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Trump se desinfla
Vie, 15/04/2016 - 09:16

Leo Zuckermann

¿Puede comprarse el voto en México?
Leo Zuckermann

Leo Zuckermann es analista político y académico mexicano. Posee una licenciatura en administración pública en El Colegio de México y una maestría en políticas públicas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Asimismo, cuenta con dos maestrías de la Universidad de Columbia, Nueva York, donde es candidato a doctor en ciencia política. Trabajó para la presidencia de la República en México y en la empresa consultora McKinsey and Company. Fue secretario general del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde actualmente es profesor afiliado de la División de Estudios Políticos. Su columna, Juegos de Poder, se publica de lunes a viernes en Excélsior, así como en distintos periódicos de varios estados de México. En radio, es conductor del programa Imagen Electoral que se trasmite en Grupo Imagen. En 2003, recibió el Premio Nacional de Periodismo.

La última vez que escribí sobre las elecciones en Estados Unidos, hace un mes, Donald Trump iba en caballo de hacienda para convertirse en el candidato presidencial del Partido Republicano (PR): tenía 67% de probabilidad de aparecer en las boletas el próximo martes 8 de noviembre. Hoy le tengo una buena noticia: el multimillonario se está desinflando. Sin embargo, le tengo una mala: el que podría desbancarlo es Ted Cruz, un insoportable ideólogo de ultraderecha que quizá sea peor que Trump. Pero no se preocupe, sea uno u otro, los dos tienen una gran probabilidad de perder la Presidencia en contra de Hillary Clinton, quien con toda seguridad será la candidata del Partido Demócrata (PD).

La sensatez parece haber regresado a Estados Unidos. En su largo camino hacia la candidatura, Trump ha ofendido a muchos grupos sociales. Destacan la minoría hispana, que ya no es tan minoritaria, y las mujeres que, en realidad, son la mitad del electorado. El multimillonario no sólo se ha mostrado como racista, sino también como un sexista misógino. Todo esto ha hecho que Trump se convierta en un posible candidato sin muchas posibilidades de ganar la Presidencia. De acuerdo con las encuestas, su saldo de popularidad, es decir, la diferencia entre opiniones positivas y negativas de su persona, está en menos treinta puntos, el peor de cualquier político que ha competido por la Presidencia de Estados Unidos desde 1984.

El PR sabe que Trump sería un desastre como su candidato, llevando al partido a una derrota histórica con la posibilidad de no sólo perder la Casa Blanca sino además la mayoría en el Senado. Por eso quieren evitar que los represente. La idea es pararlo en la Convención que se llevará a cabo en Cleveland en julio.

Para asegurar la candidatura se necesitan mil 237 delegados. Actualmente, Trump cuenta con 758. Hay 877 delegados ya comprometidos con otros candidatos (544 con Cruz). El bloque no-Trump es mayor que el de Trump. Con los comicios que faltan en diversos estados, ¿llegará Trump al número mágico? De acuerdo con las apuestas del sitio predictit.org, tiene 29% de probabilidad de lograrlo. Por tanto, según los apostadores que están arriesgando su dinero para predecir el futuro, existe 61% de chance que haya una “convención negociada” en Cleveland, es decir, que ningún individuo alcance el 50% más uno de los delegados, se haga una primera ronda de votación que nadie gane y luego se abra la posibilidad de realizar alianzas que podrían votar a un candidato diferente a Trump, aunque éste hubiera ganado la mayor cantidad de delegados.

Es lo que están buscando los rivales del racista misógino: que no alcance el número mágico para que haya una recomposición de delegados no-Trump que voten a Cruz o incluso a un tercero. El gobernador de Ohio, John Kasich, a pesar de que ya no puede matemáticamente conseguir los mil 237 delegados, no se ha salido de la pelea con la idea de ganarle a Trump en alianzas negociadas durante la Convención.

Sigo pensando que será muy difícil que los republicanos paren a Trump de esta manera. Si eso ocurriera, el multimillonario podría salirse del partido y competir como independiente, lo cual podría generar un peor descalabro electoral para los republicanos que si Trump fuera su candidato en noviembre.

En suma, al día de hoy, los apostadores están dando 51% de probabilidad de que el multimillonario sea el abanderado del PR, seguido de Cruz con 30% y Kasich con  11 por ciento.

El PR tiene un gran problema si es el primero o el segundo. Y es que Cruz no es un mejor candidato que Trump para las elecciones generales. El senador por Texas es un ideólogo de ultraderecha, sin nada de carisma, con posturas similares, incluso peores, que las del multimillonario.

Hillary Clinton, quien tiene 88% de probabilidades de ser la candidata demócrata, versus 12% de Bernie Sanders, al parecer les ganaría con relativa facilidad a Trump o Cruz. Es por eso que hoy los apostadores le están dando a los demócratas 72% de probabilidad de retener la Casa Blanca frente a 28% de que los republicanos se las arrebatarían.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excélsior.com.mx.

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