El evento internacional más relevante que está ocurriendo ahora es el acercamiento, y posible acuerdo nuclear, entre Estados Unidos e Irán. Un acercamiento que ocurre tras 36 años de crisis diplomática y sanciones económicas.

Este cambio en la política de Estados Unidos hacia Irán se da después del acercamiento que ya tuvo el gobierno de Obama con Cuba. La visión de Obama, que ya podríamos llamar una doctrina, es claramente buscar acercamientos con estos regímenes con los que lleva décadas de alejamiento y tensión.

La doctrina Obama, tal y como se la comentó al columnista de The New York Times Thomas Friedman en entrevista el pasado fin de semana, es la de buscar acercamiento y compromiso con regímenes como el iraní, el cubano y el de Burma, dejando atrás el aislacionismo y las sanciones.

Esto es así porque, en las palabras del propio presidente Obama, Estados Unidos tiene el poder suficiente como para darse el lujo de acercarse a estos regímenes sin arriesgar su propia seguridad.

Esta doctrina está siendo sumamente cara para Obama frente algunos sectores. En el caso de Cuba, ha enojado muy fuerte a la comunidad cubano-americana, principalmente a la que radica en Miami.

En el caso iraní, el acercamiento a través de un acuerdo que permita a inspectores de la ONU revisar qué está haciendo Irán en materia nuclear a cambio de la eliminación de las sanciones económicas, han provocado la furia de la comunidad judía. La radicada en EU y la israelí.

A tal grado que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, estuvo recientemente en Estados Unidos, hablando frente al Poder Legislativo y dando entrevistas a las principales cadenas de televisión, quejándose de este acercamiento de Obama con el régimen iraní de Hassán Rouhani.

Las pláticas se han llevado a cabo en Suiza, y en ellas participan otros cuatro países. No es un tema exclusivo de EU. Todos estarán trabajando en un documento que se dará a conocer el 30 de junio y sobre el cual Obama tendrá que acercarse al legislativo de EU para ver si lo aprueban.

Estamos al principio de un largo proceso que quiere darle a Irán el beneficio de la duda internacional sobre sus intenciones con el uranio y plutonio que se sabe ha estado importando, según esto, con fines meramente civiles y no militares.

Este acercamiento con Irán también es visto con recelo por algunos países del mundo árabe, principalmente Arabia Saudita, el aliado en la región más importante para EU.

El cambio en la política hacia Irán ya está en marcha. La pregunta sería si esta nueva doctrina Obama les va a sumar o no votos a los demócratas de cara a las próximas elecciones de 2016, y si estas acciones dejarán como legado una doctrina Obama positiva que enmarque su presidencia.

*Esta columna de opinión fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.