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¿Hay gobierno en Venezuela?
Jue, 03/04/2014 - 11:28

Ramón Guillermo Aveledo

Venezuela, país de despedidas
Ramón Guillermo Aveledo

Ramón Guillermo Aveledo es doctor en Ciencias Políticas, abogado, político, profesor e intelectual venezolano. Miembro y dirigente del partido COPEI. Fue diputado en el Congreso de la República por el Estado Lara durante tres períodos constitucionales; jefe de la fracción parlamentaria socialcristiana en el Congreso y dos veces presidente de la Cámara de Diputados. Durante la presidencia de Luis Herrera Campíns fue Secretario Privado del presidente. También ejerció como presidente de Venezolana de Televisión de 1983 a 1984. Fue presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional entre 2001 y 2002. Es secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Hace un tiempo, a comienzos de 2011, viajé a Bruselas para reuniones en la Unión Europea. En el parque vecino al hotel donde me hospedaba, se reunía una enorme manifestación. Familias enteras acudían a participar en aquella protesta llevando su banderita negra, amarilla y roja.

Pregunté por el motivo de tan numerosa movilización y la respuesta que recibí puede parecernos extraña: es que no hay gobierno y exigimos a los políticos que formen uno. El caso es que la nación europea es una democracia parlamentaria y el resultado de las elecciones de mediados de 2010 no arrojó una mayoría, y la gente les reclamaba a los dirigentes de los partidos que hicieran su trabajo, se sentaran a dialogar y produjeran un ejecutivo que gobernara el país. Meses después, socialistas, democristianos y liberales, francófonos y flamencos, acordaron un gabinete encabezado por el socialista Di Rupo, hijo de inmigrantes italianos.

Bélgica no tuvo gobierno entre mediados de 2010 y finales de 2011, pero la policía operaba con normalidad y había seguridad en la calle, funcionaban el correo y los teléfonos, y los semáforos ordenaban la circulación por calles iluminadas y sin huecos, los aviones aterrizaban y despegaban de aeropuertos y los barcos atracaban y zarpaban de los puertos de Amberes y Gante, y el de ferris de Ostende. La economía seguía moviéndose, la gente trabajando, las escuelas abriendo sus aulas.

¿Cómo no pensar en Venezuela? Tenemos un gobierno cuya existencia nos la recuerda en cadenas diarias de radio y televisión órdenes y contraórdenes y, principalmente en estos días, mediante la desmedida represión a los manifestantes. Pero en el primer trimestre del año rondamos las 1.200 muertes violentas solo en el área metropolitana de Caracas. Se producen apagones eléctricos de varias horas aunque la situación económica disminuye el consumo industrial y comercial. Escasean alimentos, medicamentos y también cemento y acero, que los produce el gobierno. Si los belgas se quejaban por no tener gobierno, ¿qué podríamos decir los venezolanos?

“Así, así, así es que se gobierna” es el coro característico en las cada vez más ralas, desangeladas, burocráticas asambleas oficialistas, y es imposible no sentir un dejo irónico en la consigna. ¿Qué querrá decir “así es que se gobierna”? Si lo que funcionaba cada vez funciona menos, y lo que funcionaba mal, cada vez funciona peor.

*Esta columna fue publicada originalmente en Últimas Noticias.