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Política espectáculo en Chile y el gran olfato de Don Francisco
Vie, 22/05/2015 - 13:27

Patricio Díaz

El accountability que aflora en Chile
Patricio Díaz

Patricio Díaz es Sub Editor de AméricaEconomía.com. y Master en Ciencias Políticas.

Y Don Francisco lo hizo otra vez. Hace unas semanas fue noticia el término de su programa "Sábado Gigante", que desde fines de la década del 80 acompañó desde Miami a toda Hispanoamérica en las tardes de fin de semana, luego de exhibirse sólo en Chile desde 1962 a 1986, cuando se llamaba "Sábados Gigantes" (en plural). Sin embargo, con el mismo brío y olfato televisivo, y en horario prime, dio el golpe periodístico que todos los noticieros, diarios y revistas esperaban, puesto que en su micro programa "¿Qué le pasa a Chile?" logró que la presidenta Michelle Bachelet anunciara un esperado cambio de gabinete.

Es que Mario Kreutzberger de televisión sabe y su espacio marcó ese día tendencia mundial en redes sociales por el anuncio de la mandataria, quien por estos días la crisis de credibilidad más dura que le ha tocado vivir durante los dos periodos en que ha sido presidenta.

Es que para este dinosaurio de la TV intimar en pantalla con personajes de primera linea no es nuevo. Lo hizo con los mandatarios de EE.UU. de la última década, quienes buscan en su persona la llegada al público latino y ganar de paso ese voto que tanto les interesa a los postulantes a la Casa Blanca. En este sentido, para Mario Kreutzberger entrevistar presidentes no es más que parte de su trabajo, y la apuesta de los asesores de Michelle Bachelet quizás fue emular a los expertos norteamericanos. Por algo buscaron en Don Francisco -quien tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood- al hombre-puente que hiciera las veces de Larry King e intentara 'confesarla', superando los habituales monosílabos y el hermetismo en el que se ha concentrado en las últimas semanas Bachelet y el Ejecutivo chileno.

Y Mario Kreutzberger, el longevo animador que pese a anunciar sin estar muy convencido el fin de "Sábado Gigante", dio el golpe a la cátedra, logrando lo que ningún avezado periodista había podido realizar. Por un lado, hacer que la presidenta admitiera en vivo varios de los errores en su manejo político (aunque siempre el público y los periodistas queremos más sangre), y por otro, anunciar el esperado cambio ministerial con un plazo autoimpuesto de 72 horas.

Es que "Mario", como le dicen sus amigos, lo anticipó en varias entrevistas: "este es el final del programa, no de mi carrera", agregando que "para nada pienso jubilarme... La intención mía es seguir haciendo programas de entrevistas, seguir participando de una vida activa en la televisión. Esto significa el cierre de un ciclo, que es el ciclo de "Sábado Gigante'".

"Yo voy a hacer cosas nuevas, diferentes. Voy a hacer programas de conversación, programas periodísticos", comentó a "People" en español, y eso fue lo que hizo a mitad de semana, realizar una entrevista incisiva, esa que los profesores de la cátedra de periodismo informativo nos enseñan en los primeros años de universidad.

Más allá de las bromas, los memes y cuestionamientos a este veterano de la televisión mundial, hay que ser objetivos y valorar el hecho, puesto que consiguió que la presidenta desvelara lo que todos queríamos saber: que el cambio de gabinete era necesario, debía ser una realidad.

Es probable que la entrevista pase a los anales de la comunicación política por ser la primera vez que en un gobierno se elige a un programa de TV para anunciar un cambio de gabinete. Más allá de las criticas de informalidad ante la decisión de usar esa vía para comunicar la medida al país, la jugada fue audaz y le volvió el sentido a la tevé del horario prime, aunque sólo por unas horas, ya que el anuncio nos liberó de "Fatmagul", "Sherezade", y todas esas series turcas que el menos a mí, me tienen hasta más arriba de la coronilla.

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