Pasar al contenido principal

ES / EN

El reto de los productos de innovación en Colombia
Vie, 19/09/2014 - 09:43

Constain Salamanca Mejía

La nanotecnología como estrategia de innovación para Colombia
Constain Salamanca Mejía

Constain Salamanca Mejía es Docente Investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Universidad Icesi de Cali, Colombia. Es Doctor en Química de la Universidad de Chile y Becario del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Posee más de diez años de experiencia en el área de la fisicoquímica aplicada.

En 2007, el gobierno de Colombia y el sector privado se unieron para desarrollar una política nacional de competitividad a largo plazo, donde se definió una visión para convertir a nuestra nación en un país de ingresos medios en 2032. Esta Visión determinó tres estrategias esenciales para aumentar la competitividad del país: desarrollo de sectores de clase mundial, aumento la productividad y el empleo y formalización de la fuerza laboral.

Estas tres estrategias estarían soportadas por esfuerzos en ciencia, tecnología e innovación, basadas en un trabajo integrado entre tres estamentos, tales como el gobierno, la industrial y la academia. Para implementar la primera estrategia se creó el Programa de Transformación Productiva (PTP) con el fin de mejorar la competitividad y acelerar el desarrollo de los sectores emergentes y de continuo crecimiento, como el cosmético, el químico de aseo-limpieza, el de adsorbentes, el farmacéutico y el agroquímico.

Sin embargo, estos sectores industriales han develado una seria de falencias, principalmente relacionadas con la falta de habilidad para realizar desarrollos tecnológicos propios; o bien, desarrollos de nuevos productos con potencial de innovación, donde una práctica muy recurrente consiste en la adquisición de fórmulas químicas para el desarrollo de productos, a partir de terceros en otros países. Así, que cuando se requiere hacer una modificación o la búsqueda de nueva función o propiedad para un producto determinado, se debe recurrir de nuevo a aquellos terceros de otros países, con lo cual se genera un ciclo vicioso de dependencia. Se debe resaltar que aunque esta situación no corresponde a un caso generalizado y que algunas empresas nacionales, principalmente las más grandes, ya han entendido la problemática y han creado áreas específicas como los departamentos de investigación y desarrollo (I&D) o investigación-desarrollo-innovación (i+d+i), realizando grandes inversiones en infraestructura y tecnología; también se ha observado que hay un desaprovechamiento y subutilización de estas mismas, al no haber un concordancia entre la capacitación académica requerida y dicha infraestructura tecnológica.

Así, podemos afirmar que la Innovación y el desarrollo de nuevos productos serán factores claves de éxito para esos sectores industriales y para ello, es necesario contar un talento humano capacitado y competente con una alta fundamentación técnico científica de vanguardia, orientada al diseño y la formulación de productos pertinentes con un impacto socio-económico para la Nación.

Por tanto, para lograr superar estas falencias será necesario que el gobierno desarrolle políticas de incentivos para las industrias, que exista una mayor inversión económica en ciencia y tecnología para el sector académico por parte de los sectores gobierno e industrial y que el sector académico adquiera un compromiso de trabajo adaptado a las necesidades del sector industrial, donde seamos los científicos académicos quienes tornemos o adaptemos nuestros conocimientos para dar solución a problemas comunes, con miras al desarrollo social y económico de la nación y no continuar con el trabajo aislado y de producción intelectual que solo sirve para los intereses propios del investigador y la academia.

Países