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La otra cara de la Golden City
Vie, 24/04/2015 - 11:35

Fernando Zúñiga

Centros de investigación periodística, luz para la región amenazada
Fernando Zúñiga

Fernando Zúñiga es periodista del sitio MBA & Educación Ejecutiva. Estudió periodismo en la Universidad Central (Chile) y posee una pasantía en la Universidad Autónoma de Madrid (España). Trabajó como reportero en Diario Estrategia (Chile).

Siendo en Estados Unidos una de las ciudades con más densidad de población, luego de Nueva York, San Francisco no sólo destaca por ser una ciudad cosmopolita, sino también por ser la cuna de muchas empresas del área tecnológica y el epicentro del sueño para cualquiera que quiera emprender un negocio en esta área.

Adobe, Google, Facebook e Intel son sólo algunas de las compañías que tienen sus bases en la ciudad y específicamente en el área de Silicon Valley. Sin embargo, pese a la gran cantidad de millones de dólares que se transan diariamente y el incentivo de muchas aceleradoras, organizaciones, ángeles inversores, capitales de riesgos y entidades bancarias para que los ciudadanos -no sólo del país, sino de todo el mundo- puedan impulsar la economía, muchos en paralelo no han encontrado oportunidades en la ciudad y se encuentran varados en las calles bajo una denominación que los invisibiliza, sin nobmre ni apellido, homeless o vagabundos, como les llamamos en español.

Este escenario no es nuevo en San Francisco, y es que hace años la ciudad ha estado enfrentando un problema serio de "gente en situación de calle", dinámica que ya afecta a unas 6.000 personas, según datos del National Law Center on Homelessness and Poverty, FBI y el Departamento de Justicia del estado de California. Sin embargo, se puede evidenciar que la legislatura estatal poco ha hecho para controlar la situación y es más, a veces los controles o el trato que se les da a estas personas no es el más adecuado.

Ahora que estos recorriendo sus calles, me impresiona ver la gran cantidad de jóvenes en esta situación, personas que podrían estar estudiando, trabajando o emprendiendo en la zona, pero que no lo hacen pese a las oportunidades que ofrece el lugar. El contraste entre el brillo de Silicon Valley y ver a un joven -no a un anciano como sería lo habitual en América Latina- me provoca un remezón en el estómago.

Al conversar con algunos de ellos me doy cuenta de que algunos básicamente han decidido no adaptarse al sistema de vida estadounidense, mientras otros reclaman que no han encontrado su gran oportunidad. Hay otros que muestran claramente algún grados de demencia.

Bajo este prisma, Estados Unidos, si bien es considerada por todos como la tierra de las oportunidades, también posee un lado oscuro y terrible. Ráscate con tus propias uñas, no es mi problema, pareciera ser la música que se escucha como un eco constante sobre estas calles.