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España: las diez píldoras envenenadas de Podemos
Mié, 25/02/2015 - 14:25

Juan Ramón Rallo

Hasta el colapso final y más allá
Juan Ramón Rallo

Director del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana (España) y profesor asociado de la Universidad Rey Juan Carlos.

Podemos se ha autocoronado como el gran regenerador de la vida política y económica de España. Según nos han prometido sus dirigentes, su llegada al poder implicará una democratización sin límites de las instituciones, un destierro de la corrupción de las administraciones públicas y un rescate económico en favor de la ciudadanía. Sucede que el salvífico programa económico que nos plantean no sólo no rescata de la miseria a los españoles, sino que los sumen mucho más en ella.

1- El coste mínimo de contratar a un trabajador se incrementaría 33%

Podemos promueve la reducción de la jornada laboral a 35 horas, el aumento del salario mínimo y el incremento extraordinario de las cotizaciones sociales. La combinación de estas tres medidas implicará un aumento desproporcionado del coste de la contratación. Por ejemplo, si mientras se reduce la jornada el salario mínimo subiera un 20% y las cotizaciones sociales un 5%, el coste mínimo de contratar a un trabajador se incrementaría un 33%: dada la relación negativa entre el salario mínimo y empleo, este encarecimiento del coste salarial mínimo destruiría más de 75.000 puestos de trabajo (especialmente entre los menos cualificados). Pero los efectos sobre el conjunto del empleo serían todavía más devastadores, ya que el aumento de costes salariales también afectaría al resto de trabajadores, eliminando de un plumazo toda la mejora de la competitividad internacional que hemos experimentado en los últimos años.

2- Regreso a los fraudulentos años de la burbuja inmobiliaria

Podemos plantea instaurar un mega Plan E que relance el burbujístico modelo de la construcción y rehabilitación de viviendas. El partido de izquierdas defiende regresar al modelo del pelotazo inmobiliario teledirigido desde las administraciones públicas. Lejos de facilitar la transición hacia una economía de alto valor añadido, Podemos aspira a regresar a los fraudulentos años de la burbuja.

3- Gigantescas subidas de impuestos

Podemos reivindica hipertrofiar el gasto público hasta equipararnos con los países nórdicos. El gasto público de Suecia es un 20% superior al de España, por lo que equipararnos con el país nórdico equivaldría a incrementarlo en 100.000 millones de euros. En tal caso, el déficit público se elevaría hasta los 160.000 millones de euros, lo que requeriría disparar nuestra presión fiscal en un 40%. Prepárense, pues, para gigantescas subidas de impuestos: en Suecia, de hecho, la tributación sobre el consumo es un 90% mayor a la de España y los trabajadores con menores salarios pagan siete veces más IRPF que en nuestro país.

4- Hachazo a los ahorradores

Podemos insta a incrementar el impuesto sobre la renta, especialmente a ahorradores y profesionales autónomos. Además de incrementar los gravámenes del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) incluso por encima del nivel en el que lo dejó Montoro en 2012, Podemos propone más que duplicar los gravámenes sobre las rentas del ahorro (desde el 20% actual a más del 40%) y eliminar el régimen de estimación objetiva para los profesionales autónomos, lo que en la mayoría de los casos implicaría un muy considerable sablazo tributario sin contrapartida alguna.

5- Pesadilla para los autónomos

Podemos demanda aumentar las contribuciones a la Seguridad Social de los trabajadores autónomos. Actualmente, el 80% de los autónomos escoge tributar a la Seguridad Social por la base mínima, lo que les supone un pago de 265 euros mensuales. Podemos quiere obligarles a tributar por sus ingresos fiscales reales, de modo que un autónomo con rentas anuales de 15.000 euros vería incrementada su cotización a la Seguridad Social en 1.300 euros al año.

6- Mordida sobre la compraventa de acciones

Podemos propone establecer una «Tasa Tobin» sobre las transacciones financieras a costa de los ahorradores y de los inversores. El impuesto sobre las transacciones financieras equivale a una mordida sobre la compraventa de acciones, penalizando con dureza los rendimientos de los ahorradores. En los años 80 del siglo pasado, Suecia implantó una «Tasa Tobin» similar a la que plantea Podemos y el fracaso fue absoluto: la recaudación fue un 94% inferior a la prevista y el 60% de las transacciones financieras se deslocalizaron a Londres.

7- Irresponsable gestión del crédito

Podemos reclama consagrar en la Constitución Española el derecho ciudadano al crédito, especialmente garantizado a través del establecimiento de una banca pública. En España ya hemos padecido las consecuencias del sobreendeudamiento ciudadano y de la irresponsable gestión del crédito por parte de nuestros políticos y de sus subalternos. Lo hacían a través de las ultrapolitizadas cajas de ahorros: la banca pública marca España. Hasta el momento, esa banca pública ya nos ha costado a los contribuyentes españoles más de 60.000 millones de euros en los últimos años. No repitamos los mismos errores del pasado: esta vez no será diferente.

8- Déficits públicos por encima del 3% del PIB

Podemos pide alterar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en Europa para tener permitido acumular sostenidamente déficits públicos por encima del 3% del PIB. Por si acaso, las subidas de impuestos no le bastaran para desbocar el gasto público; la formación de izquierdas también exige que nuestro país pueda endeudarse estructuralmente más de un 3% del PIB al año. España ya roza el 100% de deuda sobre el PIB, de modo que continuar emitiendo cada año varias decenas de miles de millones de euros en deuda constituiría una extraordinaria irresponsabilidad que nos abocaría o a una alta inflación o al impago.

9- Exigencias del Banco Central Europeo

Podemos exige una modificación de los estatutos del Banco Central Europeo para que éste pueda financiar directamente a los gobiernos. Acaso consciente de que, como decimos, el sobreendeudamiento público necesitará acompañarse de una elevada inflación, Podemos reivindica que el BCE monetice masivamente la deuda pública de todos los gobiernos europeos. En circunstancias normales, la compra masiva de deuda pública por parte del banco central acarrea una elevada inflación —como bien sabíamos en España hasta la llegada del euro o como bien saben ahora mismo en Venezuela o Argentina—. La inflación es un impuesto que pagan los depositantes y los inversores en deuda pública: un nuevo robo con el que Podemos castigaría a la ciudadanía para financiar su Estado hipertrofiado.

10- Quitas generalizadas al estilo fallido de Grecia

Podemos recomienda reestructurar la deuda pública. Por si todo lo anterior fallara, por si ni siquiera las agresivas subidas de impuestos y la abrasiva inflación consiguieran cubrir la totalidad del hipertrofiado gasto público «podemita», el partido de izquierdas liderado por Pablo Iglesias sugiere reestructurar la deuda pública española. Quitas generalizadas que no sólo suponen atracar a nuestros acreedores, sino que también darían paso a la bancarrota de parte de nuestro sistema financiero, al aislamiento de España en los mercados internacionales de crédito e, incluso, a nuestra salida de la zona del euro.

En suma, la política económica que propone Podemos es justo la opuesta a la que necesita España: necesitamos menos impuestos, menos gasto público, menos deuda, menos intervencionismo gubernamental y menos inestabilidad institucional. Pero, en cambio, Podemos nos ofrece muchos más impuestos, más hipertrofia estatal, más endeudamiento público y privado, más regulaciones tentaculares y una caótica disrupción institucional. La ruina.

*Esta columna fue publicada originalmente en el centro de estudios públicos ElCato.org.

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