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Por qué no deberías comprarte una tablet
Vie, 06/03/2015 - 12:50

Daniela Zárate

Por qué no deberías comprarte una tablet
Daniela Zárate

Daniela Zarate es Sub Editora del sitio AETecno.com de AméricaEconomía.

Desde que comencé a trabajar en el periodismo de tecnología he tenido que probar muchos equipos. Desde smartwatchs o smartphones, hasta lentes de realidad virtual. Sin embargo, hay un grupo de dispositivos a los que nunca les he encontrado sentido, y al parecer, el mercado me está empezando a dar la razón.

Me refiero a las tablets, una clase de dispositivos que se volvieron sumamente populares en los últimos años y que tuvieron una explosiva venta de unidades especialmente en 2013. No obstante, según revelan las últimas proyecciones de consumo de consultoras tecnológicas como IDC, entre otras, este fenómeno no se repetirá durante 2015.

Se espera para este año un estancamiento en la venta de tablets, que solamente presentará 8% de crecimiento, un porcentaje bastante menor al 30% que obtenía hace dos años. Esta desalentadora cifra no sólo se explica por un escenario recesivo en la región, sino que especialmente por la razón por la que nunca me convencieron estos equipos: la falta de una utilidad esencial y distintiva y, por ende, un público claro.

El principal culpable de este problema son los teléfonos phablets, conocidos por su gran tamaño sobre las 5 pulgadas. Con la llegada de equipos como el Galaxy Note 4 o el iPhone 6 Plus, incluso con el nuevo Samsung Galaxy S6, se hace ilógico tener una tablet extra solamente para leer o ver películas, cuando perfectamente las pantallas de estos teléfonos pueden cumplir esta función. ¿Para qué tener un equipo extra que cuesta cientos de dólares si puedes en realidad invertir solamente en uno que sea ambas cosas?

A este reparo se suma, para más colmo, que no han surgido nuevos equipos con características llamativas en el terreno de las tablets. Un claro ejemplo fue la “renovación” del iPad mini para su versión 2014, que involucró un cambio estético más que tecnológico y que le ha costado a la firma de la manzana un baja en ventas en esta área, durante cuatro trimestres consecutivos.

Con esta falta de incentivos de compra, y, peor aún, con un ciclo de recambio de producto largo, que es de tres años para muchas tablets -que recién llegaron a las manos de usuarios en 2013-, es más que probable que este mercado entre rápidamente en extinción dentro de los próximos cinco años. Lo anterior quizás puede sonar como una hipótesis arriesgada para un mercado que recién parece estar comenzando, pero me arriesgo a deslizarla porque también viven en una industria que renueva equipos más rápido de lo que se nos puede ocurrir el surgimiento de nuevas tecnologías.

Y si no asistiremos al entierro inmediato de las tablets es porque aún es un mercado que apuntará su mira hacia los niños, público que puede dar gran uso a estos dispositivos, tanto en lo recreativo o como para el complemento de sus clases.

A esto se sumaría el último salvavidas que planea Apple para estos equipos: una tablet sobre las 12 pulgadas que podría entrar en producción en septiembre de este año. Sin embargo, este dispositivo competirá con computadores portátiles como MacBook Pro y MacBook Air.

Sean los niños o este nuevo formato, creo que de todos modos podremos observar los últimos respiros de un animal desahuciado. Porque aunque los usuarios ayuden a alargar su vida al reenfocar su interés en aquellas tablets de bajo precio, todos sabemos lo que pasa cuando los equipos tecnológicos terminan vendiéndose en valores demasiado cercanos a una liquidación.

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