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La alerta roja por los incendios forestales en Chile y su pobre contención
Jue, 05/03/2015 - 10:26

Rodrigo Reveco

La alerta roja por los incendios forestales en Chile y su pobre contención
Rodrigo Reveco

Rodrigo Reveco es especialista en manejo de crisis, desastres y catástrofes. Gestor de pautas de brigadas forestales, procedimientos y aplicaciones de protocolos y tecnología de ultima generación. En Frankfurt se especializó en manejo de emergencias, crisis incendios como bombero IMO que maneja el estándar de Naciones Unidas IMO International Maritime Operations. Ha estado en grandes incendios en Australia y desarrollado protocolos de ONEMI en los 80, en uso en Chile hasta hoy, junto Andro Petric Bowen.

Tratar de justificar y lamentarse de las muchas hectáreas de vegetación perdidas después de los incendios forestales, junto con intentar establecer los responsables directos del origen del fuego, y/o solo culpar al viento, la sequía, etc., parecieran ser la única respuesta para enfrentarlos. Sin embargo, nadie quiere reconocer que existen problemas críticos de planificación y gestión integral de un programa de manejo del fuego en Chile, liderado por organismos establecidos como oficiales en nuestro país y que también son responsables por la no detección y contención a tiempo de los siniestros.

Aunque sean pocos los que insisten que es necesario modificar a la brevedad los actuales procedimientos -una forma desesperada de defender a la flora y fauna afectada indirectamente por una mala gestión de inicio de temporada-, quiero transmitirle a todos quienes conforman los diversos estamentos del país, y que pueden de alguna forma presionar para transmitir un llamado de alerta nacional, algunas inquietudes:

· ¿Por qué no se efectúa un análisis técnico considerando un plan integral de protección por macro zonas como, por ejemplo, la creación de una que comprenda las regiones de la Quinta a la Séptima, y a partir de ahí ir desplegando el resto de regiones, basadas en un criterio técnico, meteorológico, de ocurrencia histórica, etc.?

· ¿Por qué no se chequea el estado de las bases de algunas brigadas de combate contra el fuego a nivel nacional, ya que los estándares de seguridad no son homogéneos y menos eficientes en su desempeño?

· ¿Qué ocurre con los horarios de las brigadas y qué medidas se toman para los horarios nocturnos?

· ¿Por qué no se contrata personal como lo hace la empresa privada?

. ¿Cuál es la experiencia de algunos jefes de operaciones, jefes de brigadas, etc.,  y cómo es la medición de las mejoras en la cualificación o certificación de éstos?

· Si efectuásemos un examen o encuesta de conocimiento de los brigadistas, ¿nos encontraríamos con muchas sorpresas?

· El nivel de los técnicos o jefes de brigadas no es homogéneo. Existe mucho burn out o desgaste sicológico. El promedio de edad de los funcionarios de planta en manejo del fuego es de 50 años, no existiendo renovación de personal. Si bien es cierto que poseen el know how, no la formación profesional.

. Nadie coordina o supervisa qué se está haciendo con los bomberos a nivel nacional en cuanto a capacitación e implementación; si están evaluando correctamente el peligro que es enfrentar un incendio de interfase (WUI). Se han exhibido imágenes y grabaciones impactantes al respecto.

· No existen herramientas de prognosis, o sea, simuladores de incendios para hacer un análisis del daño potencial, como lo tienen en España, EE.UU.,  Italia, etc., sumamente importantes para tomar  decisiones oportunas y no reactivas, de manera de simular el comportamiento del fuego y saber en definitiva cuánto y qué se va a quemar, pero mucho tiempo antes.

· No se cuenta con sistemas de apoyo o soporte para el despacho de unidades, de tal manera que las centrales de operaciones tengan claro las prioridades y la debida asignación de recursos a un determinado foco.

· Se carece de un sistema de alerta de peligro, como en Canada, EE.UU., España, etc., que permita generar un mapa de riesgo vegetacional, mapas de caídas de rayos, análisis meteorológico específico para cada incendio o región.

· No se cuenta con mapas de prioridades de protección regionales.

· Existe un deficiente sistema de comunicación que no permite integrarse a otros recursos como bomberos, empresas, etc.

· Las empresas forestales llevan muchos kilómetros de distancias en estos temas. Más que la inversión, es por su gestión integral en manejo del fuego. No se cuenta con sistemas de registros en línea que cuantifiquen realmente los costos. Sólo son estimaciones, pero muy  básicas. Saber cuánto cuesta y costó tal incendio es  un dolor de cabeza para los administrativos.

. Como es evidente, existe un tema de gestión y planificación grave y lo peor es que no hay gente joven con experiencia. Si se efectuase un catastro se encontraría personal que lleva entre 20 y 30 años con el paso detenido, muy similar al bosque nativo.

· Es necesario saber y diferenciar cuando una brigada está contratada y cuando queda operativa, ya que no se dispone, por ejemplo, del vestuario para implementar nuevas unidades, debido a que es adquirido en España a un sólo proveedor, el que mantiene el monopolio.

· De la misma manera, las espumas de contención utilizadas en algunas ocasiones para el control del fuego y compradas por costumbre carecen de cualidades  ignífugas para impedir la reignición de las llamas, y no se investiga o averigua si existen productos mejores.

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