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El retorno del minero al Perú
Mar, 10/05/2016 - 08:49

Héctor Collantes

Héctor Collantes
Héctor Collantes

Héctor Collantes es Head de Research Renta Variable de Credicorp Capital Perú.

Después de tres años de mal desempeño, las acciones mineras tuvieron retornos atractivos durante el 2016. El negocio está volviendo a ser lo que siempre fue, muy difícil.

El ciclo de alzas y bajas de los precios de los metales parece estar normalizándose. Estos precios solían pasar por fases de expansión y caída de tres a cuatro años. Usualmente se invierte pensando con esos horizontes en mente y a pocos años de recortes de costos le seguían períodos similares de búsquedas de expansiones. El valor surgía de conservar operaciones rentables para los tiempos malos mientras se identificaban proyectos valiosos para la recuperación. Los proyectos grandes suelen estar identificados años atrás, pero llegan a construirse en periodos de relativo auge en precios. Cuando China comenzó a debilitarse, los mineros –y muchos inversionistas- estaban acostumbrados a un ciclo de alza de ocho años. 

La mejora en costos tardó en conseguirse. Pero desde finales de 2014 es posible decir que esa tendencia inició y 2015 acabó con algunas mineras peruanas consiguiendo rebajas en sus costos directos de producción en 20%. La renegociación de contratos y unificación de compradores, el reemplazo de proveedores y la suspensión de algunas zonas de exploración llegaron primero. En 2015, comenzamos a ver ajustes que llegaron a los gastos de inversión en sostenimiento, en búsquedas de optimización en las operaciones diarias. Las mineras peruanas hicieron su trabajo controlando costos.

Esto ocurrió a la vez que los precios de los metales descendían durante casi toda la segunda mitad del 2015. Renovados temores en el crecimiento de China desafiaban las medidas de costo marginal de la industria minera. Pero los precios mínimos se obtuvieron en enero de este año. Hubo un cambio en las importaciones chinas, se reactivaron planes de estímulo sobre las conexiones eléctricas y los términos de refinación y tratamiento de los concentrados sugirieron cierta escasez en dicho mercado de metales. Algunos precios, como el del cobre, pasaron a dar alzas de 20%, un mercado alcista en su definición más difundida.

Las acciones de las mineras reaccionaron de modo acorde. Un alza de precios inesperada las encontró posicionadas para obtener buenos resultados en mejoradas condiciones. La liquidez en la bolsa de Lima comenzó a mejorar desde comienzos de 2016 y ello contribuyó al alza de los precios de más acciones. Los precios de la mayoría de las acciones mineras dejaron de ofrecer incrementos adicionales. Los precios de los metales ya superan los estimados de final de año. Pero la inversión en minería demostró que es otra vez una alternativa rentable a la que debe verse de cerca.

El último beneficio del impulso minero fue el mayor volumen de las grandes expansiones de cobre, cuyo efecto sobre el resto de la economía también favoreció a la bolsa. Toromocho y Constancia iniciaron operaciones a finales de 2014, la expansión de Cerro Verde y Las Bambas, a finales de 2015. Si tomó tres trimestres hasta que la actividad económica doméstica se viera afectada por la caída de precios del segundo trimestre de 2013, en el cuarto trimestre de 2015 se cumplieron tres trimestres desde que las nuevas minas de cobre operan y su impacto comienza a llegar al resto de la economía. 

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