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Mariguana: ahora viene lo bueno en el Senado mexicano
Jue, 05/11/2015 - 11:12

Leo Zuckermann

¿Puede comprarse el voto en México?
Leo Zuckermann

Leo Zuckermann es analista político y académico mexicano. Posee una licenciatura en administración pública en El Colegio de México y una maestría en políticas públicas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Asimismo, cuenta con dos maestrías de la Universidad de Columbia, Nueva York, donde es candidato a doctor en ciencia política. Trabajó para la presidencia de la República en México y en la empresa consultora McKinsey and Company. Fue secretario general del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde actualmente es profesor afiliado de la División de Estudios Políticos. Su columna, Juegos de Poder, se publica de lunes a viernes en Excélsior, así como en distintos periódicos de varios estados de México. En radio, es conductor del programa Imagen Electoral que se trasmite en Grupo Imagen. En 2003, recibió el Premio Nacional de Periodismo.

Este jueves fue un gran día para todos aquellos que creemos que la prohibición ha fracasado como política pública para combatir el consumo y la adicción de las drogas. Ayer fue un gran día para los que pensamos que este problema se soluciona con políticas de educación y salud públicas. Ayer fue un gran día para los que estamos convencidos de que los individuos tenemos la libertad a consumir lo que se nos pegue la gana asumiendo el riesgo y la responsabilidad que eso implica. Ayer fue un gran día para los que, ante el fracaso del modelo prohibicionista, estamos a favor de la legalización y regulación de las drogas comenzando por la mariguana. Este jueves, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó un amparo para que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) le otorgue un permiso para sembrar, cultivar, preparar, acondicionar, poseer, transportar y consumir mariguana a la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART).

Por el momento, sólo cuatro individuos tendrán ese derecho, los que demandaron el amparo frente a la SCJN: Josefina Ricaño, Armando Santacruz, José Pablo Girault y Juan Francisco Torres Landa. Y, a partir de la histórica sentencia de la Corte, ahora viene lo bueno. La Cofepris deberá expedirles el permiso que les había negado. Pero, para que SMART pueda operar, la autoridad sanitaria deberá expedir ciertas reglas. En vista de que no existe legislación alguna al respecto, el órgano del Ejecutivo tendrá que dictar las medidas regulatorias de acuerdo a sus facultades.

Pero lo que en realidad es importante en lo que viene es que el Poder Legislativo tome cartas en el asunto y legisle al respecto. Si la prohibición a la cannabis contemplada en la Ley General de Salud es anticonstitucional, pues éste ordenamiento jurídico debe reformarse. Y si la mariguana ya está permitida, pues hay que legislar en qué condiciones y con qué modelo.

Es evidente, por ejemplo, que debe prohibirse su consumo a menores de edad (como el alcohol) y en lugares públicos cerrados (como el tabaco). Es también indiscutible, como está enfatizado en el proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar, que la comercialización de la yerba está prohibida: que el modelo permitido es de clubes de autoproducción y autoconsumo, como ya existen en España.

Hay cosas claras, pero también muchísimas dudas sobre bajo qué reglas operará SMART de aquí en adelante. Estas dudas, en una primera instancia, las podrá resolver la Cofepris, que puede seguir dos caminos. Poner unas primeras reglas para que SMART, efectivamente, pueda operar o imponer tales restricciones que sea imposible hacerlo. Lo primero generaría un alud de amparos de otros ciudadanos para constituir más clubes de autoconsumo. Lo segundo produciría nuevos y complicados litigios por parte de SMART que, con toda razón, alegaría que el Ejecutivo Federal está incumpliendo con el espíritu de la sentencia de la SCJN.

En cualquier caso, lo que sigue es que el Poder Legislativo tome cartas en el asunto. Me parece que el Senado es el lugar apropiado para hacerlo. Se trata de una Cámara con más experiencia y capacidad para tener un debate como el que se requiere en este tema. Sé que algunos senadores ya están trabajando en este tema. Así que viene lo bueno: lo que estábamos deseando muchos de los que estamos a favor de la legalización de las drogas: un debate en el Legislativo que es, finalmente, el Poder al que le corresponde decidir sobre este delicado asunto.

Por lo pronto, muchas felicidades a todos aquellos que hicieron posible que ayer fuera un gran día para repeler una prohibición que no ha funcionado. A los integrantes de SMART: Josefina Ricaño, Armando Santacruz, José Pablo Girault, Juan Francisco Torres Landa y su operadora Lisa Sánchez. A sus abogados que presentaron un demanda de amparo con argumentos sólidos e inteligentes: Andrés Aguinaco y el Centro Estratégico de Impacto Social (CEIS). Al ministro Arturo Zaldívar quien, como es su costumbre, realizó un estupendo proyecto de sentencia. Y a los tres ministros más que votaron, junto con Zaldívar, en favor del amparo: José Ramón Cossío, Olga Sánchez Cordero y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. A todos ellos, mis respetos.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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