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Tres formas diferentes de invertir con dividendos
Mar, 30/12/2014 - 08:23

Andrés Cardenal

Tres compañías tecnológicas con sólidos dividendos
Andrés Cardenal

Andres Cardenal es Analista de Sala de Inversión América.

Las estadísticas demuestran que seleccionar acciones en base a sus dividendos puede ser una estrategia muy conveniente desde el punto de vista del potencial de beneficios frente al riesgo de la inversión. A continuación, analizamos tres formas distintas de estrategias de inversión basadas en los dividendos.

Una versión simple y bastante sencilla de la estrategia consiste en centrarse en acciones con la rentabilidad por dividendos más alta. Este tipo de rentabilidad se calcula tomando los dividendos anuales como porcentaje del precio de la acción, y por lo tanto indica los ingresos por dividendos en comparación con el capital invertido.

Evidentemente, se trata de una medida muy intuitiva y nos ofrece además información importante sobre el nivel de valoración de un activo. Cuando la rentabilidad por dividendo de una acción es sustancialmente mayor que la media del mercado, podemos pensar que el precio es bajo en comparación con los dividendos de la compañía, lo que podría indicar que estamos ante un escenario de infravaloración.

A día de hoy, podemos encontrar algunas compañías grandes dentro del índice S&P 500 con rentabilidades por dividendo bastante atractivas: la empresa de telecomunicaciones AT&T (T) ofrece 5,2%; el fabricante de juguetes Mattel (MAT) paga cerca del 4,9%; y la tabacalera Philip Morris (PM) tiene una rentabilidad por dividendo del 4,6%.

Esta clase de rendimientos resultan bastante convenientes en un contexto de tipos de interés históricamente bajas. Un bono del tesoro de Estados Unidos ofrece actualmente cerca del 2,3% anual, lo que implica que las acciones con alta rentabilidad por dividendos se convierten en una alternativa interesante para muchos inversores que buscan ingresos de efectivo recurrentes.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que una rentabilidad por dividendo elevada muchas veces supone cierta negatividad del mercado al respecto de las perspectivas del activo en cuestión: si el mercado demanda una alta rentabilidad por dividendo para invertir en un activo, suele indicar que el mismo es considerado de riesgo o incierto.

En muchas ocasiones, las compañías con alta rentabilidad por dividendo están atravesando períodos de rendimiento financiera complicado o se encuentran en industrias consideradas particularmente de riesgo.

También podemos encontrar opciones de inversión en compañías con altos dividendos en el sector de los servicios públicos, por ejemplo en distribución de agua potable y energía eléctrica. Estos suelen ser negocios de bajo riesgo debido a la estabilidad de la demanda; no obstante, las oportunidades de crecimiento suelen ser pocas, lo que suele tener un impacto en una mayor rentabilidad por dividendos.

Un punto intermedio es buscar empresas con una sólida trayectoria de incremento de dividendos a largo plazo. Compañías como Coca-Cola (KO) y Procter & Gamble (PG) acumulan una trayectoria de más de 50 años consecutivos aumentando sus dividendos de forma continuada. Aunque estas compañías son la excepción, no son pocos los casos de empresas con trayectorias de 10 o 20 años consecutivos incrementándolos.

En estos casos, centrarse en el aumento de dividendos tiene una doble ventaja. Por un lado, es un reflejo muy positivo sobre la calidad del negocio, ya que indica que la firma ha tenido la fortaleza para incrementar los pagos de efectivo a través del tiempo en diferentes tipos de contextos económicos.

Además, si los dividendos van a seguir aumentando en el tiempo, se puede ver reflejado sobre el retorno total del accionista. Coca-Cola y Procter & Gamble ofrecen un 2,8% y 2,9%, respectivamente en dividendos, según el año y el rendimiento de la empresa durante ese período, es habitual que aumenten los dividendos entre un 5% y un 15% por año.

Así, a medida que los dividendos van creciendo, se abren dos escenarios posibles. Si el precio de la acción acompaña las subidas, la rentabilidad por dividendo se mantiene estable y el inversor obtiene beneficios por dos caminos diferentes: dividendos y ganancias de precios.

En caso contrario, si el precio se mantiene estable o incluso baja a pesar del aumento de dividendos, supone necesariamente un aumento de la rentabilidad por dividendos que paga el activo. Es decir, un dividendo en aumento implica repuntes de precios o aumento de la rentabilidad, lo que es una ventaja importante en términos de visibilidad para el accionista.

Una tercera alternativa es invertir en compañías con rápido crecimiento de dividendos, incluso cuando la trayectoria de aumentos de dividendos no es particularmente extensa o la rentabilidad por dividendos no es demasiado elevada.

Starbucks (SBUX), por ejemplo, anunció un aumento de dividendos del 23% durante el último trimestre. La rentabilidad por dividendos sigue estando por debajo del 1,4%, por lo cual esta difícilmente sea la alternativa preferida de los inversores que buscan ingresos elevados en efectivo.

Por otro lado, que la empresa tenga la capacidad para incrementar los dividendos de tal magnitud dice mucho sobre su rendimiento financiero y sus perspectivas de crecimiento. Evidentemente, la gestión de Starbucks se encuentra confiado en las perspectivas del negocio en los próximos años, de forma tal de comprometerse con generosos aumentos de las distribuciones.

En casos como este, el foco no está puesto especialmente en el dividendo en sí mismo, sino en lo que esto transmite sobre la salud de la empresa y sus perspectivas.

*Esta columna fue publicada originalmente en sala de Inversión.es.