Durante los últimos diez años, el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación han enfocado sus esfuerzos a fortalecer los procesos de negocio detrás de cada industria y sector productivo, sin embargo, existen algunos sectores sobre todo en países en vías de desarrollo, como el de infraestructura, educación, sector salud y gobierno, los cuales han aprovechado lo que la investigación y desarrollo tiene que ofrecer en el terreno de las redes de alto rendimiento para crecer, integrar y proteger el futuro del acceso de sus sociedades a la información.

La integración y externalización de procesos críticos en sectores clave (públicos y privados), con el apoyo de infraestructuras de red de alto rendimiento, elimina la duplicidad de funciones, gastos excesivos y pérdidas de información, al existir una voluntad responsable que, protegida por la ley, facilita migrar a sistemas informáticos en nubes mucho más seguros.

Actualmente, el fortalecimiento de sus redes hace de los gobiernos, entidades educativas y empresas, organizaciones más productivas, mientras reducen gastos y se fomenta una mejor tributación fiscal. Esto también impacta positivamente a la bancarización. Según datos de la consultora en TI Gartner, para 2016 25% de los 50 principales bancos a nivel mundial atenderá clientes a través de aplicaciones bancarias móviles (Banking App Stores).

En el terreno corporativo, existe una tendencia que está aprovechando el desarrollo de redes de alto rendimiento, y me refiero a los modelos de trabajo colaborativo, los cuales están teniendo un impacto positivo en la productividad no sólo de las grandes empresas que han mirado hacia esquemas de home office o a distancia para los miembros, sino a pequeñas empresas que buscan ser más competitivas en un entorno global.

Latinoamérica, en este sentido, debemos reconocer que está haciendo un esfuerzo muy grande para estar a la altura de regiones altamente desarrolladas tecnológicamente, que han sabido hacer sustentable este crecimiento y con responsabilidad social, y me refiero específicamente a Asia.

Estamos viendo que la falta de infraestructura en países emergentes de Latinoamérica está siendo atendida por sus gobiernos, los cuales están mirando en la dirección correcta al desarrollo, mientras que mediáticamente notamos que la preocupación en este sentido ya no reside solamente en los que nos dedicamos a esta industria.

El BYOD (Bring You Own Device) es una tendencia que dejó ser vista como una predicción, para convertirse en una necesidad que debe ser atendida. Más dispositivos móviles por persona, mejores redes que faciliten trabajar y estudiar desde cualquier rincón desde donde nos encontremos; ésta es la nueva forma de conectarnos a un mundo tecnológicamente en movimiento.