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Economistas privados y gobierno argentino tensionados por cifras de inflación
Jueves, Marzo 3, 2011 - 17:37

El alza de precios es un punto débil para Fernández, quien probablemente se postule para la reelección en octubre. La presidenta ha defendido las estadísticas del gobierno y casi nunca pronuncia la palabra "inflación".

Buenos Aires. Economistas argentinos están preparados para resistir el embate del gobierno contra sus estimaciones independientes de la inflación, y acusan a la presidenta Cristina Fernández de tratar de silenciar las críticas antes de las elecciones de octubre.

Los métodos utilizados por las firmas consultoras, que reportan una inflación que duplica con creces la tasa oficial, están siendo investigados por la misma oficina de estadísticas acusada de manipular cifras desde el 2007.

Las consultoras podrían recibir multas de hasta 500.000 pesos (cerca de US$120.000) si el Gobierno decide que la publicación de sus estadísticas viola una ley sobre prácticas comerciales engañosas.

"Este es un año electoral y el tema de inflación está dando vueltas. De alguna manera, presionando a los que miden y estiman inflación, están tratando de sacarlo de la agenda económica", dijo Dante Sica, director de Abeceb.com, que está siendo investigado.

El alza de precios es un punto débil para Fernández, que probablemente se postule para la reelección en octubre. La presidenta ha defendido las estadísticas del Gobierno y casi nunca pronuncia la palabra "inflación".

Jorge Todesca, de Finsoport, otro consultor que está siendo investigado, dijo que enfrentará la investigación.

"No vamos a pagar multas. Vamos a ir a la Justicia y esperamos ganar el caso", dijo Todesca, que planea postularse a alcalde de la ciudad de Buenos Aires como parte de la oposición.

Las estimaciones privadas arrojaron una inflación de alrededor del 25% el año pasado. Las estadísticas del Indec reportaron un alza del 10,9%. El Gobierno está acusado de reportar una cifra por debajo de la real para reducir pagos en la deuda y para beneficio político.

El mes pasado, el guardián de precios del Gobierno, el secretario de Comercio Guillermo Moreno, envió un cuestionario con 19 preguntas a las consultoras. Se incluían preguntas sobre cómo miden los precios para comidas preparadas, alojamiento y personal doméstico.

Varias consultoras ya han recibido una segunda ronda de correspondencia, demandando más detalles sobre su recopilación de datos o amenazándolos con más multas en caso de que no respondan.

"Mandamos el primer requerimiento y dijeron que estaba todo mal, sabíamos que iban a decir eso. Ahora tenemos diez días para responder a otra serie de preguntas", dijo el consultor Orlando Ferreres.

"En ningún país existe esto (...) Están diciendo que no podés publicar lo que calculás", agregó.

La agencia de noticias oficial Télam reportó la semana pasada que el Gobierno le aplicó la multa máxima a la firma de Ferreres, pero él dijo que no fue notificado sobre ninguna multa.

Todesca calificó el reporte erróneo como "malicioso" y dijo que tenía por objeto intimidar. También dijo que Moreno está demandando que las consultoras identifiquen a jueces que usan estimaciones privadas de inflación para calcular los montos de la manutención de niños y de salarios retrasados.

"Ya no se están metiendo solo conmigo sino con el poder judicial", dijo Todesca.

El fallecido marido de Fernández, también su predecesor, Néstor Kirchner, reemplazó a la directora del índice de precios al consumidor (IPC) del Indec con un aliado político en enero del 2007. Desde entonces, las estadísticas del Gobierno han sido inferiores a las estimaciones privadas.

Funcionarios del Gobierno niegan que haya un problema de inflación en Argentina, aún cuando empleados estatales reciben aumentos salariales anuales por encima del 20 por ciento y las provincias reportan un avance de costos.

El jefe de Gabinete Aníbal Fernández dijo el fin de semana que los consultores "son todos mentirosos", y agregó que necesitarían un ejército para medir la inflación de manera apropiada.

"Lo que el Gobierno hizo es preguntarles cómo lo calculan (la inflación) y dieron respuestas bochornosas", dijo.

Los economistas privados admiten abiertamente que no pueden competir con los recursos del Indec. Pero dicen que tienen que tratar de calcular la inflación ante la ausencia de cifras oficiales confiables.

"El objetivo del Gobierno es que no quede ningún IPC alternativo, o que no sean publicados, para tener una sola voz", dijo Graciela Bevacqua, quien dirigió el IPC del Indec hasta que Kirchner la despidió.

Dijo que la investigación puede llevar a que algunos economistas dejen de reportar sus estimaciones de inflación. Pero ella prometió continuar publicando las estimaciones de su equipo de forma gratuita.

"Quiero seguirlo. Si hay amenazas de mi vida, lo pensaré", dijo Bevacqua.


Autores

Reuters