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Los cuatro mensajes clave en salud, según The Lancet
Mar, 09/06/2015 - 10:27

Ricardo Pérez Cuevas

Marihuana, ¿legalizarla, despenalizarla o criminalizarla?
Ricardo Pérez Cuevas

Ricardo Pérez Cuevas es especialista sénior en protección social y salud, se unió a la División de Protección Social y Salud del BID en 2012. Anteriormente trabajó como investigador en sistemas de salud en el Instituto Mexicano del Seguro Social y en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. Es médico cirujano con especialidad en medicina familiar, tiene una maestría en ciencias médicas por la Universidad Nacional Autónoma de México, una maestría en ciencias de la salud con enfoque en salud internacional por la universidad Johns Hopkins y un Doctorado en Ciencias en sistemas de salud por el Instituto Nacional de Salud Pública de México. También ha sido reserch fellow en la Tanaka Business School del Imperial College en Londres. Ha publicado en revistas científicas como Social Science & Medicine, Canadian Medical Association Journal y BMC Public Health, entre otras.

De acuerdo al nuevo informe de The Lancet, es posible ser optimistas acerca de la posibilidad de lograr una gran transformación del panorama de la salud mundial en el transcurso de nuestras vidas. ¿Crees que es así?

La Comisión de The Lancet hizo una revisión de la inversión en salud y desarrolló un nuevo marco para lograr mejoras trascendentes para el año  2035. El documento y sus conclusiones son congruentes con los desafíos que los gobiernos y los Ministerios de Salud de nuestros países están realizando para mejorar el acceso, y proteger financieramente a las familias al reducir el riesgo de empobrecimiento derivado de gastos en atención a la salud.

El informe contiene cuatro mensajes clave, cada uno seguido por oportunidades dirigidas a los gobiernos de países de ingresos bajos y medios y a la comunidad internacional. A continuación se transcriben estos cuatro mensajes que forman parte de las conclusiones del informe. Ellos fueron tomados de la versión traducida al español que la Secretaría de Salud de México ha difundido en América Latina.

1. La inversión en salud trae aparejadas enormes recompensas.

El rendimiento de la inversión en salud es impresionante. La reducción de la mortalidad representa cerca del 11% del crecimiento económico reciente en países de ingresos bajos y medios, según las mediciones de sus cuentas nacionales de ingresos. Sin embargo, aunque estas cuentas captan los beneficios que provienen de una mayor productividad económica, no logran captar el valor de una mejor salud en sí misma. Entre 2000 y 2011, cerca del 24% del crecimiento del ingreso total en países de ingresos bajos y medios se debió al valor de los años de vida adicionales ganados. Esta comprensión más integral del valor económico de las mejoras en la salud ofrece una sólida justificación para mejorar la asignación de recursos en diferentes sectores.

Oportunidades: Si los ministerios encargados de la planeación utilizaran estrategias basadas en el ingreso total (evaluando el valor de los años de vida adicionales) a la hora de guiar sus inversiones, podrían aumentar los retornos generales al aumentar su financiamiento doméstico de inversiones de alta prioridad en salud y relacionadas con la salud. La evaluación del valor de los años de vida adicionales refuerza la importancia de asignar una mayor proporción de asistencia oficial al desarrollo a la asistencia para el desarrollo de la salud.

2. Es posible lograr una "gran convergencia" en salud en el curso de nuestras vidas

Una característica única de nuestra generación es que, juntos tenemos una capacidad financiera y técnica cada vez mejor para reducir a niveles bajos las tasas de mortalidad materna, infantil y por enfermedades infecciosas en todo el mundo para 2035, a fin de lograr una "gran convergencia" en salud. Con mejores inversiones para ampliar los sistemas y tecnologías aplicadas a la salud, estas tasas caerían en los países de ingresos bajos y medios para alcanzar las tasas que actualmente se registran en los países de ingresos medios de mejor desempeño. Esta convergencia permitiría evitar cerca de 10 millones de muertes para 2035 en países de ingresos bajos y medios, en contraposición a un escenario de inversiones estancadas y sin mejoras tecnológicas. Si se utiliza el valor de los años de vida adicionales para estimar los beneficios económicos, en el período 2015-2035 estos beneficios excederían los costos por un factor de 9 a 20, con lo que la inversión sería muy atractiva.

Oportunidades: El crecimiento económico previsto para los países de ingresos bajos y medios significa que la mayor parte de los gastos incrementales de la convergencia podrían ser cubiertos a partir de fuentes nacionales, aunque algunos países seguirán necesitando asistencia externa.

La mejor manera en que la comunidad internacional puede apoyar la convergencia es a través del financiamiento del desarrollo y la entrega de nuevas tecnologías aplicadas a la salud, y frenando la resistencia a los antibióticos.

Se deberían duplicar los montos del financiamiento a la investigación y desarrollo en salud dirigidos a enfermedades que afectan desproporcionadamente a los países de ingresos bajos y medios, pasando de US$3.000 millones por año a US$6.000 millones anuales para 2020. Las funciones principales de la salud mundial, particularmente la prestación de bienes públicos a nivel mundial y la gestión de externalidades, han sido desatendidas en los últimos 20 años y deberían recuperar su lugar.

3. Las políticas fiscales son una palanca poderosa y poco utilizada para detener el avance de enfermedades no transmisibles y lesiones

La carga de muertes por enfermedades no transmisibles y lesiones en países de ingresos bajos y medios puede reducirse para 2035 a través de intervenciones clínicas de muy bajo costo basadas en la población. Las políticas fiscales son una palanca particularmente prometedora para reducir esta carga.

Oportunidades:

Los gobiernos nacionales pueden detener el avance de enfermedades no transmisibles y aumentar sus ingresos a través de la aplicación de altos impuestos al tabaco y otras sustancias nocivas, y reorientar esos fondos al control de enfermedades no transmisibles, reduciendo los subsidios a productos tales como los combustibles fósiles. Otra oportunidad nacional importante es la inversión en el fortalecimiento de los sistemas de salud para entregar conjuntos dLa Comisión de The Lancet hizo una revisión de la inversión en salud y desarrolló un nuevo marco para lograr mejoras trascendentes para el año  2035. e intervenciones costo-efectivas para enfermedades no transmisibles y lesiones.

Las acciones internacionales deberían concentrarse en brindar asistencia técnica para políticas fiscales, cooperación regional sobre tabaco y en financiar investigación sobre población, políticas e implementación para ampliar las intervenciones para enfermedades no transmisibles y lesiones.

4. La universalización progresiva -un camino hacia la cobertura universal de salud- constituye una manera eficiente de lograr una protección de salud y financiera

La Comisión respalda dos caminos en favor de las personas que viven en situación de pobreza para lograr la cobertura universal de salud en el transcurso de una generación. En el primero, los seguros financiados con recursos públicos cubrirían intervenciones sanitarias esenciales para lograr la convergencia y hacer frente a las enfermedades no transmisibles y las lesiones. El segundo camino ofrece un mayor conjunto de beneficios, financiado a través de una serie de mecanismos de financiamiento donde las personas que viven en situación de pobreza están exentas de pago.

Oportunidades:

Para los gobiernos nacionales, la universalización progresiva produciría grandes ganancias en salud por dólar invertido y las personas que viven en situación de pobreza serían las más beneficiadas en términos de salud y protección financiera.

La comunidad internacional puede apoyar mejor a los países para la implementación de la cobertura universal progresiva a través del financiamiento a la investigación sobre población, políticas e implementación, como por ejemplo el funcionamiento de la evolución del diseño y la implementación sobre los conjuntos de beneficios, a medida que aumenta el total de recursos para finanzas públicas.

El informe brinda un panorama coherente y una perspectiva alentadora ante la posibilidad de lograr importantísimos avances en la salud mundial para el año 2035. Los países de América Latina tienen están avanzando en la reducción de la morbilidad y mortalidad materna, infantil y por enfermedades transmisibles y no transmisibles.

La mayoría de los países han aumentado considerablemente el presupuesto en salud y han puesto en práctica distintas políticas y programas para lograr la cobertura universal, privilegiando a la población vulnerable. Si bien todavía la región enfrenta grandes desafíos en este sentido, las experiencias de países como Uruguay, Argentina, Colombia, Honduras, Perú, Chile y México pueden leerse en una publicación sobre planes de beneficio en salud del Banco Interamericano de Desarrollo.

Puedes consultar y descargar el informe completo de The Lancet en este link.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Gente Saludable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).