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La "selva de Calais" y el abandono de los migrantes
Vie, 31/07/2015 - 09:45

Florent Sardou

¿Un New Deal para Europa?
Florent Sardou

Florent Sardou posee una Licenciatura en Derecho (Universidad de Toulouse, Francia) y un Master de la misma universidad en Historia Contemporánea. Su tesis fue sobre la Historia Social contemporánea de Chile. Ejerció como profesor en el colegio la Alianza Francesa de Santiago de Chile. Después de haber vivido cinco años en París, volvió a Chile en 2013. Desde entonces es invitado como analista en canales (CNNChile, 24Horas, NTN24 de Colombia) y radios locales (Duna, Zero, Bio Bio, Cooperativa, ADN).

La situación parece fuera de control. Calais, puerto del norte de Francia se ha convertido en el símbolo de la derrota de la Unión Europea frente a la llegada masiva y continua de los migrantes. Miles esperan en esta ciudad la oportunidad de poder saltar a uno de los trenes que cruzan, bajo el mar, el canal de la Mancha.  Solo este 29 de julio, Eurotunnel (la empresa que gestiona el túnel) registró 1.500 intentos de ingreso. Uno de estos, lamentablemente, terminó con un migrante muerto. El noveno en lo que va del año. Inaceptable para el continente que reivindica ser el gran promotor y defensor de los Derechos Humanos.

Provenientes de Siria, de Eritrea, de Libia, de Somalia, de Sudán y de varios otros países, estos miles de migrantes (hombres pero también mujeres, fenómeno nuevo en auge) entran a Europa por las costas de Grecia e Italia y tratan de alcanzar el puerto de Calais. Este es la puerta de entrada hacia el destino final de estas personas desesperadas: al otro lado del mar, a solo 35 kilómetros, están las costas de Reino Unido. El objetivo final donde esperan llegar y pedir el estatus de refugiado. Por mientras, son 2.500 seres que se aglutinan en las afueras de la ciudad, creando a lo largo de años un campamento precario e insalubre llamado por los lugareños “la selva de Calais”. Una ofensa a la dignidad humana a pesar del incansable trabajo de voluntarios y organizaciones humanitarias. ¿”La selva de Calais?” Una mancha para Europa. La Comisión Nacional Consultativa de Derechos Humanos de Francia emitió un informe el 2 de julio que advierte que los migrantes están retenidos en condiciones “infra humanas”.

A nivel bilateral, puede destapar tensiones y conflictos entre los gobiernos de Reino Unido y Francia. La prensa populista británica culpa a las autoridades francesas de ser egoístas e irresponsables y juzga con severidad a su propio gobierno. El diario Daily Mail incluso publicó un artículo con la siguiente pregunta: Hemos impedido que Hitler entre. ¿Por qué nuestros pésimos dirigentes no son capaces de bloquear a algunos de los miles de migrantes extenuados? Esta vergonzosa comparación demuestra,  además, el constante auge de la xenofobia en Gran Bretaña y que la campaña a favor de un Brexit continua sin tregua. Al revés, en su informe del 2 de julio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Francia acusa el país galo de ser “el brazo armado del Reino Unido” y de no respetar el derecho comunitario (el reglamento Dublín III) sobre el derecho de asilo.

Frente a este drama, la Unión Europea vacila. En la cumbre organizada el 20 de julio, los 28 Estados miembros no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo acoger a los alrededor de 40 000 migrantes que piden asilo en Grecia e Italia. Una verdadera afrenta tras las promesas anunciadas en abril sobre este tema, como consecuencia del naufragio de un barco que provocó la muerte de 800 migrantes en el mar mediterráneo.  

El drama de Calais se ha convertido en la encarnación más cruda de la lamentable realidad que viven  los migrantes en Europa. Las únicas soluciones presentadas por el gobierno francés y su par británico son de corto plazo: gastar millones de euros en reforzar la protección de la zona contigua a la entrada del túnel: instalando rejas, cámaras de seguridad y aumentando el números de policías y guardias de seguridad. Medidas insuficientes frente al espíritu y necesidad de personas desesperadas, que no tienen nada más que perder. Como dice un migrante en Calais, el peligro que corren aquí no es nada en comparación con volver a un país en guerra. Es urgente que la próxima reunión europea sobre los migrantes concluya con la creación de una política migratoria europea seria. Que hoy no existe. Esta ola migratoria recién empieza y es necesario, entonces, tomar medidas fuertes y audaces, lejos de las posturas egoístas y defensivas actuales, que demuestran día a día su fracaso. La construcción de muros en los lindes europeos (Calais, Ceuta en España y ahora recién en Hungría) no tendrán resultados. El tiempo apremia: es una obligación crear una política migratoria única y solidaria. Investigadores y expertos (E. Auriol, A. Mesnard, F. Gémenne entre otros) reclaman facilitar el derecho de asilo y facilitar las visas de trabajo temporales. Por mientras la urgencia es crear centros de refugiados adecuados y ampliar las operaciones de rescate en el Mediterráneo. ¿Europa piensa amurallarse? “Una fortaleza se derrumba por dentro” advierte un proverbio.

*Esta columna fue publicada originalmente en revista Panorámica Latinoamericana.

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