Pasar al contenido principal

ES / EN

¿Sentadas las bases para más mujeres en la industria TI?
Dom, 06/07/2014 - 14:22

Ximena Oñate Garrido

Ximena Oñate Garrido
Ximena Oñate Garrido

Ximena Oñate Garrido es Gerente General COASIN Business Solutions.

La tecnología siempre ha sido vista como un tema “duro”, de difícil interpretación y entendimiento. Más aún para las mujeres. Si nos cuesta echar andar el Blue Ray, manejar el control remoto del Dbox, conectar el computador por la puerta HDMI o simplemente no sabemos bajar una película con Torrent, ¿cómo podríamos trabajar en el ámbito tecnológico?

Sin embargo, esta es la imagen que dejamos que perciban de nosotras, simplemente porque nos da pereza aprender a usar gadgets, porque este conocimiento nos parece inútil, en circunstancias que siempre hay un hijo al que preguntarle.

Lo cierto es que sería deseable que hubiese más mujeres en tecnología. Espacio hay; al menos así lo demuestra el último estudio de GECHS que indica que la participación de las mujeres en la industria TIC llega sólo al 4,5 %, aún cuando las mujeres somos extraordinariamente meticulosas, ordenadas, laboriosas y producimos como hormiguitas. Somos eficientes y además, capaces de funcionar en multitareas.

Somos verdaderos computadores que usan una CPU compartimentada en todos los temas que vemos diariamente. Podemos administrar grandes empresas, cerrar negocios de millones de dólares, dar charlas de Cloud, Big Data o virtualización, configurar un router, instalar una aplicación o desarrollar software. Todo lo anterior, metodológica y eficientemente, y con entregas de calidad.

Si bien hoy ha aumentado la participación femenina en las carreras de ingeniería y técnicas, y no hay barreras de entrada, las mujeres todavía sentimos que debemos demostrar mucho más. Rendimos prueba de suficiencia diariamente y nos esforzamos más que el hombre promedio. 

Aún así están sentadas las bases para una mayor inclusión de mujeres TI. La invitación es a que nos atrevamos. La invitación es a hacer nuestro aporte desde la mirada sensible, desde lo emocional que ya está incorporado en el mapa nacional, para dar eficiencia, motivar y liderar el avance tecnológico en nuestro país. 

Tenemos las habilidades propias de nuestro género que son habilitantes en la tecnología: la escucha activa, el compromiso, la capacidad de generar lazos de confianza. Si ésto y todo nuestro potencial lo ponemos al servicio de la tecnología, podemos hacer una sociedad conectada e inclusiva a las puertas del desarrollo.