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Una forma particular de invertir: portafolio para todo tipo de climas
Vie, 17/03/2017 - 10:01

Andrés Cardenal

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Andrés Cardenal

Andres Cardenal es Analista de Sala de Inversión América.

Ray Dalio es uno de los gestores de fondos más exitosos y reconocidos. Su firma de inversión, Bridgewater Asociates, gestiona activos por más de US$150.000 millones, lo que la convierte en una de las gestoras de fondos más grandes del mundo. Adicionalmente, Dalio es una de las personalidades más escuchadas en el mundillo de los mercados.

Uno de los fondos de inversión de Bridgewater Asociates lleva el nombre de All Weather Fund, que podría traducirse como “Fondo para Todo tipo de Climas”, cuya idea principal no es maximizar las ganancias en un año en particular, sino generar retornos estables y consistentes para los inversionistas bajo todo tipo de escenarios económicos. All Weather Fund no pretende anticipar los escenarios futuros, sino generar una performance satisfactoria con independencia de lo que pueda suceder con las variables clave de la economía.

Según el propio Ray Dalio, es posible generar un portafolio de inversión acorde con la filosofía de All Weather Fund utilizando instrumentos ampliamente accesibles a todos los inversionistas, como son los ETFs. Analizamos la performance histórica que puede ofrecer un portafolio de este tipo y las consideraciones clave a tener en cuenta de cara al futuro.

Preparado para todo tipo de escenarios

Según Dalio, las variables clave a tener en cuenta a la hora de construir un portafolio son crecimiento económico e inflación. Ambas variables pueden estar por encima o debajo de las expectativas en un período puntual, y un portafolio sólido debe estar en condiciones de generar una performance atractiva en diferentes escenarios.

La cartera de inversión recomendada por Dalio incluye un 30% en un índice diversificado de acciones, lo cual genera importantes beneficios en un contexto económico de crecimiento vigoroso y una adecuada protección contra la inflación. Un 7,5% está invertido en materias primas en general y otro 7,5% en oro particularmente. Ambas clases de activos deberían ser especialmente beneficiosas en un contexto de aumento de la inflación. Los commodities energéticos se favorecen en un escenario de fuerte crecimiento económico, mientras que el oro es muchas veces considerado como un valor de refugio en tiempos de incertidumbre.

Dalio recomienda invertir un 40% en bonos del Tesoro de los Estados Unidos a largo plazo y un 15% en bonos del Tesoro de mediano plazo. Ambas clases de bonos proveen estabilidad al portafolio, y además tienden a generar retornos atractivos en contextos de crecimiento económico por debajo de las expectativas y bajas tasas de inflación.

Una cartera de este tipo fácilmente podría replicarse mediante ETFs. Por ejemplo, el Vanguard Total Stock Market (VTI) aportando el componente de acciones, el PowerShares DB Commodity Index Tracking (DBC) y el SPDR Gold Shares (GLD) representando a los commodities y al oro, respectivamente. La parte correspondiente a bonos de largo y mediano plazo puede vehiculizarse con alternativas como Vanguard Long-Term Bond (BLV) y Schwab US Aggregate Bond (SCHZ), entre otras posibilidades.

Históricamente, el portafolio para todo tipo de climas construido con ETFs hubiera generado retornos en la zona de entre el 8,5% y el 9,5% anual para períodos largos de tiempo, lo cual no está para nada mal en comparación con otras alternativas de inversión de riesgo similar. 

Un dato especialmente atractivo para los inversionistas es la estabilidad de retornos durante períodos de alta volatilidad en los mercados. En años como 2008 y 2009, cuando muchos activos sufrieron pérdidas masivas de valor, el portafolio teórico para todos los climas hubiera tenido modestas caídas de 0,13% y 0,62%, respectivamente.

Lo cual es muy importante, los datos muestran robustez en cuanto a los retornos históricos en el tiempo. Es decir, pequeñas modificaciones en la asignación de activos hubieran generado retornos similares, lo cual demuestra que la filosofía de inversión es sólida y consistente, ya que el funcionamiento no se derrumba ante pequeñas modificaciones en la construcción de la cartera.

Tal como podría esperarse en base a los preceptos teóricos, incrementar el porcentaje de acciones y materias primas aumenta los retornos del portafolio, especialmente en contextos de elevada propensión al riesgo en los mercados. En cambio, una mayor participación de bonos a mediano y largo plazo implica un portafolio más defensivo y estable, lo cual mejora la performance en años de crisis económica como la etapa 2008-2009.

Mirando hacia adelante

A la hora de evaluar el portafolio de todos los climas, es importante poner algunos puntos bajo la lupa. En primer lugar, el modelo incluye una proporción relativamente elevada de bonos, y esta clase de activos se ha beneficiado enormemente de las bajas tasas de interés en los últimos años. A los precios actuales, podríamos pensar que la ecuación de retorno contra riesgo en el mercado de renta fija no es tan atractiva como en los últimos años, especialmente si las tasas de interés revierten su tendencia a la baja.

Los retornos pasados no siempre pronostican los retornos futuros; de hecho, es habitual que se produzca un regreso hacia valores medios en las tendencias de retornos. Luego de una etapa especialmente beneficiosa para los mercados de renta fija, no sería de extrañar que estos activos ofrezcan retornos más moderados en el futuro. 

Si bien los bonos mantienen su potencial defensivo, tiene sentido esperar menores retornos a futuro en esta clase de activos, lo cual es un factor a tener en cuenta a la hora de aplicar una estrategia como la del portafolio de todos los climas. 

Más allá de esto, el punto central excede a la cartera de inversión de todo tipo de climas y su composición en particular. Teniendo en consideración diferentes escenarios económicos posibles, y construyendo un portafolio bien diversificado para atravesar con éxito estos escenarios, es posible obtener atractivos retornos a cambio de niveles de volatilidad bastante moderados. 

En definitiva, la planificación y la diversificación son dos grandes aliados de los inversores.

*Esta columna fue públicada originalmente en Sala de Inversión.