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Guatemala se subió a la pasarela de la moda
Vie, 27/02/2015 - 10:36

Loreto Oda Marín

Botar o no botar, esa es ahora la cuestión
Loreto Oda Marín

Loreto Oda es periodista de AméricaEconomía.com

Las luces se prendieron y comenzó el show. El Mercedes Benz Fashion Week Madrid levantó el telón y, con ello, dio la partida a las Semanas de la Moda en Europa para la temporada otoño/invierno 2015-2016, pues por estos días es el turno de Milán y ya fue el de Londres. Lo propio hizo al otro lado del continente New York Fashion Week, por última vez llamada Mercedes-Benz Fashion Week.

Pero además de estas icónicas pasarelas, donde también destacan, entre otras, París y Sao Paulo, ahora se suman nuevos nombres, como Bogotá, Santiago de Chile y Guatemala, éste último, país que en noviembre se vistió de gala, se puso tacones, vestido largo y se subió a la pasarela al debutar con su primer Mercedes Benz Fashion Week, uno de los eventos más destacados en el mundo de la moda. Incluso, los expertos apuestan que la industria guatemalteca dará un giro ahora que los focos se posaron por unos días sobre este país centroamericano.

Y cómo no, si estos Fashion Week han adquirido una notoria importancia desde 1996, cuando Mercedes Benz comenzó su relación con la moda, siendo el patrocinador oficial de esta instancia en Sidney y Melbourne, en Australia, para luego estar detrás de la organización de otras producciones en New York, Miami, Estambul, Barcelona y México DF.

Por esto, ser la sede de este evento es una gran vitrina para los diseñadores locales, quienes pueden validar y exhibir sus creaciones "Ready to wear" (lista para usar), “Haute Couture” (alta costura) y sus accesorios, los cuales cada vez han ganado más protagonismo en la pasarela.

Desde hace un tiempo, diversos países de América Latina han comenzado a deslumbrar dentro del mundo de la moda, haciendo que el resto ponga su atención en ellos. Brasil está dentro de los consolidados, mientras que Perú, Colombia y Chile dentro de los que han demostrado tener un gran potencial regional, tanto por su talento local como por sus realidades económicas, con una clase media cada vez más robusta y con mayor poder adquisitivo como para poder darse algunos lujos y optar por productos más sofisticados.

Una prueba de lo anterior es que grandes marcas han aterrizado y apostado por estos mercados. Incluso, en la capital chilena, Santiago, se creó en el mall Parque Arauco un distrito del lujo, donde se pueden encontrar glamorosas tiendas como si se estuviera en cualquier capital con más tradición en el mundo de la moda.

Ahora a este listado se estaría sumando Guatemala, al ser escogida como sede por Mercedes Benz, marca que presenta un considerable crecimiento en el segmento de alta gama.

Ante esto, uno se pregunta: ¿qué tiene Guatemala que ahora se posiciona en el centro de la moda? Varias serían las razones por la que esta nación ha comenzado a destacar. Una de ellas es el desarrollo, en el último tiempo, de la industria guatemalteca, tanto en su capacidad artística, estética y de confección. De hecho, esta fue una de las razones por las que los organizadores apostaran por este destino, pues estaban convencidos de que el país estaba preparado para tener un evento de este tipo, es decir, de nivel internacional.

Algo del todo esperable si se considera que Guatemala es la economía más grande de Centroamérica, con un crecimiento económico relativamente estable en las últimas décadas, a tal punto, que posee un gran potencial para acelerar su crecimiento económico mediante el comercio, el turismo y la integración internacional, factores fundamentales cuando se trata de la industria de la moda.

El desafío dejado tras dos días de variados desfiles, en los que participaron diseñadores guatemaltecos como Guillermo Jop, Hernán Dubois, Eduardo Figueroa, Mauricio Samayoa y Thelma Espina, no es menor. Ahora queda mantenerse en el tiempo, estar a la altura de los otros escenarios del mundo y sobre el estándar de Mercedes Benz, organizador que busca enfocarse en el modern luxury.

Latinoamérica está de moda para la industria y Guatemala ahora está comenzando a brillar con luces propias. Es momento de no dejar de deslumbrar.