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Oferta de Corea del Norte: ¿hacia la reunificación de la Península de Corea?
Mar, 06/01/2015 - 08:22

Rodrigo Álvarez

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Rodrigo Álvarez

Rodrigo Álvarez es Académico-Investigador Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor, Coordinador e Investigador del Programa-Centro de Estudios Coreanos Chile de IDEA y Profesor de la Carrera de Periodismo de las Universidad de Santiago de Chile. Es Doctor en Estudios Latino Americanos, mención Relaciones Internacionales; Master of Arts en Economía Política Internacional por la Universidad de Tsukuba (Japón) y IVLP por el The United States Department of State Bureau of Educational and Culture Affairs. Además, es Periodista y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Diego Portales (Chile). Es miembro del Nuclear Security Governance Expert Group (NSGEG), del Fissile material Working Gruop (FMWG) y de la Red de Seguridad de América Latina (Resdal).

La Península de Corea (Corea del Sur y del Norte) no deja de ser un foco de atención para el sistema internacional. Desde las tensiones históricas derivadas de una guerra nunca terminada (alto al fuego, pero sin un Tratado de Paz), pasando por las preocupaciones derivadas del programa nuclear de Corea del Norte, hasta los desencuentros y hostilidades entre ambas coreas, es un hecho que la península es una zona geográfica de constante preocupación global. Ahora se suman los hechos derivados de la película “The Interview” (La Entrevista), los que han generado un nuevo desencuentro entre Corea del Norte y Estados Unidos, provocando que el presidente Barack Obama imponga sanciones a lo que ha definido como una respuesta al “destructivo y coercitivo” ciberataque a Sony. A este respecto, Corea del Norte ha declarado permanentemente que ellos no han estado detrás de esta acción.

Efectivamente, desde 1953 hasta 1989, la península fue una pieza de ajedrez en el choque político e ideológico que representó la guerra fría. Para comienzos de los 90, luego de la reunificación de Alemania, se pensó que un fenómeno similar podría ocurrir con la península. Lamentablemente, para los coreanos tal escenario no ocurrió y la polarización se mantuvo en una especie de cápsula del tiempo.

Hoy, luego de las declaraciones realizadas por el régimen del norte de Kim Jong-un, pareciera que se abre una nueva oportunidad de acercamiento. Kim Jong-un, a través de lo que se ha conocido como “carta abierta” para las autoridades y sociedad de Corea del Sur, ha propuesto “crear un clima de reconciliación y unidad” que se oriente a la construcción de una etapa de paz. Para Corea del Sur, el objetivo es más ambicioso y apunta no solo a la reconciliación y la paz, sino que a la unificación de ambas coreas.

La reunificación, desde la creación del Ministerio de Unificación en 1969, conformado como el organismo responsable del gobierno para todos los temas relacionados con las relaciones intercoreanas, ha sido un pilar en la promoción del interés nacional y política exterior de Corea del Sur.

Según la página del Ministerio de Unificación, el diálogo, entre 1971 y 2010, ha sido intenso entre ambas naciones, alcanzándose durante los regímenes de Kim Il-sung y Kim Jong-il la realización de 604 reuniones, las cuales se orientaron a cinco áreas centrales: política, militar, economía, cooperación humanitaria e intercambio social y cultural. Entre 1971 y 2008, en estas mismas áreas, se alcanzaron 136 acuerdos. Con la llegada al poder de Kim Jong-un, en 2011, si bien las relaciones sufrieron una fuerte ralentización, el diálogo no se interrumpió. Así lo dejan ver los documentos “South-North Dialogue in Korea”, en sus números 75 y 76, donde se observa que entre febrero de 2013 y diciembre de 2013 se alcanzaron siete acuerdos en materia económica y un acuerdo un materia humanitaria.

Es importante, además, consignar que este proceso de diálogo ha estado dominado, desde comienzos del siglo XXI, por la variable del armamento nuclear. En 2003, bajo el régimen de Kim Jong-il, Corea del Norte anuncia su retiro del Tratado de No-proliferación Nuclear (TNP), y en 2006 y 2009, se realizan ensayos  nucleares. En 2013, con Kim Jong-un al mando, se practica una tercera detonación de este tipo. Según James Acton, del Carnegie Endowment for International Pace, uno de los autores del análisis hecho sobre “El Mundo en 2015”, hoy no hay una limitación al programa de bombas nuclear de Corea del Norte y es probable que tampoco suceda en 2015.

Desde esta perspectiva, con un comportamiento desafiante del orden internacional, las declaraciones de Kim Jong-un, en cuanto a abrir un proceso de reconciliación y unidad, deben ser tomadas en su contexto.

Es cierto, el gobierno de Corea del Sur, a través de su ministro de Unificación, Ryoo Kihl-jae, ha respondido de forma rápida y entusiasta en lo que ya puede ser definido como una agenda profunda, pero no necesariamente en línea con lo propuesto por el régimen de Kim Jong-un. El ministro Ryoo Kihl-jae ha declarado que su nación está disponible a retomar conversaciones de alto nivel con Corea del Norte en un rango amplio de temas que faciliten y sean la antesala de un proceso de “unificación pacífico”. El problema es que parece que Corea del Norte no ha propuesto llegar a ese nivel.

La incertidumbre de la propuesta de Corea del Norte es alta y el éxito de la misma especialmente complejo. Esto sería así desde que la oferta de Pyongyang está atada directamente a la cancelación de los ejercicios militares anuales de defensa que realizan Corea del Sur y los Estados Unidos, lo que a todas luces no sucedería.

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