La frase "vale un Perú" está más viva que nunca y es que nuestro país se ha convertido en el corazón de la minería mundial y a la vez en la nueva casa de miles de inversionistas que llegan desde distintas partes del mundo para vivir los grandes eventos mundiales, tales como es PERUMIN, la convención minera más importante del sector.

Como una muestra de lo que somos capaces de hacer, cada dos años desde 1954, PERUMIN hoy en día es el mejor ejemplo de fe, en tiempos adversos para nuestra economía. En sus últimas ediciones, en promedio, logró congregar a más de 100 mil visitantes, 1.000 empresas, generar 15 mil puestos de trabajo temporales y concretar transacciones comerciales valorizadas en más de US$3 mil millones, en su feria tecnológica, por mencionar algunos números. 

Se preguntarán ¿qué mística tiene eventos como PERUMIN?, ¿cuál es el secreto de su éxito? Desde mi experiencia puedo resumirlo en algunos puntos claves. Primero, más allá de las habilidades o capacidades de nuestro staff, es el trabajo en equipo, sumado a la motivación y la pasión por brindar un servicio de excelencia, lo que define el ADN de este evento. Y esto es importante. Los eventos mineros han evolucionado, dejando en el pasado el cumplir por el crear una experiencia agradable al cliente.

Segundo, como es sabido los seres humanos estandarizan y suelen repetir procesos para llegar al mismo camino, sin embargo, uno de nuestros retos es la innovación permanente de los métodos organizativos, a través de una planificación detallada, que permita al participante su integración con la comunidad minera.

En tercer lugar, y en el caso de PERUMIN aún más, mucho depende de la acogida de la ciudad de Arequipa, región minera por excelencia, que nos demostró todo su respaldo y cariño durante estos últimos 20 años del evento, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). 

Los eventos mineros de éxito suman algo más, y por ello la unión con la academia refuerza el mensaje de que la minería impulsa el progreso, y sobre todo vela por la educación y la creación de nuevos puestos de trabajo, ejes centrales del lema de PERUMIN 32.

Un punto que no se puede pasar por alto es la habilidad para identificar e interpretar de manera conjunta el entorno, conocida también como "conciencia situacional", nos generó una competencia vital para adaptarnos a los cambios coyunturales, políticos y sociales en los que se desarrolló PERUMIN en sus últimas ediciones.

Todo ello unido al compromiso asumido por nuestros embajadores y no solo me refiero al staff sino también a todas las autoridades, especialmente las del IIMP, que nos apoyan incansablemente.

En síntesis, y hablando en términos deportivos, PERUMIN es un evento donde todos sudamos la camiseta por el Perú, porque creemos en este país y estamos comprometidos con su desarrollo. Sabemos que es posible, porque como dijo el presidente de esta edición, ingeniero Roque Benavides, parafraseando al DT peruano campeón de la Copa Sudamericana, Freddy Ternero: ¡Sí se puede! y ¡aquí estamos!