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Razones para que Kim Jong-Un enfrente a la Corte Criminal Internacional
Mié, 20/07/2016 - 09:33

Rodrigo Álvarez

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Rodrigo Álvarez

Rodrigo Álvarez es Académico-Investigador Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor, Coordinador e Investigador del Programa-Centro de Estudios Coreanos Chile de IDEA y Profesor de la Carrera de Periodismo de las Universidad de Santiago de Chile. Es Doctor en Estudios Latino Americanos, mención Relaciones Internacionales; Master of Arts en Economía Política Internacional por la Universidad de Tsukuba (Japón) y IVLP por el The United States Department of State Bureau of Educational and Culture Affairs. Además, es Periodista y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Diego Portales (Chile). Es miembro del Nuclear Security Governance Expert Group (NSGEG), del Fissile material Working Gruop (FMWG) y de la Red de Seguridad de América Latina (Resdal).

Más allá de las cuestiones que históricamente han gatillado las sanciones del sistema internacional contra Corea del Norte, su programa nuclear y de misiles, ahora se suma la más dura de las cuestiones: la violación de los Derechos Humanos.

Efectivamente, hace sólo unos días Estados Unidos sancionó al líder Kim Jong-Un y a otros diez oficiales de su régimen por abusos contra los derechos humanos del pueblo norcoreano. Esta lista negra del Departamento del Tesoro, resultado de su Informe sobre Violaciones Graves de Derechos Humanos o de Censura en Corea del Norte, es parte de las denuncias hechas en contra de Kim Jong-Un. Según el informe, en Corea del Norte se comenten ejecuciones extra judiciales, desapariciones forzadas, arrestos y detenciones arbitrarias, trabajos forzados y torturas. Del mismo modo, se estima que existen entre 80 mil y 120 mil prisioneras políticos que sufren gran parte de estas violaciones. Así, este reporte es una señal de advertencia para los funcionarios del gobierno de Corea del Norte sobre las responsabilidades que pueden tener en abusos contra los Derechos Humanos.

Según el reporte del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, el problema es que el Departamento de Propaganda y Agitación del gobierno de Corea del Norte controla todo los medios de comunicación de ese país, lo que le permite manejar la sociedad norcoreana. Por ejemplo, se ha demostrado que el gobierno de Kim Jong-Un no permite la libertad de expresión controlando y censurando los medios de comunicación y dónde se debe seguir una clara ideología de Estado.

El sistema internacional no ha estado ajeno a esta realidad. Es por esto que entre 2004 y 2016 se han emitido, entre la Asamblea General y la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, 51 documentos y declaraciones, todas las cuales hacen ver la necesidad de abordar el problema de los Derechos Humanos en Corea del Norte.

De estos informes, ha sido el Reporte de 2014 el que ha detallado, gracias a una investigación minuciosa, los tipos de violaciones que se dan en Corea del Norte: violación a los Derechos Humanos, violación de libertad de pensamiento, expresión y religión; control total de la información, eliminación de libertad de expresión y opinión por seguimiento y violencia, y negación a la libertad y expresión religiosa.

Así las sanciones que ha anunciado Estados Unidos contra Kim Jong-Un apuntan, entre otras cosas, a generar una mayor conciencia sobre la gravedad de la situación de los Derechos Humanos en Corea del Norte, reforzando las medidas que la comunidad internacional promueve. Si bien es poco probable que Kim Jung-Un enfrente la Corte Criminal Internacional, sí es importante reflexionar sobre cómo se podría avanzar en detener las violaciones a los Derechos Humanos que ocurren en Corea del Norte.