De acuerdo a la definición de las normas para la práctica profesional, la auditoría interna se trata de una actividad independiente y efectiva concebida para agregar valor, donde los auditores internos ayudamos al personal de toda empresa a cumplir con sus objetivos organizacionales.

No se trata de una responsabilidad directa de estos profesionales de identificar o detectar fraude, aunque es parte de su trabajo. Asimismo, existen condiciones que son únicas tanto en las organizaciones públicas como privadas en la cual de ocurrir podrían presentar incididos o banderas rojas de lo que es una irregularidad y son características que han sido probadas a través de los años.

Una de las principales herramientas es el Triángulo de fraude, creada en el año 1939 por el criminólogo norteamericano Doctor Donald Cressey  y que establece que para cumplir un fraude sin importar que estemos hablando de una institución financiera, gubernamental o religiosa, lo primero que existe es una presión para cometer una irregularidad. ¿Qué podría ser una presión? Un objetivo financiero que sea inalcanzable para los directivos de la entidad, que en muchas ocasiones podría originar un tipo de contabilidad fraudulenta.

En segundo lugar, puede que exista una oportunidad cuando hay una deficiencia en el sistema de control interno que permite que una persona pueda violar los procedimientos establecidos sin ser detectado. Y en tercer lugar, la racionalización. Muchos infractores después de haber sido descubiertos dicen que cometieron el fraude porque es parte del sistema, porque todo el mundo lo hace y en muchas ocasiones no hay consecuencias de sus inconductas. Por este motivo, es muy importante trabajar mucho con la cultura organizacional. Son los empleados lo que pueden poner al tanto de la posible existencia de una irregularidad.

También debe existir un adecuado programa ético a través de toda la organización donde se comuniquen los valores, los principios y la conducta que se espera que cada uno de los miembros de la institución cumpla. No sólo se debe tener un programa de comunicación, sino también un manual ético, para que las personas lo conozcan, lo entiendan y además sepan que es parte de sus responsabilidades el cumplirlo. No se trata sólo de documentar de manera magistral los principios éticos de la organización, lo tienen que conocer y tiene que ser parte de su comportamiento diario.

En los últimos años, ha habido una mejora significativa en los métodos para frenar la corrupción, de crear un tono en la alta dirección a través de los procesos de los gobiernos corporativos en las instituciones privadas, lo cual ha mejorado de manera fundamental el ambiente de control y la cultura organizacional de las instituciones. No hay que olvidar que se puede encontrar fraude o desviaciones ya sea en el país más pequeño de Latinoamérica o en el país más desarrollado y grande. Un ejemplo de esto es la crisis de 2008 que fue originada como epicentro en EEUU y que tuvo un efecto significativo en los países del primer mundo. Donde se evidenció que los controles de las instituciones financieras no eran los adecuados y eso afectó de forma directa el comportamiento de empresas líderes como Lehman Brothers por ejemplo. La crisis del 2008 provocó una pérdida de confianza del sistema fundamental de que se basa el capitalismo, que son los negocios. Y las consecuencias fueron graves. Cientos de miles de personas perdieron sus empleos, otros perdieron todos sus valores que tenían depositados y además la enorme pérdida de credibilidad del sistema económico y financiero global en países desarrollados de las grandes potencias.

No necesariamente se debe pensar que a mayor crisis mayor probabilidad de que suceda fraude. Todo va a depender de la cultura y los valores. Lo que sí como sucede en los países grandes como en los que sucedió la crisis de la burbuja inmobiliaria, el impacto a nivel global es mucho mayor porque afecta todo.

En la mayoría de las instituciones ya los controles están siendo automatizados de manera completa, eso ayuda a poder descentralizar revisiones, seguimientos y supervisión en tiempo real y permite el poder identificar las desviaciones o violaciones a las normas establecidas de manera oportuna. Los sistemas expertos de monitoreo continuo que han establecido las organizaciones, principalmente las instituciones financieras, han mejorado en forma sustancial en poder identificar violaciones e irregularidades en tiempo real. La informática juega un papel crítico en este tipo de tema.

A modo de ejemplo, como caso reciente de fraude puedo mencionar a Volkswagen, una empresa que era líder a nivel mundial de fabricación de automóviles, que sólo al mencionar su nombre era sinónimo de excelencia en ingeniería Alemana. Y una empresa que a nivel global tiene más de 260 mil empleados y queda claro como la decisión de un pequeño grupo de personas de colocar un software para el control de emisión pudo afectar de forma radical una institución tan grande prestigiosa y de tantos años. Sus acciones este año llegaron a su mínimo más bajo histórico y todo por la falta de valores éticos y del grupo directivo de esta organización y problemas fundamentados en temas de gobierno corporativo. No solamente debemos de tratar de cumplir con lo que es legal, como lo que es ético. Hay que hacer lo correcto en cualquier tipo de situación y no necesariamente porque haya cualquier tipo de reglamentación o un esquema de control de la emisión de monóxido de carbono en un tipo de vehículo diesel. Lo importante es que lo que se promete o se dice se debe de cumplir aún exista o no una regulación. En este ejemplo tenemos un tema de valores que lamentablemente esa gran corporación no cumplió y está pagando tanto en penalización como en el negocio de sus acciones de la peor manera.