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Las próximas negociaciones claves en el Perú
Lun, 14/07/2014 - 14:33

Leonardo García-Polo

TLC Perú y Unión Europea: oportunidad para entrar a la OCDE
Leonardo García-Polo

Leonardo García-Polo es country manager de Falcon en el Perú. tiene a su cargo las operaciones de Perú y Ecuador. Ha ejecutado y dirigido proyectos en las industrias de retail, salud, forestal, telecomunicaciones y utilities. Se integró a Falcon en 2005. Antes de ser miembro de Falcon, trabajó como jefe de Planeamiento Financiero y Presupuestos en la EPS Novasalud. Completó su MBA en la Universidad Adolfo Ibáñez y estudió la carrera de Administración y Finanzas en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

Las cifras del actual contexto económico local registradas durante el primer trimestre de este año, confirman que el país atraviesa un proceso de desaceleración, y según advierten algunos expertos, la posibilidad de que éste se revierta depende exclusivamente de un buen manejo del Ejecutivo en las futuras negociaciones, con el fin de frenar la tendencia a la baja y acelerar el crecimiento.

Durante el primer trimestre de este año la economía peruana anotó una expansión de 4,8%, muy por debajo de las cifras en los últimos trimestres de 2013 (6,9% entre octubre y diciembre y 5,3% entre julio y setiembre). La exportación de manufacturas reportó una caída del 1,3%, de acuerdo a la Asociación de Exportadores (ADEX). Y la producción minera cayó 6,1% en abril por una fuerte disminución de oro y zinc, según el avance coyuntural del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI).

El presidente Ollanta Humala manifestó la convicción de preservar el liderazgo regional en el crecimiento económico. Explicó que la desaceleración que afecta al país “tiene una raíz en el contexto internacional”, que se entiende particularmente con China –principal comprador de minerales y otros recursos naturales del Perú–, cuya demanda de metales ha bajado considerablemente.

Sin embargo, diferentes especialistas coinciden en que esta tendencia se debe, en parte también, a otros factores, entre los cuales destacan temas de corte político: por ejemplo, la encuesta Ipsos Perú publicada en el diario El Comercio, reveló que el 50% de los peruanos considera que el presidente no tiene liderazgo, lo que explica para algunos la falta de precisión a la hora de señalar resultados y metas.

A esto se suma la intención del gobierno de comprar la española Repsol, la paralización del proyecto minero Conga y las demoras en los permisos municipales para destrabar las inversiones, así como las redes de corrupción desbaratadas en el territorio nacional. Todos ejemplos que podrían explicar la desaceleración local.

Ante tal panorama, cabe preguntarse… Si estos episodios han generado desconfianza en la población, ¿no producirá el mismo efecto en los agentes económicos internos y externos que quieren negociar con el Perú?

El mandatario tiene una larga lista de negociaciones por delante que deberá hacer frente -en dirección a agilizar los procesos de inversión y la economía-, y en los cuales será fundamental su nivel de liderazgo en el manejo y la toma de decisiones. Además, determinarán, al término del año, en mayor o menor grado, el éxito o el fracaso del Perú en materia económica.

1.- Ejecución presupuestal en regiones: el Estado requiere de una plataforma que permita acelerar los proyectos de inversión regionales, y revisar la forma en que se están utilizando los recursos, para conseguir reportes de efectividad en la ejecución de la inversión. Perú podría mejorar su competitividad en el panorama internacional si mejora su efectividad en la forma en la que se utilizan sus recursos. El año pasado, los gobiernos regionales de Áncash, Lima y Madre de Dios, alcanzaron una ejecución financiera del 99.9% (336 millones de soles), 99,6% (238 millones de soles) y 98% (118 millones de soles). Este año, hasta la fecha, son los gobiernos regionales de Tumbes, Lima y Huancavélica, los que encabezan el ránking de eficiencia en la ejecución financiera de su presupuesto asignado a inversión pública en el primer semestre.

2.- Crecimiento inorgánico: si bien el Perú ha venido creciendo continuamente durante los últimos 20 años a una tasa promedio de 5,3% (a excepción de 1998, año en que no creció) estas excelentes cifras económicas no siempre son señal de crecimiento y bonanza para  las empresas. Motivados en las excelentes expectativas macroeconómicas y los buenos augurios, hay muchas empresas que crecen de forma inorgánica y desordenada, si bien en los momentos de crecimiento este desorden no necesariamente representa un problema este se hace más visibles en los momentos en que la economía se desacelera. Es ahí cuando las empresas no deben fijarse tanto en su crecimiento, sino en reducir costos.

3.- Afianzamiento con bloques regionales: el presidente dijo que el país podrá salir de la desaceleración económica si se mantiene en el bloque internacional, integrada por Chile, México y Colombia. Con esto da un guiño de estabilidad al sector privado para las negociaciones futuras, en respuesta a las críticas que decían que el gobierno no confiaba en dicho sector.

4.- Conflictos entre las comunidades y los proyectos mineros: el gobierno regional o el central deberá lidiar con las comunidades rurales y las ONG ambientales, para lograr la aprobación de  diversos proyectos mineros o de otra índole. En ese sentido, el gobierno debería enfocarse en los intereses de mediano plazo de los comuneros y anticiparse para identificar a los actores líderes de la comunidad, de manera de sentarse a dialogar y llegar a acuerdos.