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La decisión de Joe Biden
Mar, 06/10/2015 - 09:43

Ana Paula Ordorica

México: nada está escrito en las elecciones
Ana Paula Ordorica

Ana Paula Ordorica es analista político, conduce el programa Frente al País, junto con el periodista Pablo Hiriart, que se transmite todos los días por Grupo Imagen en más de 70 radiodifusoras de México y 20 estaciones en el sur de los Estados Unidos. Adicionalmente es titular del programa Paralelo 23 en ForoTV, Televisa. Es analista habitual de Excelsior, Nexos y Foreign Affairs Latinoamérica, entre otros medios. Es licenciada en Relaciones Internacionales del ITAM, con estudios de Maestría en Historia en la Universidad Iberoamericana.

Todo apunta a que Joe Biden haga pública su decisión respecto de entrarle o no a la contienda por la nominación demócrata este fin de semana. Una contienda que mientras del lado republicano ha tenido mucho movimiento, en el lado demócrata se ha caracterizado por lo opuesto. Ha sido una contienda aburrida.

Sí, está el escándalo de los correos de Hillary Clinton y en las encuestas ha subido el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, pero al final ambos fenómenos son reflejo de que no hay mucho sucediendo ahí.

Por ello hay tanta expectativa respecto de la decisión del actual vicepresidente Joe Biden. Un hombre que ha llegado a ser bastante popular a lo largo del gobierno de Obama y cuya posible candidatura es vista con ojos positivos por uno de cada cinco demócratas a nivel nacional.

¿Se dará una tercera oportunidad Biden?

Podría hacerlo primero que nada porque ha crecido políticamente mucho desde aquellos dos fugaces intentos, el de 1987 y el de 2008, por alcanzar la nominación de su partido.

En esos dos intentos pasados, uno acabó apenas tres meses después de que se lanzara, en junio de 1987, cuando se le acusó de plagiar un discurso del político británico Neil Kinnock.

El intento de 2008 duró un poco más. Fue un anuncio y campaña de un año que concluyó cuando obtuvo menos de 1% en el caucus de Iowa en enero de ese año.

Pocos meses después fue invitado por Barack Obama para ser su compañero de fórmula, dada su experiencia en política exterior en momentos complicados en ese rubro para Estados Unidos, que lidiaba con dos guerras y una muy mala imagen en el mundo árabe.

Otra razón para lanzarse una tercera vez es que estaría cumpliendo con la última voluntad de su hijo Beau, quien antes de fallecer víctima de cáncer en mayo pasado le pidió a su padre que se lanzara una vez más por la Presidencia.

No obstante, veo dos problemas en la posible candidatura de Biden. El primero es que, como él mismo ha dicho, para buscar la Presidencia del país más poderoso del mundo hay que estar 110% convencidos.

Un Biden que está valorando si entrarle o no cinco meses después de que se lanzara la más fuerte rival de los demócratas, Hillary Clinton, no parece estar así de comprometido.

El segundo problema es que los números de las más recientes encuestas muestran que si Biden le entra a la contienda lograría arrebatarle varios puntos a Hillary Clinton, pero esto sólo fortalecería a Sanders, no logra colocarse como favorito.

La pregunta que The Washington Post, muchos norteamericanos y, seguramente, el propio Biden se hacen estos días es si el segundo político más importante de Estados Unidos quiere jugar ese papel de arrebatarle liderazgo a Clinton y nada más, en su tercer intento por hacerse de la nominación de su partido.

Parece un papel bastante mediocre para Biden, quien se espera haga pública su decisión antes del primer debate de su partido, que será el próximo martes 13.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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