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La demostrada tesis del crecimiento económico boliviano
Mar, 03/09/2013 - 13:24

Roger Edwin Rojas Ulo

La demostrada tesis del crecimiento económico boliviano
Roger Edwin Rojas Ulo

Roger Edwin Rojas Ulo es Viceministro del Tesoro y Crédito Público de Bolivia. Fue Director General de Crédito Público del Ministerio de Hacienda y Coordinador-Docente de la Maestría en Desarrollo Económico del Postgrado en Ciencias del Desarrollo (CIDES). Es economista de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Doctor en Ciencias del Desarrollo Ph.D.(c) con estudios de Maestría en Economía y Políticas Públicas en el Instituto Torcuato Di Tella (ITDT, Argentina), y Magister en Economía de Recursos Naturales y del Medio Ambiente, en la Universidad de Concepción (Chile).

En las últimas semanas se expuso en AméricaEconomía.com el artículo denominado “La débil tesis gubernamental del crecimiento”, en el cual se expresa lo que podría deducirse como una hipótesis sobre el crecimiento de la economía boliviana: que el verdadero impulsor es el sistema bancario financiero, debido al ritmo de crecimiento del crédito al sector privado, favorecido por un tipo de cambio fijo apreciado, que estimula la importación de consumo y no así a la inversión.  

Llama la atención que se presente un análisis que pretende formular una tesis alternativa poco objetiva sobre el crecimiento de la economía nacional, ya que soslaya aspectos conceptuales y resultados empíricos.

Conceptualmente la demanda interna debe entenderse como la cantidad total de bienes y servicios demandados por la población de un país, el cual se desagrega en consumo e inversión, tanto pública como privada. Como se advertirá, erróneamente, se identifica sólo al crecimiento del crédito bancario, orientado al consumo privado, como el gran motor del crecimiento económico.

Si bien el consumo privado es un componente importante en toda economía, en Bolivia, su participación dentro de la demanda interna fue de casi 70% en promedio, entre 2006 y 2012, y su crecimiento reportó un máximo de sólo 5,5%; sin embargo, si analizamos el comportamiento de la inversión pública, éste experimentó el mayor dinamismo en la economía, registrando un crecimiento máximo de 20,9% en similar periodo. Asimismo, se evidencia la disminución de la participación del consumo privado respecto al Producto Interno Bruto de 66%, en 2005, a 59% en 2012, el cual se explica por la mayor participación de la inversión pública.

Las cifras expresadas sobre el comportamiento de la demanda interna nos permiten inferir que no es el consumo privado el gran motor del crecimiento económico en el país, sino la intervención del Estado en la economía, mediante la inversión pública que es el verdadero determinante del crecimiento económico en Bolivia.

De igual manera, a través de un análisis poco objetivo se atribuye el crecimiento del consumo únicamente a la expansión crediticia, sin considerar los resultados de la política de redistribución del ingreso que propicia el gobierno.  En efecto, se han puesto en marcha una serie de programas sociales que han permitido transferencia de recursosn mejorando los niveles de gasto y calidad de vida de sectores vulnerables. Debe tenerse presente que según estadísticas de organismos internacionales, en los últimos años Bolivia dejó de ser el país más pobre de Sudamérica.

En el ámbito externo, contrariamente a lo que plantea esta hipótesis, en relación a que la política cambiaria incentiva el consumo y no así la inversión, las cifras prueban de manera contundente que en el periodo 2006-2012 el 77,8% de las importaciones fueron bienes de capital e intermedios destinados al sector productivo. Bolivia registró superávit en la Balanza Comercial durante los últimos años, alcanzando alrededor de 10,6% del PIB en la gestión 2012, porcentaje superior al resto de países de la región, totalmente contrario a lo que sucedía antes de 2004, cuando el país era un importador neto. El saldo comercial es más alto aún que muchos países asiáticos como China, India, Malasia, Indonesia y Tailandia, representando uno de los mejores en el mundo.

Como resultado de este mayor dinamismo de la economía, el crédito del sistema financiero experimentó un crecimiento promedio de 18,3% en el periodo 2006-2012. No obstante, cerca del 30% de estos recursos se destinaron al sector productivo generadores de empleo, mientras que el crédito al consumo representó poco más del 10% en el mismo periodo, inferior al promedio de 27% en algunos países de la región. Además, este crecimiento estuvo acompañado de una disminución de la tasa de morosidad, que pasó de 10,1% en 2005, a 1,5% en 2012.

Por tanto, como resultado del correcto diagnóstico y la acertada prescripción de la economía boliviana, la tesis de crecimiento económico del gobierno del Estado Plurinacional, que se materializa en la implementación del Nuevo Modelo Económico Social, Comunitario y Productivo, está demostrada y se puede probar factualmente por la evidencia empírica expresada en los buenos resultados económicos y sociales alcanzados durante los últimos siete años.

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