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¿Está ardiendo México?
Vie, 21/11/2014 - 09:05

Ana Paula Ordorica

México: nada está escrito en las elecciones
Ana Paula Ordorica

Ana Paula Ordorica es analista político, conduce el programa Frente al País, junto con el periodista Pablo Hiriart, que se transmite todos los días por Grupo Imagen en más de 70 radiodifusoras de México y 20 estaciones en el sur de los Estados Unidos. Adicionalmente es titular del programa Paralelo 23 en ForoTV, Televisa. Es analista habitual de Excelsior, Nexos y Foreign Affairs Latinoamérica, entre otros medios. Es licenciada en Relaciones Internacionales del ITAM, con estudios de Maestría en Historia en la Universidad Iberoamericana.

Aun cuando resulta exagerado el reportaje de Jo Tuckman para The Guardian en el que escribe que México está ardiendo, es evidente que la situación en el país es de descomposición.

Las manifestaciones exigiendo el hallazgo con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa se han multiplicado con ciertos grupos aprovechando la tragedia para hacerse escuchar, como lo vimos en las marchas del día de ayer, que obligaron incluso a cancelar el desfile del 20 de noviembre.

Para sumarle al complejo panorama, el tema de La Casa Blanca de Angélica Rivera viene a acrecentar el enojo social con el gobierno primero y con la clase política después.

Aun con el video en el que la Primera Dama quiso explicar cómo es que compró la casa, el tema inexplicable e inexcusable sigue siendo que la propiedad la tenga la empresa constructora consentida desde los años de Peña Nieto como gobernador del Estado de México.

Sigue sin quedar claro, o más bien se intuye exactamente por qué el señor Hinojosa y su empresa, Grupo Higa, son a la vez dueños de La Casa Blanca y parte ganadora de la licitación ahora revocada para la construcción del tren Querétaro-México.

Una licitación revocada justamente por carecer de transparencia.

A los ciudadanos nos ponen trabas para evitar lavado de dinero y fraudes que van desde no poder hacer cheques de más de 5 mil pesos al portador, no poder hacer ciertas compras en efectivo, no poder depositar montos mayores a 20 mil pesos en efectivo en nuestras cuentas y, al final, somos testigos de una clase política que se brinca todas estas trabas para hacer y deshacer a su antojo.

El enojo está en todas partes. El desconcierto con esta democracia que parece no funcionar es ya muy decepcionante. No hay a quién irle.

Las clases bajas están enojadas por la falta de empleo y de oportunidades. Las clases medias por una reforma fiscal que ha recaído en mayores pagos para los cautivos, sin una mejora en los servicios y con escándalos de gasto público a diario. Y los grandes empresarios están molestos con un gobierno que no paga los servicios que contrata, a pesar de tener un presupuesto récord.

México no está ardiendo, pero sí hay un panorama complejo ante un gobierno que reacciona para apagar incendio por incendio.

El enorme reto hoy es lograr que este enojo se canalice de tal forma que ahora sí veamos un cambio positivo; un México en movimiento... pero no hacia el declive, sino hacia la construcción de una clase política que se sienta orgullosa de servir a la población y no de servirse a sí misma.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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