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El reto de las demandas de los millennials en el transporte
Vie, 29/04/2016 - 13:34

Juan Manuel Leaño

Juan Manuel Leaño
Juan Manuel Leaño

Juan Manuel Leaño es Jefe del Equipo del Proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Ya pasaron  varios meses desde que terminó la reunión de este año del Transport Research Board (TRB 2016), donde escuché una  presentación de Kelcie Ralph de  Rutgers University en torno  a los millennials y el sector transporte. Dicha charla era claramente una demanda o una crítica a quienes estamos en el  sector y  no estamos considerando a esta nueva generación al momento de planificar, diseñar, proponer políticas públicas y pensar en la movilidad en el futuro.

Hay muchas definiciones sobre los millennials, jóvenes nacidos en las décadas de los 80 y 90 que tienen  entre 18 y 30, algunos estudiando y otros ya en el mercado laboral, jóvenes que piensan, actúan y se movilizan de una manera diferente, con flexibilidad de horarios, que priorizan el balance entre trabajo y vida personal, el trabajo en equipo, la responsabilidad social, abiertos al cambio y predominantemente urbanos. Y que, sobre todo, utilizan la tecnología como parte de sus vidas.

Esto nos llama a la reflexión y a la acción para identificar e incorporar las necesidades de esta generación en el desarrollo de las infraestructuras del sector transporte orientadas por los ministerios y el resto de entidades del sector. En el caso del sector automotriz la venta de automóviles estaría llegando a su punto máximo pues esta nueva generación está buscando nuevas formas de transporte, nuevas líneas de tren ligero, servicios de tránsito rápido de autobuses, la infraestructura completa de bicicletas, nuevas fórmulas para compartir automóvil que ofrecen empresas como Zipcar o Car2Go, además de servicios como Uber y Lyft en muchas ciudades que proporcionan una nueva alternativa para el transporte público tradicional. En consecuencia, la nueva generación no tendría interés en comprar automóviles nuevos.

En números, de hecho, los millennials han dejado de comprar vehículos nuevos. La venta en este sector se redujo 30% entre 2007 y 2012. El 80% de ellos conducen automóviles usados y comparten el automóvil. La mayoría usa otros medios de transporte para ir a su trabajo o movilizarse. En Nueva York, por ejemplo, sólo el 53% de la generación del milenio va a trabajar en coche, el 54% de los adolescentes obtienen licencia de conducir en el momento de cumplir 18 años en comparación con alrededor de dos tercios de los adolescentes que la obtenían hace dos décadas.

En este terreno las siguientes son algunas de las preguntas que a mi modo de ver deberíamos plantearnos quienes trabajamos en el sector transporte. ¿Estamos cumpliendo desde el sector transporte con las expectativas de las nuevas generaciones? ¿Estamos desarrollando herramientas que permitan a las nuevas generaciones contar con un transporte a la altura de sus hábitos y el mayor respeto por el medioambiente que demuestran? ¿Deberíamos hacer algo para moldear y equilibrar algunas posiciones que podemos considerar radicales por parte de los millennials? Está claro que el trabajo debe ser permanente. Afrontamos el reto de estar atentos a los hábitos de las nuevas generaciones para responder a sus demandas y para que haya un equilibrio entre lo posible y lo óptimo.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Moviliblog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).