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Grandes lecciones de Keynes para los inversores
Jue, 13/08/2015 - 09:26

Andrés Cardenal

Tres compañías tecnológicas con sólidos dividendos
Andrés Cardenal

Andres Cardenal es Analista de Sala de Inversión América.

John Maynard Keynes (1883-1946) es uno de los economistas más reconocidos en cuanto sus aportes a la ciencia económica y la comprensión del funcionamiento de la economía en general. Además, también fue un exitoso gestor de inversiones, con un estilo francamente innovador para su época. A continuación, algunas lecciones importantes que podemos obtener sobre Keynes y su carrera como inversor.

Warren Buffett es uno de los hombres más ricos del mundo y uno de los inversores más exitosos en la historia. El mismísimo Buffett ha elogiado el talento inversor de Keynes en el año 1991, cuando se refirió al economista británico como “Un hombre cuya brillantez como inversor igualaba su brillantez de pensamiento”.

Keynes tuvo una amplia experiencia como gestor de activos, no solo en cuanto a sus inversiones personales, sino también en lo que respecta la administración profesional de capital. Entre 1922 y 1946 Keynes estuvo a cargo de gestionar el capital de King’s College, institución educativa en Cambridge, en la cual Keynes también ejercía tareas como profesor.

El capital inicial en 1922 era de 30.000 libras esterlinas, monto que se transformó en 380.000 libras al final del período. Entre 1927 y 1946 Keynes obtuvo un retorno promedio anual de 9,1%, lo cual en primera instancia no parece demasiado extraordinario. Sin embargo, cuando se analizan los datos en su contexto histórico, los retornos obtenidos por Keynes fueron ampliamente superiores al promedio de mercado.

El período en cuestión incluye la debacle financiera y económica de 1929 y el estallido de la Segunda Guerra Mundial, eventos ambos con un impacto devastador sobre diferentes clases de activos financieros. Como valor de referencia, el mercado bursátil en el Reino Unido tuvo una pérdida promedio anual del 1% a lo largo de esos años.

En general son bastante excepcionales los períodos prolongados con bajas generalizadas en los índices bursátiles, lo cual denota que Keynes gestionó el capital de King's College durante una etapa especialmente dificultosa. Teniendo esto en cuenta, los retornos obtenidos por Keynes fueron ampliamente superiores al promedio en un período agresivamente adverso para los mercados financieros en general, lo cual implica una performance más que positiva por parte del economista.

Por otro lado, no todas sus experiencias como inversor fueron exitosas. En sus primeros años, Keynes intentó aplicar una estrategia que actualmente podría definirse como Global Macro, es decir, rotando entre acciones, bonos, commodities y monedas en función de un análisis económico y financiero de las principales tendencias mundiales.

Al respecto, vale la pena tener en cuenta que Keynes no solo era un brillante economista, sino que además ocupaba el cargo de Director del Banco de Inglaterra, lo cual lo ubicaba en una posición de privilegio en lo que respecta al acceso a la información y las políticas monetarias y económicas que se estaban llevando adelante en diferentes países.

A pesar de esto, obtuvo retornos por debajo del promedio de mercado hasta el año 1928. Incluso, Keynes no logró anticiparse a la Gran Depresión en 1929, e ingresó en esa etapa negra para los mercados financieros con una posición de más de 80% de su portafolio comprado en acciones. Demás está decir, dicho evento tuvo un impacto negativo considerable sobre sus retornos, y Keynes decidió entonces modificar su estrategia.


En etapas siguientes, Keynes cambió el foco hacia la selección de acciones individuales, analizando los balances y estados de resultados de las diferentes compañías para posicionarse en los negocios más convenientes. Keynes aprovechó la Gran Depresión para tomar una posición en contra de la manada, comprando cuando todos vendían, lo cual le generó cuantiosas ganancias con la llegada de la recuperación en los años siguientes.

La etapa más exitosa de la carrera de Keynes muestra claros puntos en común con la filosofía de Warren Buffett. Para empezar, Buffett propone sempre seleccionar acciones de calidad a largo plazo. Además, el Oráculo de Omaha tiende a ir permanentemente en contra de la manada. En las propias palabras de Buffett: “Ser codicioso cuando los demás tienen miedo y temeroso cuando los demás sienten codicia”

Existen otras coincidencias relevantes, por ejemplo, tanto Keynes como Buffett proponen una cartera concentrada en las mejores alternativas de inversión, lo cual se contrapone a la idea de diversificar lo más ampliamente posible para reducir el riesgo.

En definitiva, tanto Buffett como Keynes encontraron el éxito en los mercados mediante estrategias de inversión relativamente sencillas. Invertir en las mejores compañías a largo plazo, manteniendo siempre una mirada independiente y crítica diferenciada de la opinión de las grandes masas.

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