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Hacia donde va la pelota en materia de Ecoetiquetado
Lun, 27/09/2010 - 15:20

Alejandra Medina

Hacia donde va la pelota en materia de Ecoetiquetado
Alejandra Medina

Gerente de Sustentabilidad GEQ (Chile).

Mucho se ha comentado, y en alguno casos asustado, sobre la exigencia a partir del próximo año del etiquetado de huella de carbono para productos que se comercialicen en Francia. Si bien se trata de la primera disposición obligatoria, ya que hasta ahora existían recomendaciones e iniciativas de carácter voluntario lideradas principalmente por empresas de retail y fundaciones, lo cierto es que la Ley Grenelle 2, promulgada el pasado 12 de julio, se refiere a muchos otros temas, sólo un artículo hace referencia al etiquetado y lo hace en forma muy distinta a lo que se ha planteado en artículos de prensa, por ejemplo, en Chile.

A través de la Ley Grenelle 2, Francia avanza en su compromiso nacional de darle prioridad a la sustentabilidad y lo hace en distintas materias. Cambio climático, biodiversidad, residuos, energía, transporte, consumo sustentable, son algunas de las áreas que aborda. Es una ley extensa, tiene 257 artículos y modifica 25 códigos. Sólo el artículo 228 se refiere al etiquetado en temas ambientales y el fundamento de este requerimiento está más bien en fomentar el consumo sostenible que abordar el cambio climático.

El artículo 228 establece lo siguiente:

"… desde el 1 de julio de 2011, y previa consulta con todos los actores relevantes en la industria, se desarrollará una etapa de experimentación, por un período mínimo de un año, con el afán de informar progresivamente al consumidor… sobre el contenido de carbono equivalente de productos y su embalaje, así como del consumo de recursos naturales o del impacto sobre los medios naturales generado por estos productos durante su ciclo de vida. Durante esta etapa se evaluará y se informará esta evaluación al Parlamento, el cual decidirá si se generaliza esta disposición. En caso positivo, un decreto en Consejo del Estado determinará la modalidad de la generalización de esta disposición. Se tendrá en consideración la especificidad de las pequeñas empresas para conseguir el objetivo perseguido…
 Un decreto del Consejo de Estado se definirá sobre la base de reglas bien definidas por cada categoría de productos, la naturaleza e información pertinente, según su modo de distribución; la ubicación de la información y las referencias que hay que utilizar…”.

Podemos identificar tres temas importantes dentro de este artículo que modifica el Código del Consumidor Francés. Primero, que se trata de un etiquetado multicriterio, no se refiere solo a huella de carbono. Luego, se establece un período de prueba y una evaluación, por lo que su aplicación será gradual y considerando los impactos que ésta tenga principalmente en las empresas de menor tamaño. Finalmente, se establecerán indicadores por categorías de productos, indicadores que no se limitarán sólo a la huella de carbono y que se construirán participativamente, considerando particularmente la experiencia que ya tiene el retail.

Respecto al enfoque multicriterio, esto es coincidente con la tendencia mundial en materia de medir y reportar impactos ambientales y sociales de las actividades productivas. Utilizar como indicador las emisiones de gases de efecto invernadero, si bien es un avance, no refleja todos los impactos ambientales de determinada actividad. La huella de carbono no considera impactos en la biodiversidad, en el agua, los cambios de uso de suelo, entre otros.

Por otra parte, si bien esta ley establecería por primera vez una norma obligatoria en materia de etiquetado ambiental, quienes han liderado este proceso en el mundo no han sido los gobiernos ni tampoco las organizaciones no gubernamentales, sino las grandes cadenas de supermercados.

Con las grandes cadenas de supermercados dictando la pauta en materia de ecoetiqueado, es interesante ver no sólo lo que están haciendo hoy, si no lo que están pensando hacer en el futuro. Si bien supermercados como Casino, Tesco y Wal Mart partieron muy fuerte con el levantamiento y reducción de la huella de carbono  -Casino ha desarrollado su propio etiquetado de índice de carbono-, hoy se encuentran ampliando su mirada a temáticas tanto sociales como ambientales.

En el foro mundial Sustainability Consortium, en el que participan grandes empresas y cadenas del retail como Pepsico, Walmart, HP, DELL, 3M, se están desarrollando metodologías y herramientas para mejorar las sustentabilidad de los productos de consumo, así como también la comunicación con los consumidores. Estas metodologías consideran reportes y comunicación diferenciada; business to Business, business to retail y Business to consumers, por categorías de impacto y multicriterio; impactos asociados energía, a toxicidad y cambio climático, por ejemplo. Hay que recordar que Walmart ya está en Chile, a través de D&S, quien ya ha comunicado a sus proveedores más importantes los énfasis de la política de sustentabilidad que se implementará en el futuro cercano.

El gobierno Francés hace lo mismo a través de un trabajo conjunto entre la Agencia para la Gestión de la Energía y Medio Ambiente (Ademe) y la Organización Francesa de Normalización (Afnor). Estas instituciones se encuentra desarrollando en forma colectiva guías de buenas practicas en materia de ecoetiquetado de productos de consumo masivo y seleccionando indicadores por categorías de productos. Ya han decidido que establecerán un máximo de tersindicadores por categoría -alimentos es una de ellas-, y se han propuesto como indicadores a reportar: cambio climático, impacto en el agua y biodiversidad.

En Chile, existe un proyecto de ley, presentado en noviembre de 2009, que modifica la ley N° 19.496 de protección de los derechos del consumidor con el objeto de obligar al proveedor de bienes y prestador de ciertos servicios de informar las emisiones de dióxido de carbono y la cantidad de agua utilizados en su elaboración, embalaje y transporte (Boletín N° 6767-03).

La huella de carbono es un elemento importante, y un muy buen punto de partida, pero no el único indicador para medir la responsabilidad ambiental de las empresas. La tendencia es hacia el establecimiento de requerimientos multicriterio que abordan impactos tanto ambientales como sociales. Ya existe una página web, www.goodguide.com, para consumidores más ambientalmente concientes, que clasifica y compara productos considerando impactos ambientales, sociales y en salud, y puede bajarse como aplicación gratis para el IPhone.

Por lo tanto, además de preocuparse de levantar su huella de carbono, las empresas chilenas, exportadoras o no, deben comenzar a identificar y transparentar todos los impactos de su actividad productiva. Se trata de implementar una estrategia de sustentabilidad integral que haga a la empresa sustentable en el largo plazo. Estamos hablando de competitividad, no de sólo de ser o parecer “verde”.

En la medida en que los consumidores sean cada vez más ambientalmente concientes, el camino a la sustentabilidad evolucionará de ser una opción, a una necesidad para sobrevivir.  Como dice Adam Werbach, pionero el materia de implementación de estrategias de sustentabilidad, el camino ya no es sólo verde, es azul.