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Una base saludable para el futuro de México
Lun, 11/05/2015 - 10:32

Henk de Jong

Una base saludable para el futuro de México
Henk de Jong

Henk de Jong es CEO de Philips para Latinoamérica.

México ha sido el orgulloso nido de varias civilizaciones avanzadas. La ciencia y el arte maya, por ejemplo, eran particularmente sofisticados, mientras que los aztecas construyeron un gran imperio. Hoy en día, México podría estar progresando hacia una nueva etapa de oro, esta vez en el cuidado de la salud. Si el país impulsa la digitalización, la colaboración y la prevención, un sistema modernizado para el cuidado de la salud llevará al bienestar y a la prosperidad para las generaciones de mexicanos.

Con una población de 125 millones y siendo la 15° economía mundial, México es una potencia no sólo regional, sino también global. El Banco Mundial estima que el crecimiento se acelerará a 3,5% en 2017, llevando nuevamente a la nación hacia un camino positivo después de los recientes años de lento crecimiento.

La salud de la nación se ve igualmente impactada por los tiempos de incertidumbre; enfermedades incomunicables como el cáncer y la diabetes son una causa principal de muerte, alrededor del 30% del país padece obesidad y el 22% de la población tiene alta presión sanguínea. Esto limita la capacidad de que la gente lleve una vida feliz y productiva, y genera una fuerte carga financiera en el gobierno. La Organización Panamericana de Salud encontró que las pérdidas acumuladas en PIB por enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y diabetes en Argentina, Brasil, Colombia y México entre 2006 y 2015 se calcula fue de US$13,54 mil millones.

Progreso extraordinario. El sistema del cuidado de la salud de México ha mostrado un progreso extraordinario. Antes de la introducción del programa de seguro de salud pública, Seguro Popular, en 2004, tan solo la mitad de la población contaba con seguro de salud. Para el 2013, más de 55 millones de personas se habían unido al programa y 23 millones recibieron exámenes de prevención para la diabetes y la alta presión sanguínea. Pese a este éxito, se estima que un cuarto de la población aún no tiene acceso al cuidado de la salud y los hospitales privados se mantienen significativamente mejor equipados que los públicos.

Para cerrar esta brecha, México tiene que trabajar en estrecha colaboración con el sector privado, adoptar tecnologías innovadoras y enfocarse en la prevención. Philips, por ejemplo, trabajó recientemente con autoridades mexicanas y brasileñas para instalar una solución integrada de TI en más de 700 hospitales. El sistema llamado Tasy ofrece más de 70 módulos diferentes, incluyendo registros médicos electrónicos (EMR, por sus siglas en inglés), capaz de integrar el flujo de trabajo administrativo y clínico proporcionando una alta productividad y un mejor cuidado para el paciente.  

Otro buen ejemplo es en Bahía, uno de los estados de Brasil, en donde un consorcio de empresas de cuidado de la salud trabajará con el gobierno local para conectar los sistemas de doce clínicas y renovar su equipo de imagen médica ofreciendo soluciones integradas que reducen los costos e incrementan la productividad.

Empoderando la Cooperación. Este tipo de colaboración público-privada tiene varios beneficios. Permiten que diferentes actores del cuidado de la salud cooperen y compartan datos, lo que significa que la prevención se vuelve más fácil y los tratamientos se pueden optimizar individualmente para cada paciente. Al mismo tiempo, los costos organizacionales disminuyen de manera significativa -y la productividad general del sistema de cuidado de la salud se incrementa. Las colaboraciones público-privadas también pueden solucionar los presupuestos limitados del gobierno: el uso más eficiente de gastos de capital e indicadores claves de desempeño de los resultados, permite que el gobierno proporcione mejores servicios del cuidado de la salud a costos más bajos.

Las colaboraciones público-privadas también son un poderoso instrumento para adoptar rápidamente una nueva generación de tecnologías médicas. La digitalización y los avances en big data, por ejemplo, están permitiendo que los doctores compartan información digital alrededor del mundo. Y estamos viendo a doctores que atienden a mujeres embarazadas a cientos de kilómetros de distancia porque una enfermera pudo llevar una máquina de ultrasonido portátil y conectarla desde una zona rural. Tecnologías como éstas  se están desarrollando a una velocidad extremadamente alta y México necesita al sector privado para mantener el ritmo.  

Grandes Expectativas. Pero no sólo es cuestión de posibilidades, sino también es un tema de expectativas. Como en otras partes del mundo, las tecnologías digitales están cambiando la manera en que los mexicanos y sus compañeros latinoamericanos trabajan, juegan y aprenden. Se estima que el 10% de los usuarios de internet en el mundo vienen de Latinoamérica y que en el 2015, la cantidad de usuarios de teléfonos inteligentes en la región se incrementará en 21% para alcanzar US$152,6 millones. Cada vez más, estas personas esperan manejar su propia salud o comunicarse con proveedores del cuidado de la salud desde la comodidad de su dispositivo personal.

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