en tres elementos básicos: un espacio de decisión, un medio ambiente natural, cultural y social, y la técnica que media la relación entre uno y otro. Estos tres elementos configuran una acción.

Pero sin duda uno de los focos más avanzados de esta experiencia fue el desarrollo de diseño y modelos de interacción, especulando incluso ya en esa época con el concepto de interface, absolutamente asimilado hoy a las tecnologías digitales. Sin embargo, la suma de factores que hicieron posible esta pionera experiencia sólo se entiende como una consolidación del modelo del Estado desarrollista, a pesar que significar un enorme avance hacia lo que en el modelo neoliberal se conoce como "economías del conocimiento".

Este es un punto crucial, porque cabe preguntarse si en el contexto de hoy sería posible innovación integrada y compleja a esta escala. A fines de los años 80 e inicios de los años 90, Miguel Giacaman generó en Chile un cambio de paradigma global al desarrollar un software anti virus basado en el sistema inmunológico; para seguidores de Francisco Varela fue un antivirus "autopoiético", y luego fue capaz de masificar en Sudamérica el uso de información a través de código de barra, con la producción de un film master mucho más económico que el importado. Pero Giacaman no fue retenido por ningún organismo educativo y/o productivo chileno, entre otras cosas, porque no tiene un PhD, y de hecho sus conocimientos de electrónica fueron autogenerados. Por esta falta de visión institucional local, aceptó un ofrecimiento en Sillicon Valley.  

¿Tendríamos futuro para una economía alternativa basada en el valor agregado de las tecnologías de la información? Por ejemplo, como las que proponía la Empresa Nacional de Computación ECOM, contraparte estratégico de Cybersyn, en 1972. Es sabido que otras economía emergentes, no socialistas, como la de Corea del Sur, perfeccionaron el modelo de sustitución de importaciones sudamericano, justo en la época en que dejó de utilizarse en nuestra región, y hoy Corea del Sur es Samsung. No los compran, nos lo venden.

En otro tipo de historias paralelas, un país que tenía una base similar a Chile, como es Uruguay, sin abandonar el modelo de Estado Desarrollista del todo, hoy después de los "commodities" (materias primas) basa su economía en el desarrollo de software, superando a gigantes como Brasil o Argentina. Hace 45 años Uruguay tenía la mejor distribución de ingreso de la región, y Chile la segunda; hoy Chile creció 14 veces, pero tiene la segunda peor distribución, después de Brasil. Uruguay continúa con la mejor.

En el extremo opuesto vemos a Chile con un discurso de consumo muy fuerte respecto a las tecnologías de la información, pero en la práctica débilmente basado en la venta de "commodities" sin valor agregado. Hay que recordar por ejemplo que Cybersyn se desarrolló complementariamente al Instituto Tecnológico de la Corfo (Intec), como parte del "Pacto Andino" que decidió una colaboración donde el norte de Chile se encargaría de producir elementos tecnológicos como transistores, televisores Antú, equipos de sonido IRT, entre otros. El jefe del proyecto, el diseñador alemán proveniente de la HfG, Ulm Gui Bonsiepe, fue justamente el encargado de darle forma y materializar este concepto interactivo, la "interfaz", con el desafío interdisciplinario de diseñadores capacitados en economía y otros campos, para determinar el subjetivo "valor de uso" del campo de la estética, es decir, del conocimiento generado por una experiencia sensible.

Hoy nos preguntamos sobre la posibilidad o imposibilidad del desarrollo de diseño de interacción al punto de cambiar modelos. En la economía chilena, donde cualquier producción industrial debe competir en solitario con grandes economía como India, Corea o China, ya no es parte de un programa orgánico a largo plazo. Y al mismo tiempo nos preguntamos por otro cambio de modelo en las tecnologías de la información, cuando el chileno César Hidalgo unifica en 2010 el trabajo de diseñadores del MIT, con economistas de Harvard, para crear su gran mapa global de la economía a través de una visualización de datos complejos. La pregunta obvia es: ¿existían las condiciones para hacer algo así en Chile? La respuesta también es obvia. Es así que la gran invitación que nos genera el proyecto Cybersyn -acrónimo de sinergia cibernética, que representa a Chile en Londres en 2016, pese a ser un proyecto de 1972- es recoger estos "futuros posibles", eliminando la nostalgia fetichista, pero potenciando la capacidad que tuvimos para generar cambios de paradigmas en el diseño de interacción, con desafíos multidisciplinarios, y a valorarlos y estudiarlos en detalle para potenciar nuevos aciertos.

Cybersyn también fue apoyado por la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas O.I.T., mientras otras versiones alternativas se aplicaban en otras instancias, como la realizada por la Universidad Técnica del Estado o la adaptación al desarrollo de vivienda social del software predictivo Pert/CPM, por parte de la Corporación de Mejoramiento Urbano CORMU. Podría sorprendernos incluso saber que en 1972 los profesores Jaime Michelow e Inés Hardy desarrollaron una unidad para un curso de liceo en el desarrollo de software... La pregunta es irrespondible: ¿qué habría pasado si esto hubiera continuado?

A esto nos exponen hoy los seleccionados del Fab Lab Santiago que continúan la necesidad de redescubrir estos antecedentes, ya desde hace más de diez años por investigadores como Eden Medina, Hugo Palmarola, Catalina Ossa, Enrique Rivera y Sebastián Vidal, Pablo Brugnoli, Fernado Portal y quien suscribe. Esta vez apoyados por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la DIRAC y un jurado internacional. 

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Imagen 01. Modelo de Sistema Viable VSM o Sistema Synco. Diagrama de Stafford Beer para la Opsroom, desarrollado como interafaz por Gui Bonsiepe en 1972. Imagen cortesía de Corfo Chile bajo licencia Creative Commons.

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Imagen 02. Esquema del cálculo del valor de uso de la estética, o promesa de valor de uso, realizado por Gui Bonsiepe en el Intec Corfo de 1972 para el desarrollo del concepto interactivo Interface. Imagen cortesía de Corfo Chile bajo licencia Creative Commons.

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Imagen 03. El cibernético de segunda generación Stafford Beer explicando a sus alumnos en Inglaterra la experiencia del Cybersyn en Chile, registro de 1974. Imagen cortesía de Raúl Espejo, miembro del equipo original del proyecto.

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