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Se vienen los textos digitales
Mié, 30/06/2010 - 15:23

Hugo Martínez

Se vienen los textos digitales
Hugo Martínez

Profesor de Educación General Básica, desde hace más de 15 años ha estado trabajando en la incorporación de tecnologías de la información a la educación. Fue director de la Red Enlaces del Ministerio de Educación de Chile, Gerente de Educación de Microsoft para Chile y Bolivia, y director del portal Educarchile. Actualmente se desempeña como Director Pedagógico del Area de Tecnología y Servicios Educativos de Arquimed.

Los libros digitales van a llegar en cualquier momento, es un asunto de tiempo.

Habrá que esperar a ver en qué dispositivo se masifican (campo en el que los fabricantes están apostando hoy todas sus cartas), qué estándar de digitalización dominará este nuevo formato, y cuál será el modelo de negocios que aprovechará sosteniblemente las posibilidades de distribución y transacción de las redes digitales.

Pero los libros digitales van a llegar. Y también van a llegar al aula.

No es claro cuándo, pero no es necesario saber con precisión la fecha para estar preparados para ese momento.

Hay algunos desafíos obvios, como el resguardo de la seguridad de los alumnos cuando lleven en sus mochilas dispositivos inalámbricos con poderosas capacidades de descarga y procesamiento de información. Aunque hay otros menos obvios y de más difícil respuesta.

Los libros digitales tienen la propiedad de enriquecer con más medios la presentación de sus contenidos. Leer uno de estos textos puede parecerse más a la experiencia de interactuar con un vídeo juego que a la de hojear un texto (un ejemplo en este vídeo). ¿Hay capacidad en los actuales creadores de contenidos para desarrollar propuestas que aprovechen estas oportunidades?

Digitalizar los textos para llevarlos simplemente a un formato de lectura (como el PDF) es subutilizar las oportunidades que ofrecen las herramientas digitales para el desarrollo y distribución de contenidos. He aquí el principal desafío de los actuales generadores de contenidos: las editoriales deberán desarrollar nuevas capacidades que les permitan aprovechar el formato digital e interactivo, sumando a sus equipos de autores, nuevas disciplinas y herramientas.

Habrá que incorporar a los tradicionales contenidos planos y lineales, posibilidades de múltiples accesos a la información, oportunidades de interactuar con el texto e incluso con otros lectores del mismo libro a través de redes (al respecto, vale la pena ver esta experiencia de clubes de lectura usando twitter).

En el mundo escolar, los textos de estudio representan un recurso fundamental para muchos docentes, especialmente cuando se transforman en el guión que permite ordenar el desarrollo de los contenidos curriculares a lo largo del año. ¿Cómo serán los textos escolares digitales?

Probablemente se asemejarán más a plataformas de contenidos asociados a ofertas de actividades enriquecidas, que se podrán configurar para diversos ritmos de aprendizaje y necesidades educativas, las que generarán información para conocer los avances de cada estudiante y tomar decisiones respecto a sus avances académicos. Esto también representa un desafío para los editores de textos escolares.

Sin embargo, la mayor tarea se la podrían llevar, nuevamente, los docentes. Estos, tendrán a su disposición una poderosa herramienta de apoyo a la organización de los momentos de aprendizaje. Pero este recurso no tendrá impacto alguno si no se inserta en las prácticas pedagógicas que puedan aprovecharlo plenamente. Se requerirá, entonces, de eficaces estrategias de apoyo y acompañamiento a los educadores.

El arribo de los libros digitales educativos va a traer nuevas oportunidades al mundo escolar. Estudiantes y docentes poseerán una librería mucho más enriquecida y diversa de títulos; podrán escoger considerando opiniones de otros lectores o usuarios; tendrán herramientas para generar sus propios contenidos y complementarlos con los desarrollados profesionalmente por las editoriales; recibirán recomendaciones de nuevos contenidos sobre la base de los perfiles de usuario que se generarán a partir de sus propias búsquedas y selecciones. Existirán diversos dispositivos para la lectura y acceso a estos contenidos, los que serán portables y sincronizables entre sí.

¿Ciencia ficción? No. Es cuestión de tiempo y de buenas decisiones por parte de las autoridades, la industria digital y las editoriales.

Sin embargo, lo realmente importante ocurrirá al interior del aula. Para eso, es bueno que empecemos a prepararnos desde ya.

Esta columna fue publicada con anterioridad en Elquintopoder.cl.

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