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Reforma energética en México, ¿llegamos tarde?
Mié, 29/10/2014 - 13:55

Leo Zuckermann

¿Puede comprarse el voto en México?
Leo Zuckermann

Leo Zuckermann es analista político y académico mexicano. Posee una licenciatura en administración pública en El Colegio de México y una maestría en políticas públicas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Asimismo, cuenta con dos maestrías de la Universidad de Columbia, Nueva York, donde es candidato a doctor en ciencia política. Trabajó para la presidencia de la República en México y en la empresa consultora McKinsey and Company. Fue secretario general del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde actualmente es profesor afiliado de la División de Estudios Políticos. Su columna, Juegos de Poder, se publica de lunes a viernes en Excélsior, así como en distintos periódicos de varios estados de México. En radio, es conductor del programa Imagen Electoral que se trasmite en Grupo Imagen. En 2003, recibió el Premio Nacional de Periodismo.

En vísperas del verano, cuando se estaban aprobando las leyes reglamentarias de la Reforma Energética, el precio de la mezcla mexicana del petróleo estaba por ahí de los US$100 por barril. Este martes, cerró en 77. Estamos hablando de una caída de 23% en tan sólo unos meses. Es una pésima noticia para las finanzas públicas del país: un tercio de todos los ingresos del Estado provienen del petróleo. Pero también es una mala noticia para la Reforma Energética. Con un menor precio, podría bajar el apetito de los empresarios por entrar al negocio de la exploración y explotación de petróleo en México. A menos que el gobierno subaste los campos a un menor precio de lo que preveían, lo cual generará críticas por parte de aquellos que se opusieron a la reforma: dirán que el país está regalando sus recursos petroleros. En fin, que la caída de los precios del crudo representa un desafío no previsto en el guión de la Reforma Energética.

Un artículo de Sergio Meana en El Financiero del 21 de octubre da cuenta del posible efecto negativo de la caída de los petroprecios en la Ronda Uno, es decir, el primer conjunto de campos que subastará el Estado en 2015 y que incluye oportunidades de exploración en aguas profundas y someras, campos marginales, terrestres y de recursos no convencionales, así como la región de Chicontepec. “En un escenario de US$80 por barril de petróleo la rentabilidad de los clústeres mexicanos bajarían en 34% en promedio y la probabilidad de que el Valor Presente Neto sea negativo, es decir que haya un riesgo de no rentabilidad, aumentaría en 28%". Esto de acuerdo a un estudio de Ainda Consultores y CBM.

La nota da cuenta de las diferencias entre tener un escenario de US$100 por barril y uno de 80. En el primero, de US$100, “el estudio identifica tres clústeres como zonas de altos riesgo, dos como proyectos de rentabilidad media, cuatro como proyectos de mantenimiento y otros tres como proyectos atractivos”. En cambio, a US$80 por barril, “cinco fueron clasificados como zonas de alto riesgo, cuatro como proyectos de mantenimiento y tres como proyectos atractivos”.

¿Le entrarán, entonces, los empresarios a todos los proyectos contemplados en la Ronda Uno?

Todo dependerá del llamado goverment take, es decir, lo que se llevará el Estado de cada proyecto de exploración y explotación petrolera. También influirá el tipo de contrato que se aplique en cada bloque de campos: de utilidad compartida, de producción compartida o licencia. Ni la Secretaría de Energía ni la de Hacienda han dado a conocer los modelos de valuación que estarían utilizando para tal efecto. Hasta noviembre informarán sobre los anteproyectos y las prebases de licitación. Ahí tendremos una primera visión de si el gobierno está dispuesto a recibir menos dinero para atraer más interés de los inversionistas. Si no lo hace, corre el riesgo de que subastas queden desiertas. Si lo hace, corre el peligro de que la oposición los acuse de estar regalando el petróleo. Las dos opciones son complicadas.

Ayer salió otro artículo de Nick Timiraos en The Wall Street Journal sobre cómo la caída en los precios del crudo está amenazando el auge energético en Estados Unidos. Los precios altos, de US$100 o más, habrían impulsado “la producción estadunidense de crudo, la cual ha aumentado más de 50% desde 2010”. Si los precios se mantienen “por encima de US$80 el barril, la producción es rentable para todos, excepto 4% de los yacimientos”. Los analistas, sin embargo, “coinciden en que la producción se desacelerará si los precios descienden por debajo de 75 el barril”. Eso es precisamente lo que quieren los sauditas quienes están muy preocupados por perder participación de mercado con una mayor producción estadounidense.

Entonces, ¿a cuánto estará el petróleo en 2015? Depende de muchísimos factores. Pero una proyección de Goldman Sachs establece en US$75 el barril de crudo de referencia en EU para el primer trimestre de 2015. El crudo mexicano suele estar unos US$5-US$10 por debajo de este precio. Este martes, como comenté, nuestra mezcla cerró en US$77. Estos precios afectarán, sin duda, lo originalmente previsto en la Reforma Energética. En este sentido, me temo que habríamos llegado tarde con nuestra reforma. Y las primeras decisiones de la implementación de la Ronda Uno se han complicado para el gobierno de Peña.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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