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¿Se necesitan US$27 mil para que un Millennial sea feliz?
Vie, 11/09/2015 - 13:30

Daniela Arce Valiente

¡¿Mandona?!: supéralo, tu jefa tiene opinión
Daniela Arce Valiente

Daniela Arce Valiente es Sub Editora del sitio MBA & Educación Ejecutiva.

Hace unas semanas conversaba con una amiga sobre la importancia del inglés, de practicarlo seguido y de lo magnífico que sería viajar a otro país para superar el nivel "beginner" mientras se conoce otra cultura. Entonces, buscando alternativas, me encontré con un programa llamado "Remote Year" que parecía un sueño. La iniciativa ideada por el emprendedor Greg Caplan consiste en viajar y trabajar de forma remota durante un año en doce destinos, un mes en cada uno. El asunto ya se veía algo costoso y difícil de aplicar, porque no sé si todas las empresas estén dispuestas a dejar partir a uno de los suyos, aunque ellos sigan trabajando de forma online.

El asunto es que cuando empezamos a averiguar el precio del programa nos enteramos que su valor era de US$27.000 en total, incluyendo la reserva de US$3.000. Inmediatamente nos miramos con mi amiga y dijimos "next". Linda la idea, pero mejor seguiremos soñando. Es que este programa une dos cosas: viajar y trabajar desde la computadora propia con un destino de fondo que quizá nunca más se podrá visitar. Y claro, de haber ido seguiría existiendo la palabra sueldo y empleo en nuestro vocabulari.

Genial, ¿cierto? Será que tal cual como lo aseguran muchos estudios sobre recursos humanos y gestión de carrera los Millennials, nacidos entre 1980 y 1993, somos inquietos y no podemos estar en una empresa por muchos años. Yo me inclino porque no creemos que haya que trabajar con horarios tan establecidos, donde las tareas asignadas para siete u ocho horas de trabajo se pueden haber cumplido en cuatro horas y la modalidad "calentar el asiento" no es la ideal ni la más productiva.

Este programa, como su creador lo anunció en algunos medios, no es tan novedoso si se mira a otros programas parecidos. Es cosa de ver los Master of Business Administration (MBA) y cómo han mutado con los años hasta sacar versiones globales, donde sus participantes visitan en promedio cinco países durante una o dos semanas, mientras cursan de forma blended, mezcla de educación en línea y presencial el curso. Se trata de conocer otros mercados, mientras se cursa el programa de forma remota, sin perder la oportunidad de seguir trabajando y formarse como MBA.

Pese a su alto costo, esta clase de MBA sigue en expansión y el programa "Remote Year" también. Caplan se propuso reclutar a alrededor de 100 personas, que partieron el 1 de junio por la ruta. Tal como lo ha dicho el emprendedor, se espera que la iniciativa, que reúne a profesionales de diferentes nacionalidades, permita que se conozcan y puedan aprender unos de otros. Por lo mismo, desde el principio se buscaban personas interesantes y entusiastas del modelo del programa.

Pero la idea de dejar todo, incluso el empleo, por aprender un nuevo idioma, hobby o sólo por gusto, tampoco es tan loco. El asunto es que he sabido de varias personas menores de 30 años que se han ido a recorrer el mundo, dejando todo: empleo, sus casas y lo que sea que dejan en su país de origen, para "embarcarse" en esta especie de sueño que comparte la mayoría de los veinteañeros y los que dejamos de serlo hace unos años. Todo es viajar, vivir la experiencia del desapego material y un largo etcétera de trivialidades, me imagino, para los de la Generación X y los Baby Boomers.

En el caso del programa "Remote Year", me llama la atención de forma positiva esas empresas que le dieron flexibilidad a sus jóvenes empleados para que conocieran el mundo durante un año.

Todavía me siguen llegando los boletines del programa y yo los sigo mirando con entusiasmo y curiosidad, pero claramente no tomaré el curso. Sé que hay alternativas más económicas para viajar y aprender.