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¿Tienes una empresa de vanguardia?
Lun, 17/03/2014 - 10:07

Esther Clark

¿Qué tienen en común la pesca y los negocios?
Esther Clark

Esther Clark es consultora internacional con experiencia en temas de estrategia y corporate governance. Su empresa, Hipona Consulting, trabaja con clientes en América Latina, EE.UU., Canada y la UE.

¿Cómo se define una empresa de vanguardia? ¿Sería simplemente una empresa innovadora o tiene “algo” más?

Rosabeth Moss Kanter del Harvard Business School describe empresas de vanguardia como “transformando gigantes” por su capacidad de cambiar las reglas del juego en un sector o en una industria. Ella mantiene que las grandes empresas (IBM, Novartis, P&G etc.), igual que las pequeñas, pueden ser empresas de vanguardia con una estrategia centrada en valores.  

Otra definición de una empresa de vanguardia surgió en noviembre del año pasado, cuando participé en una sesión sobre empresas vanguardistas en el Peter Drucker Fórum en Viena, Austria. La definición es un poco diferente: son empresas que tienen poder transformativo por su ubicación fuera del rango de “la norma”. Es decir, son “outliers” además que actores de cambio.

Malcolm Gladwell en su libro Outliers explica que los “outliers” son individuos o comunidades que han alcanzado un cierto grado de éxito -por ejemplo gocen de mejor salud, gradúan de las mejores universidades o son emprendedores exitosos- precisamente porque no caben dentro de una norma que sistemáticamente niegan estas mismas ventajas y oportunidades a otros.

Se puede decir que las empresas de vanguardia son “outliers” con un gran potencial de cambiar paradigmas en un sector o una industria. Si el “timing” y las oportunidades les favorecen, su ideas pueden transformarlas en el próximo Google de su industria.

Al principio Google estaba considerada una mala idea porque los buscadores de internet estaban considerados por muchos -incluso Yahoo- como una pérdida de dinero. Ejecutivos de Yahoo se preguntaban ¿porque invertir en un buscador que llevaba clientes fuera de nuestro propio sitio web? En pocos años Google se convirtió en una de las empresas más respectadas en el mundo y cambió para siempre como usamos la red informática.

En una exposición en Y-Combinator (el acelerador de negocios de IT más reconocidos en EE.UU. y fuente de empresas como Airbnb, Dropbox, Reddit, etcétera), Chris Dixon, empresario e inversionista, habla de cómo las realmente buenas ideas que parecen malas son las que valen la pena. Dixon explica que las obviamente buenas ideas ya están en proceso de desarrollo por competidores y “gigantes” de la industria (por ejemplo, una pantalla más interactiva, o una batería que dura más tiempo etcétera). Sin embargo, las ideas que parecen “malas” -las que se enfocan en un nicho de mercado subdesarrollado o en ofrecer un producto espectacular en vez de un paquete de productos mediocres- es donde hay una oportunidad de cambiar radicalmente el statu quo del mundo de negocios.

La estrategia de las empresas de vanguardia no se basa necesariamente en datos o en informes, sino en el sueño de moldear el futuro; siendo “outliers” y siguiendo un modelo  de negocios que exista fuera de la norma. No se escucha los miembros de una empresa de vanguardia diciendo algo como dijo un ejecutivo de una empresa de “Fortune 500”: “tenemos una buena estrategia. Sabemos que es una buena estrategia porque todos los demás en nuestra industria tiene la misma estrategia.”

Hay que ser diferentes para hacer la diferencia. No cuadrar dentro de la norma y ser “outliers” da la posibilidad a las empresas de vanguardia ser agentes de cambio, emprender negocios que valen la pena y ubicarse en la vanguardia de una industria. En América Latina, como en muchos mercados emergentes, se necesita más capital de riesgo y mentores para apoyar estos emprendimientos y mostrar que con ideas vanguardistas, pasos firmes y valores altos, se puede llegar lejos.

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