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"Willingness to Pay" en Bogotá
Jue, 13/11/2014 - 09:46

Isabel Granada

Isabel Granada
Isabel Granada

Isabel Granada es Consultora de la División de Transporte e integrante del Grupo de Infraestructura para la Integración del Departamento de Infraestructura en el Banco Interamericano de Desarrollo. Ha trabajado en la preparación, supervisión y evaluación de proyectos de transporte y en el último año ha enfocado su trabajo en la identificación y desarrollo de proyectos que fortalecen la integración regional, particularmente en Centroamérica y países andinos. Recibió su grado como Ingeniera Civil de la Universidad de Los Andes en 2005 (Colombia) y tiene un título de Maestría en Transporte y Gerencia del Imperial College London (2008). Entre sus áreas de experiencia e interés se encuentran, la regulación del transporte de carga y servicios logísticos, le formación de capacidad institucional en el sector transporte y el diseño de proyectos con impacto en la integración latinoamericana.

Lo que se oye en los taxis de Bogotá, es que un par de usuarios con dificultades para movilizarse un viernes por la noche, tuvieron la idea de desarrollar una aplicación tipo ‘bolsa de servicios’. Esta aplicación permite desde el lado del usuario, encontrar taxis seguros y expeditos; desde el lado del taxista, tener una herramienta más potente que el tradicional radioteléfono para identificar a la demanda.

Tappsi, la primera aplicación colombiana, basada en apps similares a las de otros países como Hailo, Uber, Taxis G7, Easytaxi, ha revolucionado mi forma de transporte. Además de ser amigable con el usuario, tiene una característica que encuentro interesante y que revela (por lo menos hasta hoy) la eficiencia de mercados en competencia: Tappsi da la libertad al usuario de establecer o no una propina de manera anticipada (llamada en la aplicación servicio VIP), lo que en síntesis eleva la probabilidad de que aun en horarios de extrema congestión sea posible conseguir un vehículo.

Si alguno de ustedes ha estado en Bogotá, sabrá lo complicado que resulta movilizarse en horas pico. Y seguramente habrá sentido la frustración que es salir en busca de un taxi y que dadas las condiciones de congestión en la ciudad, el prestador del servicio pueda hasta rechazar llevarlo (ver la imagen de arriba).

El pequeño elemento diferencial de la app (la propina), es sin duda una muestra de que los usuarios de este servicio de transporte público individual están dispuestos a pagar un valor superior ("Willingnes to pay") a su tarifa (regulada por distancia) por un servicio efectivo y seguro.

En mi experiencia, la implementación de Tappsi, como las otras apps mencionadas, han modernizado al gremio transportador. No creo que sea sólo por el incentivo económico de la propina, sino también por la identificación plena del conductor y la posibilidad de calificarlo. Esto sin duda ha ayudado a que el taxi sea uno de los modos que mayor utilidad/beneficios ofrece al usuario.

Para terminar, les comparto un ejercicio (quizá no estadísticamente significativo) que me motivó a escribir este blogpost:

Pedir taxi a través de una app en Bogotá:

5120

*Más información sobre el concepto de ‘Willingnes to pay’ (disposición a pagar) aquí.

**Esta columna fue publicada originalmente en el blog Moviliblog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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