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Ministro de Hacienda colombiano: “Tenemos que ser prudentes con el alza del salario mínimo”
Domingo, Diciembre 13, 2015 - 15:36

Mauricio Cárdenas argumenta por qué para Colombia es mejor tener un dólar. Dice que lo peor ya pasó.

Bogotá. Un ministro de Hacienda reconocido y respetado en el mundo financiero. Mauricio Cárdenas ha efectuado una buena cirugía a la economía para resistir los choques externos por la caída del precio del petróleo. Considera que se requiere prudencia con el alza de tasas de interés en escenario de desaceleración, defiende el nivel del precio del dólar y advierte que con una tasa de cambio a $1.700 por mucho tiempo, la industria habría desaparecido.

Reitera que el financiamiento del posconflicto es una de las prioridades del Gobierno para 2016. Sobre estos temas habló con El Espectador.

Administrar la caída tan drástica y tan abrupta de los ingresos fiscales y de las exportaciones debido al menor precio del petróleo. Eso, en otras circunstancias, en otro momento de nuestra historia, hubiera significado una crisis muy profunda. El país hoy tiene la solidez, tanto en la estructura económica como en sus instituciones económicas, para acomodarse a un choque tan fuerte.

"Hoy estamos con un precio cercano a los 40 dólares por barril. Desde comienzos de este año, ya después del bajonazo del precio, estábamos pronosticando unos del orden de 60 dólares por barril. Este escenario de fin de año de 40 dólares no estaba en las cuentas hace doce meses".

"Sudar, sudar… la principal preocupación este año para mí, sin duda, ha sido la inflación, la aceleración de la inflación. Porque del lado del crecimiento de la economía, afortunadamente ha estado bien, incluso los resultados han sido mejores que muchas de las proyecciones, incluida la del propio Banco de la República", agregó.

La tasa de cambio la he visto siempre como una consecuencia natural de la caída del precio del petróleo, incluso como necesaria, mientras que la inflación la veo como algo muy perjudicial, no solo porque les afecta el bolsillo a los colombianos, sino también porque obliga a algo que no es del todo deseable en este momento en el país, que es subir las tasas de interés.

El presidente estaba haciendo un comentario general sobre su opinión en cuanto al tema de las tasas de interés. El presidente fue ministro de Hacienda y entiende perfectamente, primero, la independencia del Banco (de la República) y segundo, que son decisiones en que hay un debate de ideas. Son decisiones que se toman por una mayoría y así como en una junta se aprobaron los 50 puntos, porque la mayoría obtuvo esos 50 puntos, a la junta siguiente, la posición mayoritaria fue la de 25 puntos. Independientemente de si son 50 o 25, lo que es complejo es que el país esté subiendo las tasas de interés en un escenario de desaceleración y para eso la única explicación es que la devaluación ha tenido un impacto muy fuerte sobre los precios. Esa es la realidad.

No, no me di por aludido. Lo interpreté como un comentario general sobre la situación de la política monetaria, pero en ningún momento lo tomé como una crítica personal.

Pongámoslo en estos términos: la caída del precio del petróleo tiene dos efectos, uno fiscal y otro sobre las cuentas externas. El efecto fiscal ya lo hemos ido administrando. Yo diría que del choque fiscal, ya dos terceras partes las hemos incorporado por la vía de más impuestos o de recorte del gasto. Nos queda una tercera parte para hacer el ajuste desde el 2017 en adelante, para acomodarnos a un nuevo escenario con menos ingresos petroleros.

En el lado externo, que es la segunda manifestación de la caída de los precios del petróleo, que se caen las exportaciones de 28.000 millones de dólares en 2014 a 14.000 millones de dólares en 2015, eso es un choque fuerte; perdimos 14.000 millones de dólares en exportaciones. El petróleo pasó de ser el 50 por ciento de las exportaciones, el año pasado, a ser el 30 por ciento de las exportaciones este año. Ahí el efecto todavía es muy grande, el país todavía no ha podido contrarrestar ese choque, no se ha podido ajustar a ese choque. Lo vemos porque el déficit de la cuenta corriente sigue siendo muy alto y todavía no se ve ese ajuste. La tasa de cambio va a ayudar, es una condición necesaria, pero no es suficiente para que despeguen otras exportaciones. Debe ser la gran agenda nacional aumentar las exportaciones y sobre todo sustituir importaciones.

Hay que bajarlo a un nivel inferior al 5 por ciento del PIB, hoy en día estamos por encima del 6 por ciento. Hemos tenido varios trimestres de este año que hemos estado por encima del 7 por ciento del PIB, que es muy alto; ese déficit hay que reducirlo. La devaluación ayuda, pero se toma un tiempo en dar una señal para que los exportadores comiencen a exportar más, en materializarse en resultados. Los mercados nos están dando un compás de espera, pero esa espera no es ilimitada. Tenemos que bajar a un déficit cercano al 5 por ciento del PIB en el 2017.

Autores

ELESPECTADOR.COM